Oportunidades y tareas pendientes en Sausalito
Abandono del antiguo tranque y su entorno significa una pérdida para el turismo y el deporte en un lugar de privilegiada ubicación. Casi como una rutina de incivilidades, el lugar es una "tentación" para depositar desperdicios. Además, en el entorno se han instalado carpas.
La laguna Sausalito nació a principios del siglo pasado como tranque de riego de las propiedades de la Población Vergara. Se le conocía, simplemente, como el Tranque, un embalse artificial que aprovechaba las vertientes que escurren desde los cerros aledaños a las cuales se sumaban las aguas lluvia. Se formó así la actual laguna y sus condiciones fueron conformando un parque natural.
Pasando los años se construyó lo que sería el actual estadio y en las cercanías se ubicó un polígono de tiro al blanco. Posteriormente se desarrollaron en el área diversas actividades deportivas, incluyendo el remo y el sector cobró relevancia internacional como uno de los escenarios del Mundial de Fútbol de 1962.
El lugar y sus valores naturales, el camino que lo circunda, hicieron que la laguna, llamada ahora Sausalito, se convirtiera en punto de atracción turística al cual, sin embargo, no se le ha prestado mayor atención. Existe, como corresponde, el proyecto del caso para su mejor aprovechamiento, pero está ahí tal vez a la espera de mejores tiempos. La Secretaría Comunal de Planificación tiene en ejecución un estudio para el desarrollo de un parque ribereño, a la vez que se hace un estudio de títulos para definir los límites del área.
Pero mientras la burocracia hace su pega, la realidad del lugar es lamentable como denuncian vecinos y concejales. Casi como una rutina de incivilidades, el viejo tranque es una "tentación" para depositar desperdicios, incluso de gran tamaño, como neumáticos. Además, en el entorno se han instalado carpas cuyos moradores son, en opinión de vecinos, una amenaza para el tradicional barrio Santa Inés e incluso para la importante sede de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso que allí funciona.
Para el concejal René Lues, la situación de todo el lugar es "sencillamente deplorable". Afirma que es urgente culminar el proceso de "parque ribereño" buscando financiamiento de recursos municipales, regionales o incluso nacionales.
Cercana a la realidad, Nicole Cepeda, vecina de Santa Inés, afirma que es "sumamente preocupante el abandono en que se encuentra el lugar, teniendo en cuenta que es uno de los pocos pulmones verdes que van quedando en la ciudad". Y denuncia lo que es peor, pues "todo el sector está convertido en un basural".
Se justifica la preocupación por el lugar, pues hay allí valores naturales subsistentes de flora y fauna y, además, oportunidades turísticas y deportivas que se debe aprovechar. Más que inversión, lo que se echa de menos en ese lugar es creatividad, imaginación y aterrizar el tan recurrido discurso ambientalista.
Tal vez el estadio y sus actividades quitan proganismo al magnifico marco que allí existe, muy cerca del centro de la ciudad, donde el primer paso que se debe dar es el saneamiento de todo el entorno con un sistema de vigilancia que frene las malas prácticas que han afectado las aguas y su entorno.