Demandas en seguridad y la legalidad pendiente
Parlamentarios opositores de la Región exigen acciones ante el avance delictual que amaga a todos los sectores de la población. Hay que empoderar a las policías, sin reservas, y también se deben modificar las disposiciones legales en extremo garantistas que permiten aquella generosa puerta giratoria, cuya clausura ha sido solo un anuncio reiterado.
En declaraciones a este Diario, parlamentarios de la región, pertenecientes a colectividades de oposición, piden al Presidente de la República que priorice el tema de la seguridad en la zona. El llamado, si bien procede de un sector político, tiene una acogida general, pues la materia afecta la vida diaria de las personas, ya sea por un creciente temor, como por hecho reales, algunos de mucha gravedad, como son los homicidios.
Y un ejemplo dramático lo tenemos en pleno centro de Viña del Mar donde una persona fue ultimada a puñaladas.
El senador de RN Francisco Chahuán afirma que "la violencia, los delitos y la inseguridad no pueden seguir impunes en nuestra región y las autoridades locales deben darse cuenta que no basta solo con discursos y frases hechas". Insiste el parlamentario en la incorporación de municipios y alcaldes en el frente de la seguridad. Tienen la voluntad de trabajar en esa dirección, pero, afirma, "están prácticamente solos y sin herramientas".
La diputada Chiara Barchiesi, del Partido Republicano, aludiendo a la inseguridad, la migración, el terrorismo y el narcotráfico, demanda "acciones urgentes y no decorativas como el despliegue de las FF.AA. en el norte, sin capacidad de actuar". Insistió en una materia que en seguridad es importante: "devolver a Carabineros de Chile el poder para actuar contra la delincuencia". Y ese poder que pide la parlamentaria debe significar respaldo a las policías, materia que resulta incómoda para algunos sectores del oficialismo. Por su parte, su par y correligionario Luis Fernando Sánchez se refirió a una materia que, justa o injustamente, flota en el ambiente: "Iniciativas del Gobierno que casi buscan proteger más a los delincuentes que a las víctimas".
A su vez, el diputado de Evópoli Hotuiti Teao recuerda que está pendiente desde casi un año el pedido al Ministerio del Interior de "un plan concreto que incluya medidas para combatir el narcotráfico, la inmigración ilegal y el crimen organizado".
Todos los puntos de vista planteados son de interés general y exigen decisiones urgentes, existiendo responsabilidades de los mandos policiales, del Ministerio Público, ahora con aires de renovación, y particularmente del Ejecutivo. En este último aspecto el plan concreto a que alude el diputado Teao debe traducirse en una iniciativa legal amplia acorde con la gravedad de la situación que estamos viviendo.
Hay que empoderar a las policías, sin reservas, y también se deben modificar las disposiciones legales en extremo garantistas que permiten aquella generosa puerta giratoria, cuya clausura ha sido solo un anuncio reiterado. En la lucha contra la delincuencia hay que pasar de las palabras a decisiones que sean reflejo de una real voluntad de terminar con un flagelo cuyas estadísticas en rojo no son únicamente trazos de tinta, sino que huellas de sangre.