"El problema del Presidente es que no tiene una visión clara"
Faltan pocas semanas mes para que Gabriel Boric cumpla un año como Presidente, un periodo que no ha sido fácil. "Todos los gobiernos tienen dificultades, y en particular las coaliciones que nunca han estado en el poder, porque no tienen la experiencia de haber gobernado antes", dice el cientista político, profesor titular de estudios liberales en New York University y académico de la UDP, Patricio Navia. Sin embargo, reconoce que "ésta en particular ha tenido más problemas".
Desde su perspectiva, esto se debe "en buena medida" a que "cuando fue oposición hizo críticas que eran muy duras y prometió cambios que eran muy radicales, y no ha logrado cumplir en su palabra. En esa dimensión creo que ha decepcionado mucho (...). Ellos prometieron cambios muy, muy radicales y esos cambios no se materializaron. Entonces han quedado muy al debe".
- ¿Qué ha sido lo peor y lo mejor de estos casi 12 meses?
- Me parece que lo mejor que ha hecho el Gobierno ha sido moderarse en algunas dimensiones, ha sido recuperar los 30 años contra los que tanto despotricó cuando era oposición y cuando hicieron la campaña (...). El país es mucho mejor hoy de lo que era hace 30 años y me parece que el reconocimiento de que los 30 años fue un buen camino, es lo mejor que hizo el Presidente Boric. No lo hace todo el tiempo, no lo hace consistentemente, pero como que ya se ha instalado la idea de que los 30 años no fueron tan malos como decía. (...) Y me parece que lo peor es que no ha tenido liderazgo político para avanzar en una agenda razonable. Llevamos un año, la reforma tributaria recién salió de la Cámara de Diputados, la reforma de pensiones recién se empieza a discutir. Las dos grandes reformas del Gobierno no han podido avanzar. Y, por otro lado, el Gobierno se la jugó de lleno por aprobar la nueva Constitución (...) y la ciudadanía le pegó un portazo en la cara al rechazar esta iniciativa. Eso terminó debilitando muchísimo a la administración Boric.
- ¿Considera que debería haber un cambio de gabinete?
- Los cambios de gabinete siempre ayudan un poco. Pero, no vas a ganar mucho con cambiar el gabinete si es que el Presidente no entiende cuál es la hoja de ruta que debe tomar. O sea, hicieron un cambio después del plebiscito de septiembre, y ya en diciembre el Presidente lo arruinó con los indultos (...). Hacer otro cambio puede ayudar temporalmente, pero mientras el Presidente no corrija los errores que ha cometido y no se convenza de que la única forma de ser exitoso es gobernando desde y hacia la moderación, pues los problemas van a seguir existiendo.
- ¿Cuál es el rol que le compete la oposición? Considerando que parece que le está costando llegar a acuerdos con el Gobierno.
- La oposición tiene sus propios problemas, porque está dividida. A la derecha tradicional, digamos RN, la UDI, Evópoli, les parece más preocupante una eventual alza del Partido Republicano que lo que pueda pasar con el Gobierno. Entonces, por un lado, tratan de hacer una oposición razonable, pero por otra el Partido Republicano -que hace una oposición más radical- los empuja hacia posiciones más radicales. Sin un líder en la oposición, con el Presidente Piñera todavía moviéndose tras bambalinas como el líder de facto, la oposición queda un poquitito pegada en el pasado por el Presidente Piñera y en sus disputas internas, entonces no está respondiendo a las necesidades o a las demandas de la ciudadanía. Está más preocupado de que no se le aparezca un grupo más radical por la extrema derecha, y que por el centro Franco Parisi o algún populista similar a Parisi no le empiecen a quitar apoyo. Mientras la oposición no tenga una hoja de ruta clara respecto a qué tipo de país quiere construir, va a ser difícil que la oposición ejerza el rol que tiene que ejercer.
- ¿Cómo ve el surgimiento de movimientos como Amarillos y Demócratas que terminan fragmentando mucho más a la Cámara de Diputados?
- El problema son los tránsfugas, aquellos que son electos por un partido, después lo abandonan y forman otros bloques. Los movimientos que menciona tienen diputados, pero no tienen mucho apoyo popular. Están intentando inscribirse como partidos, pero no consiguen firmas (...). Estos movimientos, probablemente, no se van a constituir en partidos y van a tender a desaparecer. Así que en el largo plazo creo que no vamos a tener tantos más partidos que los que tenemos, pero ya tenemos muchos (...). Aun así, varios países que tienen muchos partidos -Brasil, por ejemplo-, cuando el gobierno tiene una visión clara termina ordenando a muchos de estos partidos detrás de la visión del gobierno. A mí me da la impresión de que el problema del Presidente ahora es que no tiene una visión clara (,..). Cuando dice "voy a ser moderado" alcanza a tener mayoría en el Congreso, porque hay un número suficiente de legisladores moderados que quieren apoyar en políticas moderadas; pero cuando el Presidente se radicaliza, se le desordena nuevamente su coalición y esa coalición se termina quebrando.
- ¿Un síntoma de ello, por ejemplo, es que se haya separado el PS con el PPD para la elección del Consejo Constitucional?
- Sí, eso es un síntoma. Ahora, el propio Gobierno desde el día 1 ha repetido esta idea, que es falaz, de que el Gobierno está compuesto por dos coaliciones de Gobierno. No puedes estar compuesto por dos coaliciones (...). El PPD aprovechó la propia explicación que da el Gobierno para decir "pues nosotros nos vamos por fuera". Las dos coaliciones van a sufrir esta división en el resultado de la elección de mayo. Puede que si a una le va mejor -sustancialmente mejor- que la otra, ésta va a tender a desaparecer o se verá forzada a unirse a la coalición más grande. El peor resultado es que a las dos les vaya relativamente bien en términos de votos, aunque pierdan escaños, porque vamos a seguir con estas dos almas que no le ayudan mucho al Gobierno, porque tiene que haber un propósito común.
- Se está poniendo cortapisa a sí mismo, en el fondo.
- Si dices "voy a inventar algo nuevo" estás, en cierto modo, siendo demasiado pretencioso. La política ya se ha venido haciendo hace mucho tiempo y no hay muchas cosas nuevas que se pueden hacer. Hay nuevas tecnologías que puedes utilizar para avanzar en tus objetivos, hay nuevos desafíos, pero la política consiste en construir coaliciones lo suficientemente amplias para poder avanzar en tus reformas. Entonces, si no eres capaz de hacer eso, no vas a poder avanzar tus reformas.
- ¿Qué opina sobre el nuevo proceso constituyente?
- El primer proceso constituyente estaba mal diseñado. Aquellos que estudiamos instituciones, sabíamos que estaba mal diseñado, lo dijimos desde el día 1. Pero había como un fervor constitucional y se decidió avanzar igual, al final el mal diseño del proceso llevó a una elección de una convención constitucional que actuó de forma irresponsable y terminó produciendo un texto que no iba a ser aprobado por una mayoría electoral. El nuevo proceso constitucional está bien diseñado, pero lo está de una forma que no va a producir mucho cambio (...). La nueva Constitución va a estar determinada por los 12 principios fundamentales, los bordes que se establecieron, va a haber un grupo de juristas que va a evitar que la Convención tome decisiones que sean muy radicales y además está el grupo de expertos que va a hacer la primera redacción de la nueva Constitución. Entonces, estos 50 miembros del Consejo Constitucional que van a ser electos en mayo no van a tener mucho que hacer. Después del desorden, el caos, el mal resultado del primer proceso constituyente, el Congreso -en particular el Senado, que iba a desaparecer si es que pasaba la nueva Constitución- se aseguró de tener todo bien controlado. Por eso mismo, los candidatos a la Convención constitucional terminaron siendo políticos retirados, los viejos cracks de la política o gente muy joven que está tratando de acumular un poco de experiencia, porque todos los políticos que tienen aspiraciones de hacer cosas importantes decidieron quedarse para las elecciones de 2024 y las de 2025. Los políticos saben que no va a haber nada relevante en la Convención Constitucional, no será un proceso que produzca algo muy distinto a lo que ya tenemos. (...) El resumen de lo que va a pasar es que vamos a terminar con más o menos el contenido de la Constitución actual, la Constitución de Pinochet modificada tantas veces durante estos 30 años, más algunos elementos como el Estado Social de Derecho, el reconocimiento de los pueblos indígenas y un capítulo más largo de derechos sociales. Pero el resto va a ser más o menos lo mismo que existe ahora. No necesitamos hacer todo ese proceso largo, pero lo necesitamos de forma simbólica, porque finalmente vamos a poder decir nuestra Constitución se escribió en democracia y no fue heredada de una dictadura. Ese es el gran problema de legitimidad inicial que tiene la Constitución actual. Ésta va a ser muy parecida a la constitución de Pinochet, pero va a haber sido redactada en democracia. 2
No necesitamos hacer todo ese proceso largo (para redactar la Constitución), pero lo necesitamos de forma simbólica, porque finalmente vamos a poder decir nuestra Constitución se escribió en democracia y no fue heredada de una dictadura".
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl
navia considera que lo peor que podría ocurrir es que a las dos coaliciones oficialistas les vaya bien en la elección de mayo.
"