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se financia la atención de salud, las licencias médicas y los servicios anexos para dar esa cobertura. Lo que tiene que hacerse es que se ponga en funcionamiento el fallo y simultáneamente se mantenga el equilibrio del sistema para que se pueda seguir funcionando operativamente en forma adecuada y correcta y cumpliendo con la cobertura de las personas. Nosotros creemos que la mayoría de los chilenos quiere transitar a una reforma de salud, pero evidentemente una que sea debatida y consensuada, como funcionan normalmente los cambios legales en Chile, y no un eventual caos que se puede producir. Porque hay que recordar que la falla de las isapres no es solo la falla de las isapres, sino que esto también acarrea serios problemas también por el lado de los prestadores.
- ¿Cuál sería para ustedes el peor escenario?
- El peor escenario es que efectivamente no se cumpla con esa condición y que, por lo tanto, la interpretación de la superintendencia lleve a una situación en que aumente el desequilibrio que están viviendo las isapres y por tal razón impida que puedan seguir funcionando. El fallo nosotros entendemos que no termina con las isapres, no es ese el propósito, y si eso llegara a ocurrir, nosotros interpretamos que es porque se aplicó una mala metodología para ponerlo en práctica.
- ¿Hoy ingresa menos de lo que egresa?
- El último dato que existe es a septiembre del 2022 y mostraba que ingresaban 100 pesos y se utilizaban 107 en dar la cobertura de los beneficios y de los servicios necesarios. Hay un déficit de alrededor de siete puntos entre ingreso y gastos.
Reinversión
- Una de las razones de la crisis sería que se decretó el congelamiento del valor de los planes durante la pandemia, pero fueron las mismas isapres que de motu proprio lo hicieron como un beneficio a sus afiliados. ¿Les fallaron los cálculos?
- Cuando recién comenzó la pandemia, el año 2020, a los pocos meses las propias isapres dijeron que se producía un congelamiento de alrededor de tres o cuatro meses, por un número limitado de meses en la adecuación de precios, pero posteriormente vino un proyecto de ley que se analizó en el Congreso que lo que hizo fue congelar los precios por un periodo mayor. En realidad el periodo que pasó con los valores congelados fue muy largo. Recordemos cómo los precios estaban vigentes al momento del congelamiento eran aquellos que se habían calculado con la información del 2019. O sea, los valores tenían un desfase de actualización en cuanto a su uso y valores muy importante.
- ¿Cómo se puede explicar que en solo dos años de pérdidas todo el sistema esté en peligro si tuvieron cuatro décadas de ganancias millonarias?
- Primero, para entender un poco la magnitud, es importante tener presente lo siguiente: las pérdidas acumuladas a septiembre de 2022 son alrededor de 275 mil millones de pesos. Eso equivale a todos los excedentes o utilidades en los siete años anteriores. Eso quiere decir que la magnitud es tan alta que los nueve años en realidad tienen un resultado cero. Después, hay que tener presente que cuando se van produciendo años positivos en todos los sectores en el mundo privado, incluyendo la salud, lo que se hace con esas utilidades o excedentes es reinvertirlos. Lo que se estuvo haciendo en todo este tiempo fue reinvertir en la isapre para que haya tecnología y con esto sea más fácil dar los beneficios. O también se reinvierte en prestadores. De esta manera es que hoy existe una red a lo largo de todo Chile que tiene una tremenda capacidad. Por lo tanto, no es que existan los fondos o que estén disponibles en alguna parte. Pero respecto de la crisis que estamos viendo al día de hoy lo que hay que tener en cuenta es que es una crisis que puede efectivamente detener el futuro no solo de las isapres, sino que del desarrollo del sector privado de salud. Y, por lo tanto, más bien miremos cómo nos hacemos cargo de que ese futuro esté resguardado en cuanto a poder seguir aportando. El sector privado de salud atiende al 50 por ciento de la población. Atiende a los tres millones de personas que están en isapre y a la mitad de la población que está en el sector público y que le dan un servicio a lo largo del año. Hay una colaboración muy alta desde el punto de vista de las personas en lo que a atención de alta complejidad se refiere. La caída del sistema privado nosotros pensamos que podría causar un daño tremendo a la salud pública.
"no buscamos salvataje"
- ¿Y usted cree que efectivamente hay sectores que quieren la caída de las isapres?
- Mira, la verdad es que esperamos que no. Esperamos que así no sea, porque, por lo mismo, lo que hay hoy es una crisis puntual. Hay una situación puntual que está delimitada y que tiene que ver con que el sistema venía saliendo de una crisis. Lo que hay ahora es el tema de poner en práctica el fallo y hay que concentrarse en que se ponga en práctica correcta y adecuadamente, de tal manera de permitir su cumplimiento y además mantener el equilibrio y salir de esa situación. Una vez hecho eso, podemos entrar en un debate y una reforma para poder ir solucionando los problemas y haciendo todos los análisis de todo tipo de puntos de vista. Estamos por equilibrar el sistema mientras se apruebe una reforma.
- ¿Esperan un salvataje del Gobierno?
- No. Nosotros, las isapres, no buscamos ningún salvataje. Lo que se busca únicamente es que se nos den las condiciones para poder ir funcionando normalmente. Esto es, poder recibir las cotizaciones de aquellas personas que libremente eligieron estar en una isapre y que las cotizaciones permitan ir dando los beneficios que están pactados en los contratos y las coberturas y con esto darles el acceso a las personas para solucionar su problema de salud. Va a depender del Gobierno si se daña el sector privado o si, efectivamente, creamos las condiciones para poder ir desarrollando esta esperada reforma del sector salud que la población desea.
- Su antecesor, Rafael Caviedes, dijo que las isapres no pueden darse el lujo de recibir enfermos. ¿Usted se hace cargo de esta afirmación?
- Nosotros pensamos que hay que mirar al futuro, hay que pensar en el futuro, no calificar los hechos que ya sucedieron. Tratemos de darle continuidad y normalizar el funcionamiento, démonos los espacios para ir haciendo todas las correcciones que se requieren para que el sector público y privado de salud funcione de una mejor manera.
- Se habla de más de mil millones de dólares que tendrían que devolver a los afiliados por la aplicación del fallo.
- Eso es difícil de proyectar porque, tal como hemos visto en los medios en las últimas horas, la superintendencia ha informado sobre notas de cómo se registran estos antecedentes en los balances y en esas mismas instrucciones se reconoce que a estas alturas no hay una metodología. Por lo tanto, no hay una forma de calcular los efectos que esto tiene. Por eso es que estamos pidiendo que se acelere el proceso, para contar lo antes posible con esos lineamientos. Al día de hoy, la verdad es que, al no disponer de estos, no se dispone de números de cuánto es el efecto que esto podría tener.
"El fallo nosotros entendemos que no termina con las isapres, no es ese el propósito, y si eso llegara a ocurrir, nosotros interpretamos que es porque se aplicó una mala metodología". "Nosotros, las isapres, no buscamos ningún salvataje. Lo que se busca únicamente es que se nos den las condiciones para poder ir funcionando normalmente".