Ilegalidad se posiciona en la costa viñamarina
El sector avenida Perú - Muelle Vergara exige un control intensivo ante la presencia de ambulantes y la venta de alcohol y drogas. La situación es preocupante, pues recién comienza la temporada y es lógico esperar que se acentúen los casos que amenazan a los sectores más concurridos.
El comercio ambulante y la venta de alcohol y drogas en el sector del Muelle Vergara amenazan con hacer crisis, afectando a locatarios establecidos y también a los vecinos. Uno de los afectados, que prefiere por temor a represalias mantener su anonimato, sostiene que "el problema ya se les escapó de las manos a las autoridades". Quienes llevan 20 o 25 años trabajando en el lugar denuncian riñas entre vendedores ilegales, que terminan con personas heridas y hasta en casos de homicidios, como el registrado en enero del año pasado en playa El Sol del sector.
Uno de los comerciantes formales del lugar precisa que habitualmente trabajaban hasta las 12 de la noche, pero que ahora se deben retirar a las 8, pues "el comercio ambulante se cree dueño de la calle y hacen lo que quieren". Esta situación ha derivado en una caída en las ventas. Carolina Ríos, presidenta de la Junta de Vecinos del sector de avenida San Martín, reafirma el peligro que reviste la presencia de ambulantes e insiste en que la venta ilegal de bebidas alcohólicas "no ha sido cortada de raíz, porque la inspección de las distintas autoridades no ha sido implementada efectivamente". Advierte la dirigente sobre la insuficiencia del personal policial debido a que estaría atendiendo la contingencia derivada del incendio. Esta insuficiencia deriva en una persistente presencia de ambulantes en el tramo que va desde avenida Perú hasta el Muelle Vergara y los jardines adyacentes.
La Municipalidad, por su parte, informa que diariamente se están realizando "focalizaciones" para controlar el comercio ambulante y la delincuencia. La situación es preocupante, pues recién comienza la temporada y es lógico esperar que se acentúen las ilegalidades que afectan a los sectores más concurridos, pues cuando el control "se va de las manos" de la autoridad se abren espacios para irregularidades que afectan la seguridad y calidad de vida del sector, a residentes, visitantes y también al comercio formal.
Frente a esta realidad es necesaria una presencia policial permanente con controles de identidad y detenciones cuando así proceda. Una focalización especial debe tener el tema de la de droga que busca mercado en ese sector, lo que significa un riesgo general considerando la agresividad propia de los traficantes, que tienen redes con medios de transporte y alto poder de fuego. Controles permanentes, con personal especializado de Carabineros e Investigaciones pueden frenar desde su inicio las operaciones de los traficantes en el sector.
La tarea de la autoridad, con recursos, planificación previa y coordinación en terreno con vecinos y comerciantes, es esencial para garantizar seguridad en la temporada de vacaciones, considerando que esa seguridad debe ser un valor, parte del patrimonio local, en respuesta a una de las primeras demandas de la población que vive justificadamente en un clima de creciente temor.