Desde el punto de vista político no será un verano tranquilo. La semana se inicia con incertidumbre para La Moneda, pues se debe votar en la Cámara de Diputados la acusación constitucional contra el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, en tanto se inicia la revisión del libelo contra la exministra de Justicia, Marcela Ríos. Todo lo anterior mientras sigue flotando el tema de los indultos.

Se suma a lo anterior el plazo para la designación de candidatos al Consejo Constitucional. Las postulaciones deben estar definidas el martes 7 de febrero para la elección con voto obligatorio que tendrá lugar el domingo 7 de mayo. En lo regional ya están apareciendo nombres y también posiciones en cuanto a posibles pactos con el objetivo de llenar los cinco cupos que corresponden a Valparaíso.

La Unión Demócrata Independiente (UDI) acordó en su Consejo Regional postular al exdiputado Edmundo Eluchans, sin perjuicio de negociaciones con Renovación Nacional y Evópoli y de buscar nombres "más allá de los límites naturales de Chile Vamos", según afirmó el senador RN Francisco Chahuán. En esa posición coincide José Mardones, presidente regional de Evópoli, quien habla de expertos y personas de reconocida trayectoria académica.

En las filas oficialistas para Alejandra Toledo, presidenta regional de Revolución Democrática (RD), los candidatos deben tener capacidad de diálogo. Optimista, el diputado socialista Tomás de Rementería afirma que su colectividad ya tiene nombres "de alto perfil de elegibilidad y valorados por la ciudadanía". Luis Cuello, diputado comunista, sostiene que se evalúan distintos nombres y que la colectividad tiene "dirigentes competitivos". Insiste en una lista única de Apruebo Dignidad y el Socialismo Democrático que "ojalá comprenda no solo a la socialdemocracia, sino que también a la DC".

Gianni Rivera, vicepresidente nacional de la otrora poderosa DC, advierte que "no somos parte del Gobierno y no estamos en la línea de este Gobierno" y espera un acuerdo en la centroizquierda.

Marginado de la búsqueda de candidatos, Modatina, el grupo del gobernador Rodrigo Mundaca, se suma a un acuerdo que rechaza lo que llama "proceso espurio" y convoca a "retomar la movilización social tras las demandas sociales y políticas expresadas en la revuelta de 2019". Pareciera que, dado el sentir expresado el 4 de septiembre y los resultados de las últimas encuestas, los tiempos no están para "movilización social" y el llamado es una complicación más para La Moneda.

Esas mismas advertencias obligan a los partidos y movimientos a postular candidatos que sintonicen en la formulación de una Carta que concite el apoyo ciudadano, de solidez a la institucionalidad y permita al país recuperar el tiempo perdido y retomar la ruta del crecimiento, gran desafío en medio de un complejo escenario internacional.

El sufragio femenino en Chile es una consecución histórica que debemos revalorar permanentemente. La lucha por esta conquista fue muy diferente a la que se dio en contextos europeos y norteamericanos, pues las chilenas no salieron a la calle a protestar o marchar, sino más bien se organizaron en clubes y asociaciones para debatir y difundir sus ideas y editaron periódicos que les permitieron difundir sus pensamientos en medio de la clase política tradicional y machista, que no siempre fue solidaria con sus aspiraciones.

Por ello, cuando en 1934 se aprobó el voto femenino para las elecciones municipales, no fue un hecho coyuntural o aislado, sino más bien fue producto de un proceso que puso en una constante distintas dinámicas sociales, políticas y culturales. Así, la proclamación de la Ley Nº 9.292 del 14 de enero del 1949, marca la participación femenina en política para elecciones presidenciales como parlamentarias en nuestro país, cuando bajo el gobierno de Gabriel González Videla, y tras largos años de discusión en el Congreso, se instaura el voto universal para las mujeres, participando por primera vez en la elección presidencial de 1952, donde fue electo Carlos Ibáñez de Campo. Gracias a este hecho nos convertimos en ciudadanas activas con poder de decisión a la hora de definir los destinos políticos de la nación.

Sin embargo, Chile fue el décimo país latinoamericano en conceder este beneficio. Antes se había logrado en países como Ecuador (1929), Brasil, Uruguay y Cuba (1934), República Dominicana (1942), Guatemala (1945), Panamá (1946), Argentina y Venezuela (1947). Tras la promulgación de la Ley se comenzó a evidenciar cómo las mujeres fueron ganando terreno y ocupando cargos de relevancia en el Congreso Nacional. Así, Inés Enríquez Frödden, en marzo de 1951, fue elegida diputada por la provincia de Concepción en una elección complementaria y María de la Cruz Toledo, en 1953, asumió como la primera senadora de la República.

Pese a estas situaciones históricas, debieron pasar varios años para que las mujeres llegaran a tener puestos protagónicos en nuestra política. Sin embargo, el punto más importante en este sentido fue cuando un 15 de enero del año 2006, Michelle Bachelet Jeria ganó la elección presidencial con un sorprendente 53,49% de los votos, respaldo popular que le permitiría comandar la primera magistratura de la nación. De esta forma, por primera vez Chile tuvo una Presidenta de la República, elegida democráticamente. No obstante todo el camino recorrido, nuestros derechos y deberes ciudadanos siguen siendo diversos y desafiantes, y la búsqueda de la igualdad sigue siendo una constante histórica.