Backstreet Boys en Viña del Mar
La presentación del grupo norteamericano en el Estadio Sausalito es un ejemplo de lo que se puede conseguir a futuro en la Ciudad Jardín.
La pregunta es: ¿se pueden hacer shows masivos en Viña del Mar? Es difícil dar una respuesta, dadas las condicionantes que presenta cada show en particular. Así, está claro que cualquier partido de fútbol que involucre a barras bravas de Colo Colo o Universidad de Chile es un disparo en los pies, por cuanto todo empieza y termina con desalmados causando desórdenes, armando grescas, cometiendo incivilidades, tirando fuegos artificiales (en esa descerebrada costumbre de los banderazos, hotelazos o como se llamen) y destruyendo el estadio o sus alrededores.
Siguiendo con el fútbol, tampoco es ningún misterio que en Viña del Mar suelen mirar para otro lado y argumentar cualquier pretexto para sacarse de encima a Santiago Wanderers y su hinchada, cuando éste ha pretendido arrendar Sausalito por motivos de fuerza mayor.
También están en el vecino Sporting Club las distintas jornadas hípicas, las fiestas y fondas, y los polémicos conciertos de DJ's que suelen enervar a los vecinos con sus decibeles; o los siempre masivos conciertos de la Quinta Vergara, amén del propio Festival de la Canción.
Pero anteayer se dio un caso bastante atípico, cual fue llevar a un grupo de fama mundial como los Backstreet Boys al Estadio Sausalito, recinto que no recibía esa cantidad de público (unos 32 mil espectadores según los organizadores) para un evento no futbolístico desde enero de 1996, como bien recuerdan los memoriosos citando la visita de Led Zeppelin, teloneado por The Black Crowes, organizado coincidentemente por DG Medios, la misma productora del miércoles. Si usted, paciente lector, tuvo un dejo de nostalgia, permítanos recordarle que las entradas se vendían en la disquería Gaponov y en la Casa Amarilla de Viña del Mar. Ese día, cómo no, hubo un incendio forestal y un embotellamiento histórico en Agua Santa. También se cayó uno de los generadores eléctricos del estadio. Pero nadie recuerda que la ciudad haya colapsado.
La gira de los Backstreet Boys, llamada DNA World Tour 2023, que los tuvo en Brasil y Argentina, y que ahora los llevará por Japón, Taiwán, Filipinas, Singapur, Australia y Nueva Zelanda, eligió Viña como fecha única en Chile, marcando la importancia que puede asumir un escenario como éste en el imaginario de grandes bandas mundiales. Más allá de las lógicas molestias que pueden haber sufrido los vecinos, lo cierto es que el comportamiento del público -eminentemente femenino, nostálgico de los años noventa y ansioso de volver a sentir lo que la simpática banda le generaba en sus inicios- trajo consigo un importante flujo de turistas venidos desde muchas partes del país exclusivamente a este evento, con todo el círculo virtuoso para el turismo que ello acarrea.
La alianza recientemente retomada con DG Medios y la posibilidad de sumar nuevos espectáculos de distinto corte es un potente estimulante a la hora de visualizar el potencial de Viña del Mar, ciudad que debiese retomar su corona de uno de los mejores destinos latinoamericanos para el turismo. Si las cosas se siguen haciendo de esta forma, el objetivo no debiese estar muy lejos. Que así sea.