Claudio Ramírez

A la espera de ser aprobada en tercer trámite constitucional, lo que se da por hecho, la ley que estipula una reducción gradual de la jornada laboral a 40 horas podría ser promulgada antes del 1 de mayo como pretende La Moneda. De esta forma, el país se acerca al estándar de los países desarrollados, aunque hay dudas por los efectos que esto podría tener en el mercado laboral.

"Chile es uno de los países de la OCDE que tiene una de las jornadas laborales más extensas, con 45 horas semanales, estando bastante lejos de países europeos que tienen jornadas entre 30 y 35 horas y también de Latinoamérica, con un Brasil que llega a las 38 horas. Entonces, desde el punto de vista comparativo, es una buena señal. Ahora, el punto de vista negativo es la productividad", subraya el académico de la Escuela de Negocios y Economía de la PUCV, Rodrigo Valdés.

- El tema de la productividad siempre salió al tapete en la discusión del proyecto.

- Uno de los principales argumentos para retrasar la implementación de esta ley era porque primero había que aumentar la productividad antes de reducir el número de horas trabajadas. Y ese es un tema que, lamentablemente, se arrastra en el sector laboral del país desde hace mucho tiempo. La productividad está directamente relacionada con un sinnúmero de factores como, por ejemplo, educación, capacitación e innovación en las empresas, elementos que en no todos los sectores necesariamente existe.

PUNTOS POR VERSE

- ¿Esta reducción de horas de alguna manera nos va a obligar a ser más productivos?

- Hay muchas visiones que indican que sí. Debido a que va a haber una reducción de la jornada, eso va a permitir más descanso o que hayan días en que no se trabaja y eso, en teoría, podría generar una mayor disposición al trabajo y, por ende, un aumento en la productividad de las empresas, pero lógicamente eso está por verse porque el proyecto fue aprobado con un cierto grado de flexibilidad. Es decir, no va a ser inmediatamente que van a ser instauradas esas 40 horas. Sólo a partir de 2028 se espera que la jornada de 40 horas esté regida por ley.

- ¿Es posible seguir avanzando en rebajar la jornada y llegar al promedio de la OCDE, o sería algo ya difícil de proyectar?

- Creo que es bastante complejo. Pienso que ya al ser reducida la jornada, el camino es que ahora este Gobierno y los que vienen fomenten políticas para aumentar la productividad laboral en equilibrio con la reducción de la jornada laboral. Creo que por ahí va el tema.

- La gradualidad la ve positiva para resguardar el empleo.

- Sí, por supuesto. El proyecto de ley original no consideraba la flexibilidad. Pasó mucho tiempo y quedaron algunos sectores fuera y eso generó problemas porque esto provoca sí o sí una presión financiera sobre muchas empresas, sobre todo en pequeñas y medianas que van a tener que pagar el mismo sueldo, que está explícitamente estipulado en la ley, por una jornada menor.

- ¿Es posible que las empresas ofrezcan trabajos por una menor remuneración que antes?

- Sí, y sobre todo para ajustar sus márgenes de rentabilidad. Es plausible que suceda, ahora hay que ver, efectivamente, cuál va a ser el efecto sobre las remuneraciones que va a tener a mediano o largo plazo, o cuando la ley esté plenamente instaurada. Eso es algo que todavía nosotros no podemos vislumbrar.

- En esa línea, es importante ir haciendo una evaluación del proyecto en la medida que va avanzando en su ejecución.

- Así es. Justamente, la reducción de la jornada va a ser paulatina y será importante ver cuál va a ser la tendencia. Qué va suceder con el mercado laboral, qué va a pasar con la formalidad o la informalidad, lo que va suceder con los salarios y con el crecimiento y la dinámica en la creación de empresas. Ese es un tema no menor que nos va a permitir saber qué tanto impacto tuvo esta ley en el mercado laboral del país y, particularmente, de la región.

- En la zona era clave la flexibilidad para sectores como el turismo.

- El modelo de crecimiento y de negocios del sector turismo es flexible y muchas veces no está relacionado con una jornada formal de trabajo. Que se haya incluido es relevante.

"Hay que ver, efectivamente, cuál va a ser el efecto sobre las remuneraciones que va a tener a mediano o largo plazo, o cuando la ley esté plenamente instaurada".

En el marco de una cita de directorio de la Asociación de Empresas de la V Región (Asiva) que se realizó en dependencias de la estatal, la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) presentó al gremio industrial de la zona sus perspectivas a futuro en base a las iniciativas con que cuenta.

"Nos tocó a nosotros recibirlos y estamos muy contentos por la convocatoria y de la reunión que nos permitió exponer en qué estamos como puerto, cómo hemos venido trabajando en los últimos años y nuestras proyecciones a futuro respecto a nuestros proyectos", dijo el gerente general de la EPV, Franco Gandolfo.

El ejecutivo acotó que este tipo de conversación, con distintos actores de la ciudad y la región, se suman al proceso de diálogo que ha llevado adelante la estatal en búsqueda de consensos para la expansión de la infraestructura portuaria.

"Esto con miras a lograr un acuerdo que beneficie a la ciudad y potencie la actividad económica de la región y el comercio exterior de la zona central del país, en la que han participado distintos gremios, rectores de universidades, sindicatos, autoridades locales, vecinos y distintos representantes de las vocaciones que dan vida a Valparaíso", apuntó el ejecutivo quien expuso junto a la gerenta de Desarrollo y Concesiones de la estatal, Javiera Perales.

Por su parte, el presidente del gremio industrial, Gerald Pugh, señaló que la sesión de directorio en la EPV es parte de una instancia de relacionamiento "in situ" con las empresas que forman parte de la entidad.

"Es la primera que realizamos este año en Puerto Valparaíso y la idea es seguir con otras empresas en los meses que vienen (...) además, pudimos conocer los planes de la empresa para el futuro, por lo que quedamos muy contentos", dijo Pugh.

Cerca de 31 familias de la región serán favorecidas con un convenio que establece un proceso especial para asegurar que sus nuevas viviendas cuenten con servicios básicos en tiempo y forma, agilizando los plazos de los trámites respectivos.

Se trata de un acuerdo firmado por Esval, Serviu y el Minvu, que contempla 94 proyectos en 27 comunas que forman parte del Plan de Emergencia Habitacional 2022-2025. "Sabemos la diferencia sustancial que supone acceder a servicios para la calidad de vida de las personas (...) nuestro compromiso es priorizar la revisión y análisis de estos proyectos, para que cuenten con el servicio en el menor tiempo posible, dijo el gerente general de Esval, José Luis Murillo.