Los desafíos que deja el verano 2023
El Festival de la Canción y la temporada de cruceros permitieron recuperar con fuerza el impulso turístico perdido en pandemia.
La noche final de la LXII versión del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar no deja muchas dudas sobre el recambio generacional que se tomó la música popular en los últimos años, pandemia de por medio. La presencia de Camilo Echeverry Correa, Camilo, un antioqueno de 28 años, y su público adolescente, sumado al show de la veinteañera Nicky Nicole, convirtieron la jornada del viernes en un buen resumen de la primera edición del evento viñamarino tras la suspensión obligada por el covid 19 en los años 2021 y 2022. Pese a los problemas de organización, las críticas a la parrilla de artistas o la excesiva presencia en el jurado de famosos sin real conocimiento musical, salvo el gusto propio, el Festival demostró en la penúltima semana de febrero que tiene un rol insustituible como atractivo turístico del verano y que sus desafíos están más asociados a potenciar ese valor histórico para la ciudad, que someterlo a transformaciones innecesarias, que podrían desnaturalizar su valor y aporte. Como broche final del verano, el Festival cumplió con las expectativas, de acuerdo a las evaluaciones que realizan dirigentes del comercio y el turismo regional, así como también lo está haciendo la renovada temporada de cruceros, que ya permitió el arribo de 33 mil visitantes a la zona, entre pasajeros y tripulaciones, con un alto impacto en la hotelería de Valparaíso y las comunas aledañas.
Festival y cruceros muestran el camino por el que deben perseverar las autoridades de Valparaíso y Viña del Mar, incluso los representantes regionales en muchos ámbitos, para fortalecer el desarrollo turístico de la zona. También desnudan las tareas impostergables que deben enfrentar las autoridades edilicias en ambas comunas si quieren potenciar la llegada de visitantes y dinamizar la economía asociada a este rubro, conformada principalmente por pymes y comercio establecido.
A saber, Valparaíso no puede seguir mostrando un rostro en ruinas. Por ello, cualquier evaluación del trabajo que lleve adelante la Corporación Municipal de Administración del Sitio Patrimonio Mundial tiene que contemplar indicadores asociados a la actividad turística y vincular activamente los proyectos de recuperación patrimonial en carpeta con iniciativas locales de fomento. El primer paso es la voluntad política expresada en la figura del alcalde. ¿Qué hará Jorge Sharp?
Al otro extremo de la Avenida España, la administración consistorial que encabeza la alcaldesa Ripamonti debe de una vez por todas reconocer que los poblemas de seguridad pública encierran un riesgo para la imagen turística de la ciudad. Aunque el representante del Consulado General de Argentina en Valparaíso, Sebastián Molteni, afirmaba el viernes que por dos o tres casos ocurridos en Viña, los trasandinos no se restarán de visitar la Ciudad Jardín, lo cierto es que el un expresivo Ariel Mansilla contó con detalles en algunos medios al otro lado de la cordillera, incluido el programa de la televisión cordobesa "El show del lagarto", el doble asalto que sufrió en nuestro país. Basta un caso de alta resonancia para que el prestigio de destino seguro se arruine con la viralización de videos y testimonios en redes sociales.