"Hasta no tener las reglas claras, la inversión no va a remontar"
Poco a poco los sectores que impulsan la economía regional han comenzado a reactivarse luego de la etapa más compleja de la pandemia. Uno de ellos es el industrial que, sin embargo, todavía no alcanza los niveles previos, manteniendo un rezago en materia de empleos superior a los 4 mil de acuerdo al último boletín del INE.
"Diría que sigue en proceso de recuperación, hay algunas industrias que han debido cerrar, pero la mayoría ha logrado mantenerse", comentó el presidente de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva), Gerald Pugh, que cumplió un año al mando del gremio industrial local, periodo que ha coincidido, además, con la discusión de las reformas.
- ¿Cuáles son los desafíos que enfrenta el sector en la región en este momento?
- La industria manufacturera en la Región de Valparaíso diría que se ve sometida a grandes desafíos, principalmente que estamos muy cerca de Santiago que, por una parte, es una ventaja, pero, por otro lado, también nos juega una mala pasada. Esto en el sentido que Santiago consolida mucho del consumo, entonces muchas empresas en los últimos 20 años han decidido migrar hacia allá. También hay mejores condiciones, no para vivir, sino que para producir y distribuir su mercadería. Dentro de los retos que tenemos como región es seguir siendo atractivos para que las industrias se queden acá, que crezcan y se desarrollen y den empleos de buena calidad.
- En materia de ocupación, hay un déficit de más de 4 mil empleos.
- Todavía no se ha recuperado. Son plazas que hay que seguir recuperando, ya sea por mayor nivel productivo o por la incorporación de nuevos negocios o empresas. Nosotros, como Asiva, estamos con varios focos prioritarios que tienen que ver con cómo desarrollamos más empresas y eso implica poner un valor lo agradable que es vivir y trabajar en esta región. Atraer empresa significa atraer inversión tanto nacional como extranjera (...). Como región venimos recuperando ocupaciones, pero no al nivel del empleo más formal y bien remunerado, que es donde la industria tiene presencia con sueldos bastante mejores. Entonces, estamos permanentemente expuestos a distintos desafíos, sobre todo reglamentarios. Las empresas necesitan tener una claridad en términos tributarios, laborales, de regulaciones medioambientales para ir cumpliendo, pero que tampoco la vayan asfixiando.
- ¿Qué es lo que más ha afectado a la industria en este último periodo?
- Lo que más afecta a la industria y a muchas empresas acá en la zona es la incertidumbre. Empezar a plantear ideas antes de que sean implementadas es el periodo más crítico, pues es donde se hacen todos los análisis y generalmente son negativos porque todo implica más costo.
Reformas
- Acaba de fracasar la reforma tributaria y el gobierno anunció que va a retomar las conversaciones, qué faltó.
- Tramitar una reforma tributaria requiere entender las razones de la misma porque también hay muchos puntos de vista que opinan que no es necesaria una reforma, sino que lo que hay que hacer es administrar de mejor forma los recursos de que ya disponemos. Se habla de cientos de programas que tienen una mala evaluación y que son recursos. Hay casos emblemáticos como los aportes directos a educación y salud que ha crecido muchísimo y no se ha visto los impactos reales en los beneficios esperados.
- Una mayor eficiencia en el gasto.
- Hay que ser muy eficiente y responsable como Gobierno de cómo se gastan los recursos, y todos sabemos que hay líneas de financiamiento público que están muy mal usadas; entonces, por eso que hay cierto rechazo casi emocional de aceptar una reforma tributaria per se. Felices de que se busquen nuevas fórmulas, pero hagamos primero el trabajo de optimizar lo que tenemos. No es un tema de recursos, es un tema de asignaciones.
- O sea, ¿se requiere una mayor evaluación?
- Faltó consensos y, previamente, faltó definir que queremos como país y luego, si es que realmente necesitamos, buscar de donde podemos sacar recursos. No puede ser que siempre se piense en el mismo sector y en el mismo grupo para que aporte más. Que las personas de mayores ingresos lo hagan es algo que se viene haciendo mucho tiempo (...). Ya hemos visto que todas estas señales en términos impositivos, de aumento, han generado que mucho capital se haya ido del país. Y ese podría estar invertido en infraestructura, en nuevas empresas o industrias.
- Se puede recuperar ese capital.
- Ese quizás es un mecanismo mucho más viable que estar pensando en cómo le cobramos más a la gente o quitarle el beneficio a las personas que tienen un DFL2. Hay algunas ideas que son poco racionales. Se plantea, por ejemplo, aplicar multas de mayor nivel a las pequeñas empresas.
- ¿Cómo están los niveles de inversión en la zona?
- Esta medio detenida, hay inversiones menores. Respecto a las grandes, hay muchas de ellas que están en evaluación ambiental, lo que demora. Hay mucho trámite, cuesta. Hay varias industrias que están con las inversiones detenidas hasta esperar a ver qué pasa con las reformas. Llevamos mucho tiempo hablando de reformas tributarias, también estuvo en la previa la propuesta constitucional y mucho se detuvo. Al ser rechazada algo se reactivó, pero es un tema que no se ha cerrado. Hasta no tener las reglas claras, lo que implica cómo van a quedar las distintas reformas, hay mucha incertidumbre para elevar los niveles de inversión, no va a remontar. Hasta que no esté cerrado el capítulo constitucional y el tributario, va a ser muy difícil contar con niveles elevados de inversión.
- En cuanto al proyecto de las 40 horas.
- Hace un tiempo que se viene discutiendo. Creo que ha habido más diálogo y ya hay empresas que lo han adoptado como modelo. El tema es cómo ajustamos nuestras necesidades laborales a este concepto. En lo personal, y lo hemos conversado en el gremio, nos parece razonable en términos de que la persona tenga más tiempo libre para disponer y de buena calidad (...). Por otro lado, las personas, dependiendo de la etapa de su vida, tienen requerimientos distintos. Ahora, por qué privar al trabajador de la oportunidad de mejorar su ingreso en la empresa en que está y no tener que complementar su sueldo en otro lugar con todo lo que ello implica. Lo que buscamos es que la reforma laboral apunte a una flexibilidad.
- Pero la flexibilidad es un concepto que no genera consensos.
- Tenemos que velar porque se cumplan reglas básicas en términos laborales, pero si seguimos poniendo tantos problemas, va a aumentar el trabajo informal, que ya es alto. Y sólo en el trabajo formal se aplica la legislación laboral, por eso hay que tener mucho cuidado con las restricciones. Nadie quiere la informalidad, porque no solo en ese ámbito las remuneraciones no son mejores, sino que las personas están menos protegidas socialmente.
"Lo que más afecta a la industria y a muchas empresas acá en la zona es la incertidumbre (...), plantear ideas antes de que sean implementadas es el periodo más crítico".
"Hay varias industrias que están con las inversiones detenidas hasta esperar a ver qué pasa con las reformas".