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Seguridad en los puertos
Lamentamos un nuevo robo de contenedores ocurrido recientemente en dependencias de un terminal extraportuario en la comuna de San Antonio, y que esta vez afectó carga de exportación clave para el país, como es el cobre.
Si bien no es un situación que haya afectado directamente a nuestro puerto ni a sus operadores, coincidimos con el llamado que diversos actores de la industria logística, entre ellos la Cámara Marítima y Portuaria (Camport), han hecho, en el sentido de que hoy es más urgente que nunca incrementar la coordinación público-privada en materia de seguridad del comercio exterior.
Este tipo de delitos, ocurridos en el último tiempo en distintas rutas y recintos logísticos de la región y del país, aumentan la sensación de inseguridad e incertidumbre entre los actores de la cadena logística-portuaria en su conjunto y perjudican una actividad imprescindible para todo el país.
Como actividad portuaria hemos hecho nuestra parte: hemos sesionado con el Comité de Organismos Públicos y la Comunidad Logística de San Antonio (COLSA), hemos impulsado distintas instancias de trabajo con los transportistas y agentes de aduana, activando acciones para colaborar en la seguridad de las cargas que ingresan al país a través del puerto.
Sin embargo, es momento de acciones decisivas, colectivas y colaborativas que exceden los esfuerzos que cada puerto o zona portuaria haga.
Creemos que estos hechos ameritan una intervención de fondo y en conjunto entre las autoridades, las policías y los distintos actores que son parte de la industria marítima y logística. Una acción público-privada nacional y decisiva para la cual, desde ya, como Puerto San Antonio, nos ponemos a disposición de las autoridades y gremios del sector para trabajar articuladamente.
Luis Knaak Quezada Gerente general Puerto San Antonio
Ruidos molestos
El artículo 3° de la ordenanza de ruidos molestos de Valparaíso prohíbe especialmente: c) "Producir música de cualquier naturaleza en la vía pública, salvo expresa autorización de la Alcaldía, y en absoluto el uso de difusores, y todo sonido, cuando puedan ser percibidos por el oído desde el exterior o por los vecinos, causando molestias".
Es decir, todo lo contrario de la costumbre consentida y extendida de quienes se toman las calles y las plazas con amplificadores, sintiéndose con derecho a tocar instrumentos y cantar a cualquier hora y en cualquier sitio. Y ni hablar de algunos locatarios de pubs y terrazas que piensan que pueden mantener amplificadores hacia la calle como estrategia para atraer mayor cantidad de público, olvidando que contribuyen a la saturación acústica de diversos espacios de la ciudad, arruinando la vida de numerosos vecinos.
Peor aún, ha sido el propio municipio de Valparaíso el que aprobó en 2020 una ordenanza de artes callejeras que busca fomentar su ejecución en bienes nacionales de uso público -especialmente en plazas y miradores-, olvidando que si hace 40 años la música callejera era moderada y daban ganas de quedarse a escucharla. Hoy, salvo excepciones, se ha transformado en una estridencia infernal en cualquier sitio donde alguien decida instalarse con un amplificador. Así, simplemente, no se puede vivir.
¿No será hora de hacer cumplir de una vez nuestra ordenanza de ruidos molestos?
Rodrigo Díaz Yubero
Reconciliación nacional
En una reciente encuesta realizada por Panel Ciudadano-UDD ante la pregunta sobre si la conmemoración de los cincuenta años de la intervención militar de 1973 debe "tratar de reconciliar al país y mirar hacia al futuro" o "recordar las violaciones a los derechos humanos", un 63% se inclina por la primera opción.
Ojalá que tal conmemoración se convierta en un momento de diálogo y de reconciliación; un momento que promueva la reflexión, la amistad cívica, el reencuentro y la unidad entre los chilenos. Si bien no es posible ni conveniente olvidar el pasado, debemos privilegiar el futuro. Cincuenta años es un tiempo más que suficiente para comprender lo realmente ocurrido y desterrar odios derivados de una tragedia en la que hubo culpas compartidas.
Deberíamos aprender la lección que nos diera el almirante Jorge Montt Álvarez, quien, como Presidente de la República y con gran prudencia política, dictó cuatro leyes de amnistía al término de la dramática y sangrienta Guerra Civil de 1891; una vía de reconciliación política con la que dicha guerra fue clausurada jurídicamente.
La reconciliación nacional pasa por un honesto análisis e interpretación de lo sucedido en Chile desde el año 1970 en adelante.
Adolfo Paúl Latorre
Balance de gestión
Tal vez, más que hacer nuevas cosas para mejorar los guarismos en las encuestas, el Presidente Gabriel Boric debería hacer una profunda reflexión y buscar las causas que han incidido en las magras cifras haciendo un certero balance entre todo lo que prometió realizar en la primera campaña electoral y lo que modificó y agregó para la segunda vuelta. De esta forma podrá confrontar esas conclusiones con lo que ha realizado concretamente en los hechos hasta el día de hoy. A partir de ahí, con el balance en la mano, debe buscar desenredar la madeja que se veía tan ordenada, amigable y esperanzadora hasta el mismísimo 11 de marzo del 2022 y días posteriores.
Luis Enrique Soler Milla
Benjamín Mackenna
Ha partido Benjamín Mackenna, alma y voz de los Huasos Quincheros. El aporte de Benjamín Mackenna a la música chilena, como a la difusión de nuestras tradiciones, lo alza como uno de los más importantes folcloristas de todos los tiempos de nuestro país y, aunque una faceta menos señalada, también de Latinoamérica al incluir en su repertorio lo mejor de las creaciones de tantos autores de nuestra región. Los amantes del bolero damos cuenta de su versatilidad musical. Una de sus canciones mejor logradas como solista (siempre acompañado del laureado conjunto) es aquella que nos habla "del mensaje de amor que nos dejaron los viejos". Su mensaje de amor por Chile será imborrable. Gracias quinchero.
Francisco Bartolucci Johnston
Verdadero problema
Ser ignorante no es ningún pecado, pues en todos los ámbitos de la vida siempre habrá algo que ignoremos. Hasta el más sabio puede ser ignorante en alguna materia. El verdadero problema está en no reconocerlo y alardear de saberlo todo, cuando en realidad sabemos menos de lo que pensamos. Por lo tanto, evitemos ser irónicos o sarcásticos con el que aparentemente desconoce algo. Podría suceder que ese ignorante, en alguna oportunidad, nos dé lecciones en alguna materia desconocida para nosotros y nos deje en ridículo.
Jorge Valenzuela Araya