Pablo Labrín S.

A pesar de sus 81 años, Hernán "Clavito" Godoy se siente más "clarito y lúcido" que nunca. Asentado hace algunos años en la comuna de La Florida, el histórico estratega ha tenido tiempo para reunir recuerdos, dar charlas motivacionales, analizar su futuro deportivo con cierta resignación y criticar sin pelos en la lengua la situación del fútbol chileno y la de su querido Santiago Wanderers.

- ¿A qué se ha dedicado estos cuatro años sin dirigir profesionalmente?

- Han sido años muy movidos. Con ayuda de Marcelo Zunino, quien fue un jugador pavo, pero uno de los futbolistas que más cariño le guardo, me pude instalar como entrenador en unas canchas cerca del Hospital de La Florida. Sin embargo, dirigir ahí era muy peligroso y la delincuencia comenzó a tomarse el lugar, por lo que el proyecto no pudo seguir. En el último tiempo me he dedicado a dar charlas motivacionales en clubes de distintos lugares del país y participar como invitado en cursos de entrenadores, lo cual me tiene muy feliz.

- ¿Cómo se ha sentido a nivel físico y mental?

- De salud he estado muy bien, más allá de mi diabetes, que de vez en cuando me complica un poco. Con respecto a lo mental, me siento muy clarito y lúcido, siempre con ganas de trabajar.

- A propósito de su experiencia como jugador y entrenador, ¿qué le parece la actual situación del fútbol chileno?

- Es decepcionante y tiene una calidad bajísima. Es lamentable cómo no se le da tiraje a la chimenea, al fútbol formativo. Actualmente, los camarines están en crisis, con entrenadores que no marcan respeto o que son muy lejanos a los jugadores, donde no entienden que los futbolistas son personas que necesitan ciertas cosas a nivel emocional. Felicevich se ha apoderado de los clubes y de todas las categorías de la selección. Es una pena ver cómo ha arruinado a Deportes La Serena, por ejemplo, club al que le tengo cariño.Es una situación que me tiene molesto.

- ¿Cómo ve el actual proceso liderado por Eduardo Berizzo dentro de la selección chilena?

- Sin importar el nombre del entrenador, el proceso va a fracasar si no se cambia la estructura del fútbol chileno. Esto es un trabajo serio y hay que recorrer todo Chile para buscar jugadores, de norte a sur, y creo que eso le falta a Eduardo Berizzo. Estamos a diez mil años luz de Europa en calidad futbolística.

- A propósito del recambio dentro de la selección, ¿qué le parece la decisión del nuevo entrenador de seguir contando con los referentes históricos en el equipo titular?

- Me parece mal. La vacas sagradas deben dar un paso al costado, al igual que lo hizo Arturo Sanhueza cuando decidió dejar Fernández Vial. Luchar contra los años no se puede, y más allá de todo lo que entregaron dentro de la Selección Nacional, creo que es momento de darle cabida a los más jóvenes.

- En relación con su ausencia del plano deportivo , ¿consideraría volver a dirigir en algún momento o siente que ya no están las condiciones?

- No me siento retirado. Estoy apto para dirigir, pero creo que, por decir la verdad, ningún club me va a llamar. El problema es que yo soy un entrenador que mantiene sus convicciones y siempre va de frente. El camarín lo mando yo, al igual que lo hacía Fernando Riera o Luis Álamos, y eso no le gusta a las dirigencias.

- Con respecto a su identificación con Santiago Wanderers, ¿qué le parece lo que ha sucedido con el equipo durante los últimos años?

- Ha sido un desastre lo que ha pasado en Wanderers, pero confío en Reinado Sánchez, principalmente por el trabajo serio que ha demostrado, sobre todo en su primera etapa en el club y su experiencia. Creo que es preocupante la cantidad de extranjeros que han llegado, quienes, además de no rendir, tapan a los más jóvenes. Miguel Ponce lo hizo bien en ese sentido, ese era el trabajo que hay que hacer, dándole prioridad a las divisiones inferiores.

- ¿Qué le parece el nombre de Francisco Palladino para comandar al cuadro caturro durante este año?

- No tengo nada contra él, a pesar de que no conoce en profundidad nuestro fútbol, pero no se justifica la existencia del INAF si después la gente que se prepara no encuentra trabajo por entrenadores extranjeros que muchas veces no dan la talla, por eso habría preferido un estratega chileno. Un ejemplo claro es lo que pasó con Magallanes, Curicó o Ñublense, equipos que hicieron muy buenas campañas con técnicos nacionales. Lo que pasó con Jorge Garcés el año pasado es un tema aparte. Él es un buen entrenador, con muchas condiciones, pero le tocó recibir un plantel corto y con una mala base de jugadores, creo yo.

- ¿Cuál es el momento que recuerda con más cariño en su paso por Santiago Wanderers?

- Todos los años fueron memorables. Llevo al club en el corazón. El que juega acá tiene que tener garra y personalidad, si no que se vaya a otro equipo. Siempre le tendré mucho cariño a una institución que me abrió las puertas en muchos sentidos.

- Dentro del contexto futbolero, ¿tiene alguna deuda o deseo no cumplido con respecto a su trayectoria como técnico?

- Creo que dirigir a la selección nacional fue una de las cosas que me habría gustado alcanzar. Estuve muy cerca de hacerlo después del Maracanazo e, incluso, podría haber sido ayudante de José Sulantay cuando él sonaba para dirigir a la selección en el 2007. También me habría encantado dirigir a Colo colo o Universidad de Chile, hubiera sido lindo.

- ¿Cómo evaluaría estos más de 40 años siendo entrenador?

- Estoy muy feliz por lo que he logrado. Estoy seguro de haber dejado un legado importante. Soy un agradecido de todo loque me ha dado el fútbol, el cual me permitió conocer la vida y el mundo. Estoy conforme y me siento tranquilo.

"No me siento retirado. Estoy apto para dirigir, pero creo que, por decir la verdad, ningún club me va a llamar".

"El que juega en Santiago Wanderers debe tener garra y personalidad, si no que se vaya a otro equipo".

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