Camila Calderón

En diciembre de 2022, miles de estudiantes rindieron la nueva Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES), que reemplazó a sus predecesoras, la Prueba de Transición Universitaria (PDT) y la Prueba de Selección Universitaria (PSU).

A nivel nacional, esta versión renovada del tradicional test utilizado para el proceso de admisión a la educación universitaria dejó un total de 523 puntajes nacionales de 1.000 puntos, el tope máximo de esta nueva escala. Así lo dieron a conocer desde el Ministerio de Educación, informando que de las 496 personas recién egresadas que obtuvieron puntajes máximos, 348 fueron hombres y 148 mujeres.

Por otro lado, en el caso de la Región de Valparaíso, la instancia dejó 28 puntajes nacionales. Ante este escenario, el académico e investigador Fuad Hatibovic, director de Análisis Institucional de la Universidad de Valparaíso (UV), realizó un análisis a profundidad de los resultados.

Allí buscó dar cuenta del rendimiento de los diversos establecimientos de la Región de Valparaíso a partir del promedio que sus estudiantes obtuvieron en las pruebas obligatorias de Lenguaje y Matemáticas, lo que permitió generar un ranking de colegios por dependencia, es decir, los particulares pagados, subvencionados y públicos, ya sean municipales o dependientes de los servicios locales de educación.

El estudio en su metodología agrupó 75 establecimientos, divididos en grupos de 25 según su dependencia. Otro aspecto fueron las cifras, "hemos calculado el puntaje promediando la prueba de competencia lectora con matemática y hemos eliminado aquellos establecimientos con menos de 10 estudiantes", explicó a la Radio Valentín Letelier.

Desigualdad social

Al ser la primera vez que se aplica esta prueba, también hay un objetivo nuevo de por medio: evaluar competencias y habilidades y no solamente el conocimiento.

Con esto en mente, el académico sostiene que hay un punto central en el cambio de las mediciones de la PAES, respecto de sus predecesoras. "No se normalizan los puntajes, sino que son la expresión real del rendimiento de los estudiantes. También tiene un rango de resultados más amplio, se dice que para obtener una mayor precisión en los puntajes", aseveró.

Entre los particulares pagados destacaron el Colegio Alemán de Valparaíso, ubicado en Viña Del Mar, con 79 alumnos, promediando 813,2; el Colegio Británico St. Margaret's, ubicado en Concón, cuyos 64 alumnos promediaron 805,7, y The Mackay School de Viña del Mar, con 45 estudiantes promediando 787,3.

De los particulares subvencionados destacaron el Colegio Leonardo Da Vinci de la comuna de Llay-Llay, con 16 promediando 713,3; el Colegio Pehuén de Cabildo, cuyos 14 alumnos promediaron 680,6, y el Colegio María Auxiliadora de Viña Del Mar, con 49 estudiantes que tuvieron un promedio de 677,1.

Por último, entre los establecimientos de dependencia estatal (municipal - SLEP) destacaron el Liceo Bicentenario Técnico Profesional Mary Graham de Villa Alemana, de dependencia municipal, con 68 jóvenes marcando como promedio 643,8; el Instituto Bicentenario J. Miguel Carrera de San Antonio, también municipal, con 91 estudiantes promediando 635,8, y el Liceo Bicentenario Marítimo de Valparaíso, dependiente del Servicio Local de Educación, con 96 estudiantes promediando 600,7. En este ámbito cabe destacar al Liceo Eduardo de la Barra, que se ubicó en el quinto lugar, con 241 estudiantes, el grupo mayor entre todos los establecimientos, promediando 580,5.

Al respecto, Hatibovic fue enfático en señalar que "si miramos globalmente, por supuesto surgen las diferencias estructurales entre tipos de establecimientos y por lo tanto, esto da cuenta de la necesidad de hacernos cargo de esta problemática y (...) fortalecer la educación pública estatal".

"Surgen las diferencias estructurales entre tipos de establecimientos".

Faud Hatibovic, Director de Análisis Institucional de la Universidad de Valparaíso

El exgerente de Merval, Norman Partarrieu, valoró el anuncio del trazado para el tren entre Santiago y Viña del Mar y criticó a quienes dicen que el proyecto debió incluir otras comunas, como Valparaíso, San Antonio o Casablanca.

El ingeniero civil, mandamás de Metro de Valparaíso entre 1990 y 1995 e integrante de la Comisión de Transportes del Colegio de Ingenieros de Chile, destacó que se haya puesto fecha al proyecto y relevó la importancia de que el país tenga más ferrocarriles.

"En todas nuestras propuestas como Colegio de Ingenieros está la recuperación de la infraestructura ferroviaria en general, porque los indicadores que dan el foro económico mundial, que analiza 144 países, ubica a Chile en el puesto 57 por su calidad de estructura ferroviaria y en el puesto 27 por su calidad de infraestructura vial. Es decir, tenemos un atraso muy grande en la infraestructura ferroviaria", partió diciendo.

Por ello, dice que "cualquier proyecto que recupere esto, es bienvenido. Es muy positivo el proyecto del tren Valparaíso -Santiago, y sobre todo porque no se han expresado otras cualidades que tiene ese proyecto y que las hemos venido estudiando durante muchos años. Por ejemplo, la integración territorial entre la zona norte de Santiago, comunas muy deprimidas como Tiltil, Batuco y poder conectar con la zona de Llay-Llay y La Calera, y la posibilidad de restablecer los trenes desde Los Andes a Limache, la conexión Tiltil-Limache. Es decir, acá se abren un mundo de posibilidades que pueden ser iniciadas de inmediato, no hay que esperar 10 años para poder hacer el sistema ferroviario".

Sobre por qué demoró tanto en tomarse la decisión a nivel de Estado, planteó que "faltó voluntad política. Yo inicié los servicios de pasajeros cuando estuve en Merval, el año 92, a Santiago. Alcancé a hacer del orden de los 100 servicios y en ese momento la dirección de ferrocarriles me indicó que por instrucciones del ministro de Hacienda no podía continuar con los servicios. Siempre me quedó la idea de que cuando se dieran las circunstancias, poder hacerlo. Esto es un tema de voluntad y decisión política".

Que presenten ideas

Consultado por las críticas de algunos alcaldes que cuestionaron que la línea no pasara o llegara directamente a sus comunas, señaló que "la ciudad de Valparaíso eligió el modo vial, se vendieron todos los terrenos que había y hubo presión para que ferrocarriles vendiera los terrenos para la operación naviera. Si mira un mapa de los años 60, 70, va a ver todo el terreno que tenía y todo eso fue ocupado por agencias y operadores portuarios. Entonces, Valparaíso mismo, como ciudad, le hace el quite al tren. Más que rechazar el proyecto, el gobernador (regional) y el alcalde de Valparaíso, si tuvieran vocación ferroviaria, deberían presentar ideas para mejorar el proyecto".

A su juicio, la iniciativa puede estar "mucho antes que en 2030. Si usted hoy pone un automotor en la estación Alameda y lo lleva por la línea Valparaíso, funciona perfectamente. Está perfectamente operable la vía, hay que hacerle ajustes. La hora y media de viaje, yo creo que se puede lograr en menos de 5 años".

"Está perfectamente operable la vía, hay que hacerle ajustes. La hora y media de viaje, yo creo que se puede lograr en menos de 5 años".

Norman Partarrieu, Exgerente de Merval

De las 110 postulaciones recibidas a nivel nacional e internacional, Barbarita Lara, ingeniera e innovadora con foco social, se convirtió en la ganadora de la primera versión del Premio Ada Byron Chile.

El reconocimiento, que surgió en la Universidad de Deusto, España, llegó a Chile gracias a la Universidad Andrés Bello (UNAB) y visibiliza el aporte que realizan las mujeres del país en la ingeniería, tecnología y otras áreas científicas.

Barbarita Lara, ingeniera de ejecución en Informática, es también cofundadora y CEO de Emercom. También creó el sistema SIE, que permite enviar mensajes de emergencias a la población afectada por un desastre natural, incluso cuando no hay internet.

"Llevo más de cinco años haciendo cosas en terreno (...) intentando mostrarles que la tecnología es una herramienta empoderadora, entonces para mí es un honor poder recibir este reconocimiento", señaló.