LA PELOTA NO SE MANCHA Machirulos por TNT Sport
POR WINSTON POR WINSTON
Machirulo es el término que se utiliza en España para designar al hombre que ostenta su machismo con arrogancia y sin disimulo. Llegué a él a través de una serie de Netflix llamada Machos Alfa. En resumidas cuentas, la serie muestra a un grupo de cuarentones, viejos amigos aficionados al pádel, que comienzan a perder sus privilegios y vivir múltiples conflictos por las políticas de género, los movimientos feministas, y las nuevas sensibilidades. Un mundo nuevo donde el macho que no se "deconstruye", termina siendo aniquilado por los nuevos valores que imperan en la sociedad.
Pienso en Machos Alfa cuando veo en el canal TNT (ex canal del fútbol) el programa "Todos somos Técnicos". Conducido por Manuel de Tezanos, Gonzalo Fouillioux o Marcelo Muñoz, el panel principal está compuesto por Aldo Schiappacasse, Claudio "Bichi" Borghi, Marcelo "Toby" Vega, Juvenal Olmos, Johnny Herrera, Luis Marín y otros machos que se alternan en el set de televisión.
Al inicio, Tezanos intentó controlar los exabruptos de los panelistas con tarjetas amarillas y rojas, según el nivel de la talla, como si fuera un árbitro, pero terminó siendo contraproducente, y hoy día los protagonistas del programa, como hormonales colegiales, se esfuerzan por ser el primero en ser expulsado del panel.
Meterla, sacarla, el chico, el ombligo, libre de polvo y paja, todo lo que se diga puede ser usado en contra de su significado original, en una doble lectura hilarante para los "mal pensados" del panel. Pero lo que puede aparecer como una salida ingeniosa, hoy es la rutina boba la que terminó por caracterizar a este programa, más que los análisis especializados.
Borghi y Vega que antes desplegaban todo su talento en la cancha, hoy hay puesto su genio al servicio de este grupo, liderando la banda con los chistes de doble sentido y arrastrando al resto del equipo a una dinámica que ya parece desatada.
Es curioso, pero el fútbol debe ser uno de los pocos espacios donde todavía está tan marcado los géneros según las modelos tradicionales. No me refiero al futbol femenino o a la presencia de árbitras, sino más bien al machismo que acontece en las graderías. Es cosa de reparar en la forma despectiva de referirse a los rivales: siempre es en términos femeninos, con etiquetas como las zorras, las madres o las monjas. Las mismas barras persisten en ataques sexuales hacia el rival como si se tratara de un ajuste de cuentas en el peor de los recintos penitenciarios. Lo curioso es que se trata al oponente de homosexual como si fuera un insulto, pero al mismo tiempo se lo amenaza con violentarlo sexualmente.
En los mismos estadios, tanto en el público de la galucha, la tribuna o el palco VIP, acusar a un jugador de "maricón" o "gay" sigue siendo la principal munición. Todavía el público se burla con más fuerza que ingenio de un peinado o de un gesto que luce demasiado femenino para provenir de un macho recio.
Por eso no es extraño el éxito de "Todos Somos Técnicos". Verlo, además, es como estar en un asado con ex compañeros de colegio, donde no hay límites ni pudor y todo siempre terminan siendo burlas y risas idiotas relacionadas con el sexo.
Auguro que no va a pasar mucho tiempo hasta que alguien se sienta ofendido por las provocaciones de los machirulos de TNT, los acusen de misóginos, homofóbicos u ordinarios.
Mientras esto no ocurra, algunos podrán seguir disfrutando este programa de un grupo de machirulos que lucha contra la corrección política, pero por sobretodo, contra su propia extinción.