El Muelle Prat es el punto del litoral urbano de Valparaíso donde mejor se da la relación de la ciudad, de las personas, con el mar, con el borde costero y con la actividad portuaria. Es una ventana abierta al panorama de la bahía y de sus actividades y un acceso a la oferta turística de paseos en lancha. A la vez es punto de embarque o desembarque para tripulantes o pasajeros de naves que se encuentran fondeadas en el puerto.

El valor de ese punto merece ser resaltado y mejorado, tarea que se propone realizar la Empresa Puerto Valparaíso (EPV).

Franco Gandolfo, gerente de la portuaria estatal, expresó que se está impulsando una renovación completa de ese punto para potenciar su uso turístico. Precisó que el proyecto incluye obras para una nueva explanada, locales comerciales, iluminación, mobiliario y reubicación de monumentos existentes, destacando la importancia del lugar como punto de interacción de las personas con el mar.

Las obras proyectadas consolidan ese valor y aprovechan la vinculación del lugar con el centro de la ciudad, con sus valores tradicionales y con el Sitio de Patrimonio Mundial consagrado por la Unesco sobre el cual quedan muchas tareas pendientes.

En el Muelle Prat, tradicionalmente, se da en forma concreta la relación puerto-ciudad, con sus complejidades, como el paso de vehículos y en algún momento convoyes ferroviarios en la parte posterior de la explanada. Se conforma además allí, la tradicional puerta de acceso a la ciudad, con sus dos torres, para quienes llegan por la vía marítima.

Considerando esa relación, Gandolfo expresó que este año EPV impulsará un "Plan Estratégico del Borde Costero que apunte a integrar los espacios costeros de uso público con la ciudad". Dentro de estas iniciativas está también el mejoramiento del Muelle Barón y de sus servicios y la habilitación de un centro de difusión de la actividad portuaria, "Port Center", que facilite información al público sobre la actividad e importancia del terminal, tal como se ofrece en muchos puertos del mundo.

La iniciativa de renovación fue destacada por la presidenta de la Cámara de Comercio y Turismo de Valparaíso Evelyn Henríquez. "Pensamos que esto va a ser un tremendo aporte para el sector y con ello se logra visibilizar que de una vez por todas los intereses del puerto y la ciudad convergen como un todo". Tanto las obras de renovación del Muelle Prat como las de mejoramiento del Muelle Barón deben considerar una política permanente de mantención, teniendo en cuenta las violentas marejadas, especialmente en el último punto mencionado, más expuesto a los embates de oleaje. Sin esa tarea de permanente atención las inversiones que se realicen simplemente quedarán expuestas a un paulatino deterioro.

Históricamente, la Región de Valparaíso ha sido epicentro de desastres socionaturales, generando grandes pérdidas humanas y materiales. Habitualmente, los principales afectados son las familias más pobres y, a su vez, estas tragedias aumentan su precariedad. Así lo hemos visto en grandes incendios forestales en Valparaíso, como el del 2013, con 120 viviendas destruidas, el Gran Incendio de Valparaíso el 2014, el 2017 en el cerro Playa Ancha y hoy en los cerros de Viña del Mar.

Claro está que los desastres no nos afectan a todas y todos por igual, lo que es algo que también ha sido recurrente y que quedó en evidencia, una vez más, en la actual emergencia. Grupos familiares viviendo en campamentos se vieron gravemente afectados. Los factores sociales y las condiciones de habitabilidad influyeron en gran medida en la afectación de estas comunidades, además de la exposición a este tipo de amenazas.

La localización de estas familias no es al azar. La imposibilidad de acceso a la vivienda en el ámbito formal las expulsa de la ciudad y se ven obligadas a habitar en zonas remanentes, sin normar y muchas veces periféricas, lo que las expone a un riesgo constante.

Según el último Estudio de Riesgos elaborado por el Centro de Estudios de TECHO Chile, un 93% de los campamentos localizados entre las regiones de Arica y Parinacota y la Metropolitana está expuestos a una o más amenazas naturales. Estamos hablando de más de 62 mil familias. Y en la Región de Valparaíso es incluso más grave, donde el 89% de las familias viviendo en campamentos está expuesta a dos o más amenazas, siendo las remociones en masa, incendios forestales y la sequía las más importantes.

Valparaíso es la región que concentra la mayor cantidad de familias viviendo en campamentos a nivel nacional y esto responde al constante conflicto que existe por localización, dada la escasez de suelo en el borde costero y a las pocas soluciones habitacionales con subsidios.

Es urgente saber que para erradicar este problema de raíz debemos solucionar la crisis de acceso a la vivienda. Nos encontramos ante un escenario de emergencia habitacional, donde existen cerca de 650 mil requerimientos de vivienda a nivel nacional y se hace difícil apalancar esta urgente necesidad con la oferta que existe.

La mayoría de las veces nos enfrentamos a constantes amenazas que no podemos mitigar. Es por esto que la gestión del riesgo de desastres es fundamental. Podemos mejorar las condiciones de habitabilidad, lo cual disminuiría considerablemente la vulnerabilidad, y también enfocarnos en la exposición de estas comunidades ante las distintas amenazas a las que están expuestas. Es necesario que saquemos aprendizajes de cada desastre. No podemos olvidar que la planificación y el ordenamiento territorial son clave para la disminución del riesgo. Tampoco hay que focalizarse solo en la construcción (o reconstrucción) de una vivienda, sino también en la construcción de la ciudad.