"Sharp no es opinólogo, sino alcalde, y su gestión está lejos de convertir a Valparaíso en una mejor ciudad"
Por problemas de agenda, la presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic, no pudo acompañar ayer a su candidato al Consejo Constitucional, el exrector de la UV, Aldo Valle, en una actividad en Viña del Mar. Aun así, conversó con este medio, entrevista en la que mostró altas expectativas sobre la elección y, de paso, dejó algunas dudas sobre la gestión local del Gobierno y del municipio en seguridad, a raíz del narcofuneral del pasado martes en Valparaíso.
- Cuando hay analistas que proyectan un triunfo de la derecha en la elección de mayo, ¿tiene buenas expectativas de sus candidatos?
- Mira, creo que nosotros llevamos, tal vez, los mejores candidatos de la lista, porque tanto Marcelo Schilling como Aldo Valle son dos personas de reconocida trayectoria en la región. Ambos representan la excelencia personal y son muy buenos haciendo campaña y por eso la confianza que tengo en ellos. De hecho, es probable que ambos puedan resultar electos.
- ¿Qué tipo de resultado se tiene que dar para ambos sean electos?
- Ambos apuntan a distintos tipos de electorado. Marcelo Schilling, como un destacado militante nuestro y que hasta trasciende las fronteras socialistas, y Aldo Valle que representa muy bien los valores del Partido Socialista y, además tiene muy buenas relaciones con gente del Frente Amplio y con personas del mundo independiente. Son candidatos que se complementan muy bien y el hecho de que vayan subpactados, donde uno potencia al otro, finalmente aumenta las posibilidades de que ambos resulten electos.
- ¿No cree que la crisis de seguridad de la semana pasada en Valparaíso pueda impactar en las candidaturas de Unidad para Chile?
- No creo que lo que ocurrió en Valparaíso afecte mayormente a los candidatos oficialistas. Al menos los candidatos socialistas tienen una postura sobre el tema de la seguridad que no sólo no debiera afectarlos negativamente, sino al contrario; la ciudadanía debería reconocer en ellos una actitud consistente con este tema.
- Hizo una distinción entre los candidatos socialistas y los de Apruebo Dignidad. ¿Hay una distancia considerable entre ambos proyectos?
- Hago la distinción porque, finalmente, hay algunos candidatos en el oficialismo que explicitan derechamente sus posturas y otros que no son claros, y por eso me refiero a los candidatos socialistas y no me corresponde bajarles la línea a los que no son de mi partido. Sí creo que al interior de la alianza de Gobierno hay distintas percepciones y decisiones sobre la seguridad. Hasta hubo parlamentarios de otros partidos de Gobierno que se restaron muchas veces de ciertas decisiones importantes, como los estados de excepción, mientras que el PS siempre mantuvo su voto.
Revisar el programa
- Siento que su idea de "revisar críticamente" el programa de Gobierno se relativizó entre tanta interpretación que se hizo. ¿Qué tan profunda debe ser esa revisión crítica?
- Mire, lo que pasa es que en el PS vemos diferencias entre quienes quieren mantener todo cómo está en el programa, como si estuviera escrito a fuego, mientras otros creemos que hay varias cosas que revisar y que hay prioridades que tal vez no aparecían al momento de escribir el programa.
- ¿Se refiere a que hay que desechar algunas expectativas del programa?
- Me refiero a que hay urgencias como la seguridad, la crisis de las isapres o la migración que era grave cuando llegamos, pero no tenía la magnitud que hoy estamos enfrentando. Mire, yo no soy intransigente, sino más bien soy de las que piensa que uno permanentemente en la vida y en la política debe ir revisando sus actuaciones, evaluando lo que se ha hecho bien y lo que no, y sobre todo ir poniendo unas prioridades por sobre otras.
- Cuando dice que usted no es intransigente, ¿hay autoridades oficialistas que sí lo son?
- Es evidente que es así, que hay intransigencia. Si hasta hay declaraciones de presidentes de partido y parlamentarios que van en ese sentido, anticipándose a un debate que no quieren dar. Si en el Gobierno no somos capaces de conversar sobre lo que no estamos de acuerdo, nos terminaremos transformando en partidos estanco, donde no hay ninguna comunicación ni alianza y donde cada uno aportará desde su trinchera.
NARCOFUNERAL
- ¿La seguridad es lo prioritario para usted y su partido?
- Sí, porque la seguridad será lo que habilite el ejercicio de todo tipo de derechos. Sin seguridad pública no habrá derechos sociales, y prueba de ello fue, precisamente, el conflicto que se generó esta semana en Valparaíso, donde se cerraron colegios por un narcofuneral.
- Cuando aún se buscan responsabilidades por el narcofuneral, ¿cuál es su postura?
- Que está claro que quien debe coordinar es la delegada regional y que los seremis le responden a ella, que es la representante del Presidente de la República en la región. Quien debe tener contacto directo con la ministra del Interior o el subsecretario, si ocurre un problema, es la delegada y, evidentemente, hubo una descoordinación.
- Pero los diputados de su partido por la región, Nelson Venegas y Tomás de Rementería, responsabilizaron a la seremi de Educación por el cierre de colegios.
- Es que no les corresponde a los diputados ni a mí, como presidenta de partido, establecer responsabilidades. Lo que yo sí creo es que hay un orden jerárquico dentro del Gobierno. De la ministra del Interior dependen los delegados y delegadas regionales, y de ellos dependen los seremis.
CRÍTICAS A SHARP
- ¿Fueron excesivas las críticas al Gobierno por lo que pasó?
- Precisamente me sorprendí de unas declaraciones que hizo el alcalde Sharp el pasado viernes, acerca, precisamente, del tema de seguridad, culpando a otros, cuando es clara la desidia que él ha tenido en relación al orden, a la limpieza, al cuidado de la ciudad de Valparaíso, que está absolutamente abandonada, deteriorada, a un punto que llega a dar lástima.
- ¿Es fácil ser oposición al estilo de Sharp?
- Creo que no tiene nada que perder, por lo tanto, él le pega al Gobierno como le puede pegar a la derecha. Lamentablemente, Sharp no es un opinólogo, sino alcalde, y su gestión está lejos de convertir a Valparaíso en una mejor ciudad.
"La seguridad será lo que habilite el ejercicio de todo tipo de derechos. Sin seguridad pública no habrá derechos sociales, y prueba de ello fue el conflicto que se generó esta semana en Valparaíso".