Valeria Barahona: "Toma tu dolor y conviértelo en arte"
"Educación superior" (Lecturas ediciones), el nuevo libro de esta escritora y periodista, recorre los escombros del 27/F y los pasillos más oscuros de la universidad. Todo, usando como escudo una frase de la Princesa Leia.
El terremoto del 27 de febrero del 2010 es el punto de partida de "Educación superior" (Lecturas), segunda novela de Valeria Barahona, tras "Señoritas en toma" (2016).
Justamente "Educación superior" está ambientada en una de las zonas más afectadas por aquel terremoto, Concepción. La autora -esa noche- estaba en "el último carrete, previo a inscribir ramos. Después me tuve que venir a Santiago a dedo porque me contactaron de una agencia para ser corresponsal. Escribía lo que veía: eran crónicas para un impreso en Bélgica. Contaba 'hoy me levanté y no teníamos agua, hice una fila de dos horas, teníamos que comer. Era morir o matar, era una guerra. Si querías comer y no había nada en tu casa, tenías que hacer de tripas corazón. Yo creo a todos les dio vergüenza en algún punto, pero era una vuelta del lado más salvaje e instintivo, así sobreviven los animales", afirma.
La nueva novela de Valeria Barahona apela al mundo de los sueños y también a las frustraciones.
"El terremoto duró sólo 87 segundos, ni siquiera 1 minuto y medio, pero esos 87 segundos le cambiaron la vida a 5 millones de personas", recuerda.
Sobre el proceso de escritura de "Educación superior", detalla que fue escrita a partir del trauma.
"De pronto una historia vuelve, o quizá nunca tuve el espacio para terminar de contarla y sentí que tenía que terminarla algún día. La única forma de seguir adelante y sobrevivir, es contarlo. Independiente que te lo publiquen o no te publiquen, eso es harina de otro costal, tienes que hacer algo con tu historia".
COMO LA PRINCESA LEIA
Aquí se ingresa al corazón oscuro de la novela, continúa la escritora: Con 'Educación superior' me pasó que salí de la universidad el año 2012 y sufrí acoso académico. Unas compañeras de carrera sabían lo que me había pasado y me pidieron mi testimonio (del acoso) para dejar constancia en la fiscalía de la universidad".
Valeria escribió su testimonio en una carta que colaboró con el término de ese daño. "Como decía la princesa Leia: 'Toma tu dolor y conviértelo en arte', 'Educación superior' es un intento de eso", dice.
"Hay cosas que nunca le voy a contar a nadie, pero sí soy capaz de escribirlas", relata, incluyendo parte de este conflicto con crecer en un matriarcado.
"Crecí creyendo que las mujeres tenían mucho poder", en su pueblo natal, "Peor es nada". Sobre aquel lugar de la región de O´Higgins, rememora: "Cuando naciste en 'Peor es nada' el mundo es una cancha, puedes pararte desde ahí frente a la conferencia de Naciones Unidas y no pasa nada. Yo no nací en una capital, o en un gran pueblo, o en una ciudad que es más que una capital, estoy pensando en Nueva York, capital del mundo. Los pueblos chicos tienen esa carga emocional, de 'pueblo chico, infierno grande', es como estar viviendo en una 'sitcom' (series norteamericanas que suceden en un espacio limitado). Al momento de elegir mis personajes me cuesta menos, porque estoy acostumbrada a vivir con poca gente".
"Para mí 'Educación superior' es decirle a una chica de 20 años que no se tome su educación superior tan en serio. Y que sí, que le va a servir en la vida, pero que tampoco se acaba el mundo. Tampoco se acaba con los griteríos de gente de poder (profesor, primer jefe, jefe de práctica) tampoco van a marcar tu vida, por más que en ese momento lo puedes sentir así", advierte la escritora. por siempre joven
Tanto "Señoritas en toma" como "Educación superior" ofrece guiños de la época en torno al año 2010.
"La primera novela está marcada por la revolución pingüina. Puede ser una década que es el término de la adolescencia y el comienzo de la juventud y la adultez. Es cuando dejaste de ser niña, y tuviste que empezar a hacerte responsable de ti misma, de tus decisiones, de que tus decisiones iban a tener consecuencias, de que tus padres no iban a estar para defenderte, de que el mundo no era un jardín de rosas, pero tampoco un valle de lágrimas, y ahí tienes que empezar a jugar tus cartas. Los años dos mil, época de blogs y terremoto, es una época bastante fuerte", recuerda Valeria. Y sigue: "La revolución pingüina me sirvió para darme cuenta que hay un mundo más allá, y yo quería ver ese mundo. Quería verlo, quería sentirlo, pese a que me podía hacer daño. Así es la vida, no puedes vivir en una jaula eternamente (...) siempre podemos ser adolescentes, y la adolescencia es una etapa muy rica en experiencias, es el héroe que sale a la aventura, que se encuentra con ese mundo, con esas dificultades, eternamente".
Valeria barahona centra su segunda novela en la educación universitaria y los conflictos de poder que viven algunos alumnos entre pasillos y salas.
Por Cristóbal Gaete
"Cuando naciste en 'Peor es nada' el mundo es una cancha, puedes pararte desde ahí frente a la ONU y no pasa nada".
Wilson Gajardo Blackwood