Los datos duros al cierre del 2022

Las últimas dos semanas han sido pródigas en noticias económicas para el país, ya sea para completar los registros del 2022 y proyectar, en función de ellos, un 2023 que la mayoría de los analistas anticipan complejo.

El 23 de diciembre pasado el Banco Central de Chile informó que al tercer trimestre del 2022 el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo una variación de solo un 0,3% y que solo creció en 11 de las 16 regiones. Sin embargo, el dato más complejo fue la caída del consumo de los hogares del 2,8% en 12 meses en todas las regiones del país. En el caso de nuestra Región de Valparaíso, el PIB regionalizado tuvo un incremento del 2,7%, explicado fundamentalmente por el desempeño de los servicios. No obstante, el consumo de los hogares presentó una caída del 4,8%, incidido por el gasto de bienes no durables.

En esta misma perspectiva macroeconómica, el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de noviembre cayó en un 2,5% respecto a igual mes del año anterior, explicado por la caída del comercio y la industria manufacturera. Es relevante destacar que esta cifra representa la tercera caída consecutiva de la actividad económica, evidenciándose la pérdida de dinamismo de nuestra economía observada desde junio del año pasado.

Respecto al desempleo, a nivel nacional en el trimestre móvil septiembre-noviembre la tasa de desocupación fue de un 7,9%, mientras que la Región de Valparaíso alcanzó un 8,1%, registrándose un aumento de la tasa de desempleo de 0,4% y 0,8%, respectivamente, en relación con igual período del año anterior. En economía, como en otras disciplinas, siempre es necesario una mirada más larga que la coyuntural. Si comparamos para nuestra Región de Valparaíso los datos del trimestre septiembre-octubre-noviembre del 2022 con los del mismo trimestre del 2019, es decir, hace tres años, la tasa de desempleo regional aumentó en 1,32 punto, la tasa de ocupación disminuyó en un 1,47 punto y la tasa de participación cayó en 0,74 punto.

Proyecciones

Los datos presentados por las autoridades económicas nos proyectan un 2023 complejo en lo económico interno, especialmente por un primer trimestre con una recesión anunciada y que todos esperamos sea poco profunda y acotada; y un escenario externo con incertidumbres económicas y políticas derivadas de la evolución de China y de la invasión de Rusia a Ucrania, entre otros temas. Sin embargo, no hay que olvidar que llevamos prácticamente 10 años sin crecer en términos de ingreso per cápita y no se visualiza una agenda de país orientada a estimular el ahorro, la inversión y la productividad que pueda recuperar el crecimiento potencial con robustez y sostenibilidad.

Finalmente, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que la inflación cerró el 2022 con un 12,8% de alza respecto al año anterior, el mayor registro desde el año 1991. Sin embargo, es necesario valorar que el índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo un crecimiento moderado de solo un 0,3% en diciembre, abriéndose expectativas de una menor inflación esperada para el 2023.

"Los datos presentados por las autoridades económicas nos proyectan un 2023 complejo en lo económico interno, especialmente por un primer trimestre con una recesión anunciada y que todos esperamos sea poco profunda y acotada; y un escenario externo con incertidumbres".