La crisis de empleo que ignora Santiago
El Consejo Regional aprobó nuevos recursos para financiar planes contra la cesantía que van en beneficio de miles demujeres jefas de hogar.
La tasa de desocupación regional en el trimestre móvil noviembre-enero de 2022 fue 7,8%, lo que representó un aumento de 0,4 puntos porcentuales respecto de igual período anterior. En el boletín del INE publicado a fines de febrero, se confirma la preocupante tendencia que vive el empleo femenino, cuya masa laboral aumenta mes a mes, sin encontrar la misma respuesta en la creación de nuevas plazas de trabajo. De acuerdo a las cifras que entrega el Instituto Nacional de Estadísticas, la tasa de población femenina desempleada en el trimestre móvil referido fue de 9,1%; en cambio la masculina se ubicó en 6,8%, con una brecha de casi 3 puntos porcentuales que inquieta a las autoridades. La situación se ve más grave aún si incluye la tasa de informalidad en el empleo para mujeres, que se ubica sobre el 30%, un guarismo que se ha perpetuado desde que apareció el covid-19, aunque responde a una situación estructural que se puede pesquisar hasta mucho antes de la pandemia. Las proyecciones que llegan de los expertos no avizoran un futuro que sea capaz de reducir esa informalidad, achicar la brecha o aumentar las oportunidades laborales de forma significativa para que el desempleo femenino deje de coquetear con los dos dígitos. Más aún, la Región comenzará luego la ronda de trimestres con desempleo históricamente alto, debido al alto componente estacional de su oferta laboral, caracterizada por trabajos vinculados al turismo. Por su fuerte impacto en las cifras de empleo es que los hitos relevantes del año, como el Festival de Viña o el Año Nuevo en el Mar, son considerados revitalizadores del mercado, embiones potentes cuyos beneficios exceden las fechas puntuales del evento.
Sin embargoo, en Santiago parecen no advertir ni la gravedad de que el Año Nuevo quedara frustrado -los resultados de un verano alargado se conocerán a fines de este semestre, cuando cualquier medida adicional será casi irrelevante-, ni el grave deterioro estructural que vive el empleo femenino en la Región.
Un ejemplo de ello es que el Consejo Regional tuvo que, una vez más, aprobar casi $ 3 mil millones para financiar planes de empleo dirigidos fundamentalmente a mujeres jefas de hogar. Dichos programas ayudan a 2.165 personas de la región y se han extendido en los últimos años al menos dos veces. En su argumentación ante los cores, el gobernador Rodrigo Mundaca reconoció que tuvo una "discusión muy intensa con el Gobierno Central, a quien le hemos estado exigiendo que asuma su responsabilidad con los trabajadores y trabajadoras de la región". El jefe regional fue moderado en sus palabras, porque la sensación general que cruzó las bancadas del Core en la sesión de ayer fue de desazón, hasta de cierto abandono. Las autoridades nacionales cuya misión principal es enfrentar la crisis de empleo que se nos avecina, sencillamente hacen oídos sordos a las peticiones que surgen desde esta zona. ¿Seguirá el Gobierno Regional parchando eternamente la desidia de Santiago en este tema? ¿Qué programas, planes y proyectos propios se dejan de financiar debido a que no llegan desde la capital del reino los recursos necesarios para enfrentar este problema?