Normas para respeto y disfrute de las dunas
La protección del campo dunar de Concón anunciada por la municipalidad exige disposiciones en beneficio de su condición ambiental y paisajística. La empresa Reconsa, propietaria del predio, afirmó que "como dueños de esos terrenos, siempre hemos estado dispuestos a escuchar y ser escuchados en pro de lo que signifique mejorar el campo dunar".
En un intento por preservar el campo dunar de Concón, que tiene la condición de Santuario de la Naturaleza, la municipalidad aprobó una propuesta del alcalde Freddy Ramírez para cerrar el sector. Esta iniciativa surge ante la creciente agresión que viene sufriendo desde hace largo tiempo esa importante superficie que presenta senderos formados en forma ilegal, arriendo de tablas para deslizarse, desperdicios de todo tipo, consumo de alcohol y, hasta en ocasiones, circulación de vehículos.
Las dunas en su parte superior limitan con el camino Reñaca-Concón y desde allí el acceso es fácil y resulta una atracción para grandes y chicos, pero las incivilidades que acompañan a la presencia humana están afectando el ecosistema que es frágil. En buena medida, las áreas dunares han sido violentadas por numerosas edificaciones de altura que aprovechan la vista al mar. En un algún momento, castigo de la naturaleza agraviada, un terremoto abatió un edificio dejándolo "recostado", intacto. La gran masa debió ser demolida con daño evidente para el medioambiente.
El jefe comunal declaró que el acuerdo busca cercar las dunas, tarea sin duda compleja, pues se debe respetar el entorno y el paisajismo que precisamente se busca defender. Además, un cierro, de larga extensión, tiene costos y debe ser algo más que un cerco simbólico, ya que debe contar también con una mínima vigilancia. Busca el alcalde concretar esta iniciativa mediante un trabajo participativo de la comunidad, universidades y autoridades de Gobierno.
Por su parte, la concejala Sandra Contreras afirmó que "ha llegado el momento de tomar acciones concretas frente al campo dunar, ya que ha sido parte de la pugna y aprovechamiento político por más de 30 años" ¡Los malditos 30 años castigaron también al campo dunar!
Aterrizando la materia en el día a día, Mauro Reyes, académico de Ingeniería Civil Oceánica de la U. de Valparaíso, recordó que "si uno quiere preservar el ecosistema, la gente debe tener un comportamiento acorde, y eso hoy en la duna no se da".
Punto importante es que este Santuario de la Naturaleza es propiedad de la empresa Reconsa, a la cual la municipalidad ha invitado para lograr el propósito de conservación. La empresa, a su vez, afirmó que "como dueños de esos terrenos, siempre hemos estado dispuestos a escuchar y ser escuchados en pro de lo que signifique mejorar el campo dunar". Lo principal es que hay voluntad de protección y esa misma voluntad se puede expresar en normas para el respeto y disfrute del campo dunar, lo que exige un control permanente de la autoridad.
Tal como ocurre con el nortino campo florido, las dunas son una atracción por su condición paisajística que podría ser facilitada con accesos y recorridos regulados y una planificación que tenga a la vista su fragilidad y eventuales impactos.