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diez comunas incluidas en el estudio -Quillota, Concón, Valparaíso y Villa Alemana- los encuestados consideran que su trabajo les entrega menos seguridad económica respecto a 2021, mientras en ciudades como Valparaíso y San Felipe solo la mitad de los ciudadanos consideran que sus ingresos están acorde al mercado laboral.
El académico de la Universidad Adolfo Ibáñez e investigador del Núcleo Milenio para el Estudio de la Política, Opinión Pública y Medios en Chile, plantea que "al leer los datos de la encuesta, observamos que 7 de cada 10 respondientes declara no tener ninguna capacidad de ahorro. Se trata de ciudadanos que ante cualquier dificultad quedan en problemas serios. En un contexto de creciente inflación, esto ciertamente afecta el día a día de las personas".
Estas dificultades financieras claramente impactan en el bienestar individual de los ciudadanos, expone, y hace ver que "2022 es bien inédito en ese aspecto", por cuanto todos los indicadores de esa categoría disminuyeron significativamente respecto del año pasado. "Los resultados generales de la encuesta entregan bastantes pistas que nos ayudarían a identificar los factores que están incidiendo en este retroceso. Lo que está claro es que la labor de las autoridades impacta no solo a nivel de comunidad, sino que también a nivel individual".
Crisis, estrés y adaptación
Sin desmedro de que considera pequeña la muestra utilizada en la encuesta, la académica de la Universidad de Playa Ancha, Lillian Loezar Pérez, doctora en Neurociencia Cognitiva Aplicada y directora nacional del Colegio de Psicólogos de Chile, observa que por una parte baja la percepción de que el trabajo entrega seguridad económica, pero por otra sube el porcentaje de quienes declaran que les permite tener más tiempo libre para dedicarlo a sus intereses personales, lo que pudo deberse al teletrabajo u otro cambio en las condiciones laborales, pero de todas maneras constituye un potente indicador de felicidad lo que se traduce en trabajadores más operativos, eficaces y eficientes.
Igualmente le llama la atención la baja que se produce en comunas agrícolas, como Quillota y San Felipe, respecto a si el salario es acorde al mercado laboral, lo que atribuye al impacto de las condiciones climáticas, en especial la escasez de agua, sobre estas actividades, de modo que le parece un antecedente interesante de evaluar para fines de políticas públicas.
Respecto de la caída en los indicadores de bienestar individual, plantea que ello puede estar relacionado con las condiciones sociales de inseguridad que se están viviendo, el aumento de la violencia o los efectos de la pandemia en la conducta de las personas.
Al relacionar esos resultados con los niveles de felicidad que declaran los encuestados, hacer ver que si bien sube cinco puntos porcentuales, de 30% en 2021 a 35% en 2022, la cifra de personas que se declaran felices, también baja de 46% a 43% en el mismo lapso la de quienes se consideran muy felices, de manera que, al menos, esta dimensión se mantuvo.
"Más allá de los puntajes, hay que recordar que nosotros, como personas adaptativas, tuvimos una crisis existencial", cuando a causa de la pandemia se pasó al encierro casi total, lo que implicó una fuerte exigencia de adaptación, expone la experta. "El 2022 también fue duro, pero con una apertura", un periodo de grandes aprendizajes y nuevamente capacidad de adaptación, que luego del estrés y el agotamiento da paso a la sensación de dejar atrás esa desafortunada experiencia.
Subraya que la satisfacción que eso causa, en especial si la persona no se vio expuesta a situaciones traumáticas, genera sensación de logro y felicidad. "Y eso es un juego que hace el cerebro protector, porque la felicidad es lo que permite crear, diseñar, construir, a diferencia del miedo, que paraliza, agobia y agota".
Tras las crisis social y sanitaria, que provocaron altos niveles de incertidumbre y sensación de agotamiento, "solo está quedando el residuo del estrés del largo periodo de cambios que hemos tenido, y estamos en un proceso en que se está volviendo a construir en esta nueva realidad. Por lo tanto, hay más iniciativas, más actividades, deseos de hacer cosas y la sensación es de felicidad, que es un concepto subjetivo". 2