Fito Páez se coronó de leyenda del rock con show de grandes éxitos
CUARTA JORNADA. Por su parte, Rodrigo Villegas conquistó la Quinta Vergara con chistes sobre la cotidianidad y mucha música.
Con una retahíla de grandes éxitos que hicieron bailar y corear a toda la Quinta Vergara en la cuarta jornada del Festival de Viña, Fito Páez se coronó de leyenda en la historia del certamen, al grado que muchos de sus fanáticos pidieron la gaviota de platino, que no se le entregó aunque terminó llevándose las de plata y oro.
Luego fue el turno de un energético Rodrigo Villegas, que con chistes sobre la cotidianidad, mucha música y baile conquistó al Monstruo, que siguió atentamente cada una de las historias que contó con gran apoyo de visuales. Para siempre quedará el carrete en solitario escuchando Youtube, y con los cortes comerciales protagonizados por Eduardo Fuentes. Fue una jornada en que ambos fueron fuertemente ovacionados.
Puro rock
Pasadas las 22 horas sonaron los primeros versos del himno latinoamericano "El amor después del amor", canción que le da el nombre a la gira en la que Fito Páez celebra los 30 años del disco homónimo y que lo trajo de regreso a la Quinta Vergara.
El rosarino, quien presentó un espectáculo de primer nivel musical, entró al escenario con tenida deportiva, chaqueta amarilla, bufanda verde y grabando un video del público de la Quinta que gritó a rabiar, de pie, apenas lo vio caminar hacia el pedestal del micrófono mientras cantaba los primeros versos de una presentación redonda.
Acompañado de la banda que lo acompaña en el tour, y que incluyó -además de guitarra, bajo, batería y teclados- tres bronces y una corista que brilló con rápidos melismas, pronto se sentó en su piano y comenzó a interpretar "Thelma y Louise", para seguir con "11 y 6", momento en el que simplemente dejó que el público cantara el estribillo.
"Tráfico por Katmandú", "La rueda mágica" y "Tumbas de la gloria" pusieron a todos de pie, y luego -sólo con la trompeta, el trombón, strings del sintetizador y él en el piano-, interpretó "Un vestido y un amor", logrando esa atmósfera ceremonial que pocos pueden hacer en la Quinta Vergara.
La fiesta de los 90 que armó el trasandino, quien anotó su quinto show en el Festival este año, siguió con el clásico "Al lado del camino", "Brillante sobre el mic" y "Circo Beat", canción en la que aprovechó de improvisar unas rimas dedicadas al público de Viña del Mar, recordando a los chilenos y a Latinoamérica entera la calidad musical de sus composiciones y de sus músicos y, él, no desentonando una sola vez.
"Mariposa tecknicolor" continuó la fiesta y Páez agradeció al público de la Quinta, muy emocionado, recordando a su compatriota Gustavo Cerati y diciendo "gracias, gracias, un millón, totales, como dijo Gus", para luego llamar a cuidar la música, pues "está en nuestras manos", siendo nuevamente ovacionado. El músico se despidió con "Dar es dar".
Música y risas
Grabando un video que mostrara lo "bien que lo estaban pasando", Rodrigo Villegas comenzó su rutina en su segundo paso por el Festival de Viña tras un exitoso paso en 2017. Comenzó diciendo lo mentirosas que son las redes sociales, y fue pasando de un tema a otro hablando de sus hijas, sus suegros, de sexo, hasta molestado a Carabineros que deberían perseguir a delincuentes en bicicleta.
La música y el baile fue gran protagonista de la jornada, que junto con las audiovisuales, fue apoyándose para algunos remates de los chistes que dejaban a la imaginación, sin dejar de lado aquellos "sin censura".
Las risas se dejaron sentir fuertemente sobre la Quinta que sintonizó con toda la rutina del humorista que se llevó tanto la gaviota de plata y de oro, por aclamación del público. "Ha sido un momento espectacular", comentó el comediante que portaba una foto de su padre, y agradeció a su hijo quien "realmente" se encarga de la música del show.
Al cierre de esta edición se desarrollaba la competencia y se esperaba la actuación del músico español Rels B.