Finalmente, fue despachado en el Congreso del proyecto de ley que da inicio al proceso que permite el cierre de la fundición de cobre de Ventanas. En su último trámite, la iniciativa fue aprobada en la Cámara de Diputados por 64 votos a favor y una abstención. Se advirtió sí la ausencia de numerosos de diputados en la sesión respectiva.

El proyecto, en condiciones de ser promulgado como ley, permite el cierre progresivo de la fundición, manteniéndose únicamente el trabajo de refinación.

Las operaciones de fundición de la planta de Codelco han sido responsables durante largo tiempo de emisiones contaminantes que han afectado a la población del área. Al respecto, la presidenta del Sindicato de Trabajadores de Codelco División Ventanas, Andrea Cruces, reiteró que la planta no es la única responsable de la contaminación en la zona y que "nunca vamos a estar de acuerdo con el cierre". En lo laboral, informó que de los 304 trabajadores directos de la planta, 200 se acogieron a un plan de retiro voluntario y el resto será reubicado.

La ministra de Minería, Marcela Hernando, afirmó que la producción de los pequeños mineros de Valparaíso, O'Higgins y Coquimbo continuará siendo tratada en otras instalaciones de Codelco, punto importante para la subsistencia de esas actividades extractivas menores. Por su parte, la minera estatal señaló que con la disposición legal se inicia la transformación más importante de la División Ventanas en sus casi 60 años de trayectoria, ya que ahora se mantiene únicamente como actividad el refinamiento de cobre, que no genera emisiones.

Reconociendo la complejidad del proceso, el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, destacó que el cambio legal "es el resultado de un acuerdo entre distintos actores y autoridades comprometidos con Chile y la minería sustentable".

Con el cierre de la fundición hay, desde el punto de vista del Estado, una doble obligación, la mantención de los procesos de tratamiento de la pequeña minería, fuera de Ventanas, y ello asegurando el respeto a las condiciones ambientales.

Por otra parte, hay que prestar atención a las declaraciones de la dirigente Andrea Cruces en cuanto a que la fundición en proceso de cierre no es la única responsable de los episodios de contaminación en el área. Hay situaciones en la atmósfera, las aguas del mar y la superficie de la tierra, flora y fauna, que deben ser permanentemente cauteladas, estableciendo la intensidad y calidad de las emisiones de las diversas actividades radicadas en el sector Quintero-Puchuncaví, privilegiando la vida humana que por décadas se ha visto afectada.

El cierre de la fundición Ventanas es un paso importante, pero quedan situaciones pendientes que no se pueden pasar por alto y que exigen un monitoreo sistemático, considerando la situación presente y el impacto de actividades futuras.

Comienza un nuevo año escolar y como Gobierno tenemos el corazón puesto en marzo. Tras dos años de escolaridad a distancia y con el aumento en las brechas educativas producto del rezago y abandono escolar, nuestro foco está en que los y las estudiantes vuelvan a las escuelas a aprender de acuerdo con su edad, nivel escolar y necesidades educativas, para que logren alcanzar sus sueños y proyectos de vida.

Si el 2022 fue el año del reencuentro, el 2023 es el de la reactivación educativa. A través del Plan de Reactivación Educativa buscamos que los establecimientos educacionales sean espacios seguros y de bienestar, donde alumnos y alumnas aprendan en condiciones dignas que garanticen una trayectoria educativa exitosa.

La escuela es por excelencia un pilar en la inclusión, justicia y movilidad social. Al ser comunidad, el encuentro y aprendizaje estimula emociones y fortalece habilidades socioemocionales esenciales para toda la vida. Ejerce, además, un rol protector al ser un espacio seguro y de contención en momentos de incertidumbre y crisis, y genera conocimiento institucional que permite resolver conflictos y establecer redes territoriales para resguardar la salud mental y física de sus estudiantes, aportando a una mejor convivencia en las comunidades educativas y su entorno.

Es por ello que la convivencia escolar y salud mental es una dimensión clave del Plan de Reactivación Educativa, que entiende que para potenciar los aprendizajes, mejorar el rendimiento académico y lograr el bienestar físico y emocional de su estudiantado, es necesario que los establecimientos educacionales cuenten con recursos que permitan el desarrollo integral de los alumnos y alumnas para potenciar al máximo sus capacidades.

Si nuestro fin es lograr la justicia educativa y la educación es un factor de movilidad social, es fundamental que los y las estudiantes recuperen y nivelen aprendizajes para que cuenten con las mismas oportunidades de vida. Es por eso que el fortalecimiento de aprendizajes, a través de la implementación de estrategias curriculares y pedagógicas, es otra dimensión clave del Plan.

Pero para tener éxito en esta tarea necesitamos que todos los niños, niñas y adolescentes participen activamente de sus procesos educativos. Fueron 7.000 los y las estudiantes que tuvieron asistencia crítica durante el 2022; ellos tienen mayor riesgo de abandonar el sistema educativo y no consolidar los procesos de aprendizajes. Y por ello la tercera dimensión clave del Plan de Reactivación Educativa es lograr su revinculación y asistencia permanente a clases. Nuestros esfuerzos, para este ámbito, están en generar una política de cuidado de las trayectorias educativas que motive a las y los estudiantes a entender la educación como un proceso para toda la vida que abre las puertas a un futuro mejor.

En la educación todos tenemos cabida y por eso nuestro corazón está puesto en marzo.