Correo
Delincuencia I
Encerronas casi todos los días, delitos cada vez más violentos y solo acciones políticas para figurar. Ese pareciera ser el eje de acción del Presidente Gabriel Boric y sus ministros. Cuando chilenos y chilenas, de todas las edades, mueren a causa del alza de la delincuencia, poco importan las firmas de tratados, las presentaciones en el extranjero o cifras económicas supuestamente rimbombantes en un año 2023 donde la recesión podría ser la protagonista.
Yo me ocuparía más, por ejemplo, de que no haya más hechos delictuales como el acontecido a metros de La Moneda, donde un camión de valores fue interceptado por delincuentes.
Los delitos hoy parecen ser un bonus track de la serie "El marginal" o la "Casa de papel", por mencionar algunas y guardando las proporciones. Urge actuar y con implacabilidad. Si no, este Gobierno terminará muy mal su periodo de cuatro años y con un nivel de desaprobación histórico.
Hoy, el resultado en la lucha contra la delincuencia, en jerga futbolera, habla por sí solo.
Nicolás Ward Edwards
Delincuencia II
28 de febrero de 2023, 21.30 horas, Santiago de Chile. Yerno, hija y nietos regresan a casa después de asistir a una función de cine por Diagonal Oriente, en dirección a Colina. Son interceptados por delincuentes armados, quienes apuntaron a sus cabezas y los golpearon, llevándose su vehículo y todas sus pertenencias. Quedaron abandonados en la autopista concesionada, sin ninguna vigilancia. Impotencia total. Esta situación ya ha afectado a otras víctimas en ese lugar y en muchos otros de nuestro país, pero nada se hace. Estamos jodidos.
Un mensaje para las autoridades e instituciones del Estado: las fronteras están superadas y abandonadas a su suerte. Se está dañando a las familias chilenas en su conjunto. El diagnóstico ciudadano está claro, pero parece que no hay capacidad para entender y enfrentar el problema con la severidad que se requiere.
Joaquín Ortiz G.
Prioridades educativas
Dentro de todo lo malo que traen consigo crisis como la pandemia, la violencia generalizada en los colegios u otras tragedias que afectan a las familias chilenas, históricamente también han sido una oportunidad para poder trabajar de manera más efectiva por los problemas de los ciudadanos y reordenar las prioridades, en especial por parte de quienes gobiernan.
Si bien existe un consenso generalizado respecto a esto último, pareciera no ser visto así por el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, quien desde su cartera anunció que una de sus prioridades iba a ser la "alfabetización en sexualidad".
En sentido opuesto a lo realmente urgente, como es la grave realidad en materia de deserción escolar, no podemos más que alertar que con la sobreideologización con la que enfrenta el Gobierno los problemas, sumado a su ya vehemente actitud refundacional, está haciendo olvidar que 6 de cada 10 niños que pasan a 2° básico no saben leer y más de 50.000 niños en 2022 no continuaron estudiando.
La educación como sinónimo de oportunidades se está perdiendo y depende de la sociedad en su conjunto reivindicar la importancia de ella para que vuelva a ser un factor de movilidad social y no un campo de adoctrinamiento.
Katerine Montealegre, Sebastian Rocha, Camila Teuber, Francisco Bartucevic, Javiera Sepúlveda, Macarena Parra, Eduardo Cretton, Gonzalo Pinochet
Persecución
Cinco procesiones con la imagen de Jesús Nazareno no pudieron salir el 24 de febrero en Nicaragua, primer viernes de Cuaresma. El vía crucis de Semana Santa ha si prohibido por el régimen de Daniel Ortega, otro duro golpe a los católicos, con acoso paramilitar a los templos. Desde el Miércoles de Ceniza, la policía fue a los diferentes templos de Managua a notificar que los permisos para las procesiones de Cuaresma y Semana Santa se prohibían. La medida se atribuyó a "razones de seguridad".
Es una intención desalmada e ideológica de Daniel Ortega de aniquilar la fe católica en el país, porque la Iglesia es la única institución que, a la luz del Evangelio, está anunciando y denunciando todas las arbitrariedades que comete la dictadura.
El obispo de Nicaragua, Silvio Báez, hoy exiliado y a quien el régimen le quitó su nacionalidad, dijo que "quienes usan el poder para excluir, someter y oprimir, sirven al diablo y viven arrodillados ante el diablo". La Biblia dice: "Libren al oprimido del opresor" (Jeremías 21, 12). Nuestra solidaridad con los fieles católicos e Iglesia perseguida en Nicaragua.
Derico Cofré Catril
Tragedia
En enero de 2013, hace ya 10 años, una angustiada señora de la tercera edad llamaba al 133 de Carabineros para, desesperadamente, avisar que su casa estaba siendo atacada a balazos y que su marido había sido herido. Era de noche. En un campo lejos de la ciudad. Los atacantes no solo dispararon, sino que prendieron fuego a la vivienda.
Pareciera ser un guión de una película, pero no, era la vida real de dos adultos mayores que terminaron asesinados y calcinados en su hogar.
Uno de los condenados, un homicida que goza de beneficios por su condición de "machi", ha podido salir a su "rewe"' para estar junto a su familia y comunidad. También ha desarrollado actividades religiosas mapuches (guillatún) al interior del Centro de Estudios y Trabajo de Vilcún y Gendarmería ha debido movilizar personal desde Santiago para desarrollar tareas de resguardo y custodia.
Hay cosas que no se deben olvidar.
Marisol Ortiz Elfeldt
Comentaristas
La mayoría de los canales de televisión tienen en sus programas deportivos a exjugadores de fútbol. Ello permite que los análisis y comentarios sean más objetivos. Sin embargo, uno de ellos, que está muy lejos respetar el fair play, el señor Johnny Herrera, siempre se ha caracterizado por ser una persona conflictiva y amargada, lo que lamentablemente ha traspasado a su condición de comentarista. Generalmente sus comentarios están basados en ataques hacia sus excolegas de profesión, lo cual habla muy mal de su calidad de persona. El señor Herrera necesita hacerse una introspección y cambiar de actitud. Si considera que ha sido un ídolo, debe demostrarlo con humildad y no con prepotencia. También hay ídolos de barro.
Jorge Valenzuela Araya