"Marco de uso de la fuerza es restrictivo e insuficiente"
"Si no tenemos frontera segura, si el país no ejecuta buenos controles y no aplica las normas y las leyes, que por lo demás son propias de todas las democracias desarrolladas, lo que termina deteriorándose es la condición de seguridad de los ciudadanos", sostiene el experto en estudios estratégicos, seguridad y defensa, John Griffiths, jefe de Investigación de AthenaLab.
Convencido de que "no hemos actuado proactivamente para enfrentar un fenómeno que afecta nuestra seguridad, que debimos haber abordado de forma bastante más inteligente, más enérgica y más profesional, por lo menos hace diez años", el exjefe de Estado Mayor del Ejército agrega que tampoco se ha definido con la profundidad suficiente la naturaleza del problema que el país enfrenta en la frontera norte, que trasciende por mucho el control de identidad de los migrantes que buscan entrar al país.
Responsabilidades vs. atribuciones
-La ministra Tohá hizo un balance positivo sobre el despliegue de Fuerzas Armadas en la frontera norte, señalando que en Colchane "todos dicen que hay una sensación de mayor orden".
-Evidentemente, al tener militares desplegados en la frontera, la dimensión subjetiva de la seguridad va a mejorar. El punto es bajo qué condiciones está esa fuerza militar. Y es ahí donde creo que hay un tema que se debiera profundizar, porque la naturaleza del problema en frontera no es el control de identidad para migrantes que quieran ingresar a Chile, sino uno mucho más complejo: tiene que ver con contrabando de Chile a Bolivia, con organizaciones criminales que operan desde Bolivia a Chile, con narcotráfico y con una serie de otros factores. Las primeras sensaciones pueden ser muy auspiciosas, pero otra cosa es que esa fuerza tenga las atribuciones para poder realizar su trabajo en buena forma si se ve enfrentada a una amenaza más compleja.
- ¿Qué piensa del marco legal bajo el cual los militares pueden hacer uso de la fuerza en la frontera?
- Creo que es muy restrictivo e insuficiente. Lo que dispone el DFL N°001 es más bien para enfrentar un fenómeno de desorden público. Pero no para una fuerza que en frontera podría estar sujeta a encontrarse con organizaciones que cuentan con un poder de fuego considerable, que es otra cosa. Entonces, me parece que no está alineada la responsabilidad entregada a la fuerza militar con las correspondientes atribuciones para el uso de la fuerza, de enfrentar un fenómeno de ese tipo.
-El diputado Diego Shalper planteó que "el Gobierno todavía no entiende que posiblemente cuando se susciten situaciones de uso de la fuerza, las FF.AA. estarán enfrentándose con crimen organizado". ¿Ve factible ese escenario?
- ¡Pero es muy factible! En frontera, a ambos lados de los límites de cada país, están operando organizaciones criminales que son bidireccionales. De Chile a Bolivia lo hace el contrabando de vehículos que son robados en Santiago, llevados al norte y que salen por pasos no habilitados, y hay evidencia incluso de armamento moderno incautado en el intento de cruzarlo hacia Bolivia. Y de Bolivia a Chile, lo hace el narcotráfico y las organizaciones criminales que llevan adelante sus negocios con personas que andan armadas en frontera. La posibilidad de un intercambio de fuego es real. No podemos desconocer la posibilidad de enfrentar organizaciones criminales y, para eso, creo que las disposiciones quedan bastante cortas.
COORDINACIÓN IMPRESCINDIBLE
-El Gobierno y autoridades del norte buscan un acuerdo para que Bolivia acepte el ingreso de migrantes que han entrado ilegalmente a Chile desde su territorio y que no dejan pasar de vuelta, salvo que sean de nacionalidad boliviana. ¿Usted cree que puede resultar?
- El fenómeno de la migración requiere por cierto articular acuerdos diplomáticos, que son muy importantes porque en la frontera tenemos diversos actores. Nuestras fuerzas van a estar cerca de 18 puestos militares avanzados bolivianos. Pero adicionalmente, Bolivia tiene 28 puestos de control fronterizo de contrabando y hay diferentes organizaciones funcionando en esa área: fuerzas armadas, policías, control de operaciones de aduanas, grupo especial contra amenazas, distintos elementos militares. Entonces, se requiere articular un grado de coordinación con ellos.
- ¿Qué riesgos visualiza sin esa coordinación bilateral?
- ¿Qué va a ocurrir cuando se encuentre una unidad militar con una unidad policial boliviana, considerando que es muy difícil distinguir quién es policía y quién militar? Por eso digo que esto amerita coordinaciones diplomáticas y mantener a los encargados de las áreas geográficas establecidas con la capacidad de coordinar e integrar a la totalidad de las instituciones que están actuando dentro de su área jurisdiccional. Alguien debe tener el control y el panorama situacional de lo que está ocurriendo en su área geográfica. No basta con un encargado o un responsable si no se lo va a dotar de los elementos de inteligencia, comunicaciones, mando y control que le permitan saber dónde está la totalidad de estas instituciones que están operando en la frontera. También esta autoridad chilena tiene que saber con quién contactarse para poder coordinar algunos temas en caso de tener problemas. Ese tipo de situaciones son las que vamos a encontrar y, en mi opinión, son las disposiciones que debiéramos haber abordado para prever que, cuando ocurran, exista una salida lo menos compleja para todos.
Ucrania y el peligro nuclear
- En un informe al cumplirse un año de la invasión de Rusia a Ucrania, usted y Marcelo Masalleras sostienen que el escenario más probable es que las acciones bélicas se prolonguen hasta 2024. ¿Ucrania es capaz de resistir?
- En el mismo informe detallamos que la posibilidad de que resista Ucrania está dada por tres elementos fundamentales: el continuo apoyo de Occidente, la fuerza moral de su nivel político, de sus fuerzas armadas y población, y adicionalmente el factor tiempo, que en nuestra opinión juega más a favor de Rusia. Es difícil aventurar escenarios porque esto evoluciona todos los días y tampoco contamos con información muy completa. Pero las guerras terminan cuando las elites políticas de los países se convencen de que ya no pueden obtener una victoria, o que el triunfo de una parte sobre la otra prácticamente está determinado. Y eso, en este minuto, es algo que no está muy claro. Nosotros planteamos la prolongación del conflicto por lo menos durante todo este año, a no ser que ocurra un evento que desencadene el colapso de una de las dos facciones.
- ¿Qué alcances tiene que Rusia haya suspendido su participación en el último tratado de control de armas nucleares firmado con Estados Unidos en 2010?
- Estos acuerdos son muy importantes, porque establecen limitaciones a la cantidad de armas nucleares disponibles, que se dividen en tácticas -de hasta 50 kilotones- y estratégicas, de más de 50. Hiroshima y Nagasaki fueron de 15 a 19 kilotones. Los tratados son una fuente de estabilidad y de control mutuo, para evitar que las situaciones escalen y mantener una disponibilidad nuclear más acotada. Cuando nadie respeta los tratados o los actores se retiran de ellos, se pierde la estabilidad global de este armamento nuclear.
- ¿Sigue en pie la posibilidad de un conflicto nuclear?
- No se puede descartar la posibilidad un conflicto nuclear por cualquier circunstancia. Pero en términos generales, pienso que en las potencias con armamento nuclear -hoy día hablamos de una bipolaridad nuclear, básicamente Rusia y Estados Unidos- existe la racionalidad suficiente como para entender que su uso podría desencadenar una destrucción mutua segura. En ese sentido, creo que las armas nucleares hasta la fecha han cumplido su labor de disuasión en muy buena forma. 2
No hemos actuado proactivamente para enfrentar un fenómeno que afecta nuestra seguridad, que debimos haber abordado de forma bastante más inteligente, más enérgica y más profesional, por lo menos hace diez años".
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Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl
"la posibilidad de enfrentar organizaciones criminales es real, y para eso las disposiciones quedan bastante cortas".