"Soy alguien súper sencillo, con necesidades simples y no me voy a volver loco luego de haber ganado"
Han sido días de mucha celebración para Álvaro Quezada, de 47 años, ya que el dibujante técnico que hace 17 años vive en Viña del Mar se convirtió en el tercer participante -primer chileno- en quedarse con el anhelado rosco de Pasapalabra Mundial, luego que los argentinos Brian Parkinson e Ivana Hryc lograran completar las 25 definiciones del reconocido programa en su inédita edición mundialista.
Casado hace 15 años con Susana, con quien tiene dos hijas: Emilia, de 14 años, y Francisca, de 10, el nacido en Valparaíso e hincha de Santiago Wanderers, estuvo 38 capítulos en el programa entre la etapa regular y mundialista y se quedó con $ 28.000.000 (sumado a los $ 6.875.000 que ganó en sus anteriores participaciones).
"Lo mejor de todo además del premio fue encontrarme con el cariño de la gente en redes sociales y en la calle, por ejemplo, cuando espero la micro o cuando estoy caminando hay gente que me reconoce, se acerca, me saluda y entregan mucho cariño", señala con humildad, sinceridad y cercanía.
-¿Qué significa para ti haberte convertido en el primer chileno que gana Pasapalabra Mundial?
-Se sintió bonito y raro a la vez, porque yo siempre he pensado que hay gente mejor que uno. Dentro del programa tengo algunos referentes que encuentro que son grandes jugadores. No me miro en menos pero encuentro que hay mejores jugadores que yo. Afortunadamente se dieron las cosas.
-Estuviste 38 capítulos entre la etapa regular y mundialista, te tocó vencer en muchas ocasiones, pero también perder en otras. ¿En qué momento te diste cuenta que podías ganar el rosco?
-En el último capítulo lo primero que hice fue juntar harto tiempo, algo que era fundamental para tener la tranquilidad de pensar un poco más las respuestas, porque yo suelo lanzar lo primero que se me viene a la cabeza y muchas veces ahí está el error, entonces cuando me di cuenta que tenía hartos segundos, que podía pensar mejor y contesté con mayor tranquilidad; y ya cuando me quedaban dos o tres respuestas supe que ese era el día, o que podía ser el día.
-Además, tu triunfo tiene todavía más mérito, porque a lo largo de tu participación te enfrentaste a otra campeona mundial como la argentina ivanna Hryc, a Laura Gonzalo (ganó rosco en España), Andrea Vergara (récord de participaciones en Chile) y a Egor Montecinos (campeón en la edición regular de Pasapalabra Chile). ¿Eres consciente de aquello?
-Me lo tomo con tranquilidad y mesura. El programa tiene bastante de conocimiento pero también tiene su cuota de suerte, en donde justo puede haber una palabra compleja o difícil que uno se sepa y la diga y sea correcta. Yo no me considero un astro, soy alguien común; vivo en un cerro, ando en micro y estudié en un colegio con número. Tuve suerte, estuve en el lugar y en el momento indicado.
-Se ha destacado mucho tu perseverancia, tenacidad y sana competencia. ¿Eres así en el día a día?
-Lo que la gente vio en la televisión es lo que soy yo, así me criaron y así soy. Respeto bastante a las personas. Por ejemplo cuando gané y tenía la oportunidad de seguir yo quise que Ítalo (participante al que enfrentó) siguiera en el programa porque pensé que él era capaz de seguir en competencia.
-¿Te reconoce la gente en la calle?
-Sí, de hecho en esos días en que estuvimos grabando esos capítulos yo estaba afuera del hotel a esperar que vinieran a buscarme del canal y pasaba gente y me saludaban y se sacaban fotos conmigo, y eso que yo todavía ni había ganado el rosco. Y ahora que me lo gané la gente me felicita, a veces voy a realizar un trámite a la municipalidad y ahí también se acercan a mí.
-¿Qué sentiste al decir la palabra invisible, que te permitió completar el rosco?
-Antes de pronunciar la palabra cerré los ojos porque no estaba totalmente seguro, pero cuando me dijeron que estaba correcta fue un gran alivio. Nunca estuve del todo confiado, pero dentro de todas las opciones que pude haber dicho era la que más me sonaba.
-¿Cuál es la preparación que le has dedicado a lo largo de este tiempo para conseguir el objetivo?
-Para mi primer capítulo recuerdo que estaba en el centro de Viña y me compré un diccionario de la Real Academia, estuve un mes leyéndolo y nunca salí de la letra E, así que me di cuenta que no era el camino. Luego empecé a mirar programas antiguos para estudiar a los rivales y analizar sus técnicas. Y ahora para el mundial hicimos un grupo de WhatsApp con otros competidores para practicar.
-¿En qué planeas gastar el dinero ganado?
-Vamos a arreglar la casa y teníamos unos pasajes para ir a Alemania desde el año pasado, pero por la pandemia y porque estuve participando casi todo el verano en Pasapalabra tuvimos que posponer el viaje. Y ahora justo coincide con que me gané el rosco y vamos a poder ir. También planeo juntar algo de dinero para los estudios de mis hijas a futuro y ayudar un poco a la familia en la medida de lo posible. Eso más que nada, yo no quiero grandes lujos, soy un tipo súper sencillo, con necesidades de un hombre sencillo y no me voy a volver loco. Hay que pensar las cosas.
"Soy alguien común; vivo en un cerro, ando en micro y estudié en un colegio con número. Tuve suerte, estuve en el lugar y en el momento indicados".