LA TRIBUNA DEL LECTOR
POR CHRISTIAN JANDER, GALERÍA TARQUINIA.
Arte, alimento para cuerpo y alma
¿Por qué el arte y la cultura deben ser pensados como pilares fundamentales al momento de establecer qué entendemos por desarrollo integral de un país? Por una parte, sabemos que el arte es reflejo de la cultura humana y, por eso, las acciones que se sigan para preservarlo, comunicarlo y estimularlo son formas de conservar vivos en el tiempo el patrimonio cultural de pueblos, países y regiones.
Por otro lado, sabemos que el lenguaje del arte es universal y su vigencia atemporal. Esto ha hecho que su enseñanza sea parte de los programas de educación de gran parte de las escuelas de Latinoamérica. El arte y la cultura son espacios de encuentro en la búsqueda de un lenguaje universal, con lo que este binomio ha contribuido a que desde nuestro presente podamos visualizar mejor la manera en que, a través del tiempo, nos hemos visto tanto a nosotros mismos como el mundo que habitamos.
Si lo anterior es el resultado de innumerables investigaciones hechas por expertos profesionales al respecto, entonces para el desarrollo de un país es fundamental impulsar iniciativas artísticas. Está demostrado que las sociedades que más invierten en iniciativas artísticas y culturales, ancladas en una legislación que las promueve, se destacan por ser aquellas con mayores índices de alfabetismo y escolarización, con un reconocimiento a nivel mundial por la calidad de sus centros educativos, con menores índices de violencia y un gran capital social, cultural y humano.
También está demostrado que muchos movimientos de vanguardia que se gestan y empiezan a tomar relevancia a través del mundo del arte y la cultura han llegado a transformarse en revoluciones ideológicas que marcan el rumbo de las sociedades de la región. Como ejemplo de esto puede mencionarse que la consigna "Ni Una Menos" dio nombre a un movimiento feminista surgido en Argentina en 2015, comenzando en Buenos Aires en círculos de artistas, poetas y pintoras, que posteriormente se expandiría a gran escala hacia varios países de Hispanoamérica y otras regiones del mundo. Este caso ejemplifica que muchas veces los grandes cambios comienzan porque diferentes artistas convergen en pensamiento y preocupación.
El arte y la cultura, entonces, funcionan como motor de la comunicación, permitiendo la expresión de emociones, pero también de mensajes que invitan a reflexionar sobre la existencia y las problemáticas sociales. En esta línea, podría considerarse al arte y la cultura como herramientas con el potencial de educar y cambiar sociedades. Aunque en un comienzo puedan parecer pequeñas iniciativas, han logrado que habitantes, y sobre todo los jóvenes encontraran un sentido de pertenencia y apropiación, facilitando su integración a la ciudad arraigados en términos identitarios y, en consecuencia, disminuyendo los índices de marginalidad.
En definitiva, a través del arte y la cultura se habilita un espacio en el que el individuo, pero también la sociedad en su conjunto, pueden crear y expresar distintas ideas, vivencias y problemáticas del día a día. Si el arte es una actividad exclusivamente humana, el ser humano es el único portador de todas las relaciones estéticas, que son resultado de la educación y del medio social en que nos desarrollamos. La forma en que una nación se preocupa por la educación estética de sus ciudadanos es una expresión muy concreta del nivel de desarrollo alcanzado por la sociedad, del sistema de valores que la sustenta, de su ideal del hombre y de su bienestar, de su sentido de humanidad y felicidad, que necesariamente pasa por sus conceptos de belleza, armonía, equilibrio, ritmo, proporción, contraste, complemento y tantos otros que constituyen el conjunto de conceptos propios de la estética. Un mundo mejor también tiene que ser más bello, como más justo, para ser más humano. El sentido de plenitud del ser humano depende tanto de las posibilidades de satisfacer sus necesidades materiales como las espirituales, lo que le otorga un nuevo sentido a la vida, una nueva naturaleza. La educación estética, tanto para la apreciación del arte como para la creación artística, debe prepararlo para ese disfrute del arte, que forma parte inseparable de su existencia.
Recuerdo ahora un antiguo refrán que decía que si tu presupuesto para vivir era tan reducido que tan solo llegaba a dos pesos, entonces con uno de esos pesos debías comprarte un pan para alimentar tu cuerpo y con el otro peso debías comprarte un lirio para alimentar tu alma.
Ojalá el tiempo pueda hacer que veamos un día en que en todo lo que se relaciona con el arte y la cultura de nuestro querido Chile podamos sentarnos a almorzar todos los chilenos y que cada uno de nosotros tenga un ramo de lirios en sus manos.
la niña de los aros (2021),la inquietante obra de edwin rojas.