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Con ello se busca "mitigar, en parte, la congestión vial que se vive en esta zona y se trata de darle más oferta vial a los conductores. Para eso, estamos instalando los letreros de mensajería variable que van a señalar a los usuarios tomar la Ruta F190 por el Puente Limache por ejemplo. Por otro lado, quienes llegan a Concón van a poder acceder por la calle San Agustín girando por la izquierda en una pista de desaceleración. Lo que estamos buscando es que no todo el flujo vial vaya hacia la rotonda, más bien ampliar la oferta vial por las rutas que ya existen en este sector", detalla.
También explica que el MOP, a través de la Dirección de Vialidad, desarrolló el proyecto de ingeniería de la Ruta F30 E en su integralidad hasta empalmar con la Ruta F20, enlace Quintero y el nudo Quillota, y que se ha trabajado por etapas debido al costo de las obras, "avanzando en los proyectos de acuerdo a lo planificado: se construyó la doble vía desde el cementerio hasta ENAP y posteriormente la rotonda".
A continuación, agrega, debía hacerse el Puente Aconcagua, pero en pleno proceso de licitación, "se declaró humedal urbano el sector de la desembocadura del Aconcagua en Concón, lo que involucra el área donde se localiza el puente, y además se modificó la normativa ambiental", por lo que el Ministerio "debió retrotraer el proceso para dar cumplimiento a la normativa ambiental vigente".
Eso implica ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental a fin de obtener la Resolución de Calificación Ambiental, para lo cual se debe actualizar el diseño y elaborar el Estudio de Impacto Ambiental correspondiente.
Segundo humedal: mantagua
El seremi MOP recuerda que el proyecto Ruta F30 E incluye el Puente Aconcagua, el Puente Las Gaviotas y la continuación de esa vía, lo que también involucra al Humedal Mantagua, por lo que "el proyecto en su integralidad deberá ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, con los plazos que ello involucra".
De allí que se estén implementando las medidas de mitigación y de gestión de tránsito que es posible hacer en estos momentos. "No hay que olvidar que la rotonda es parte de una conectividad integral que debía empalmar con el nuevo puente", subraya.
Independientemente de ese proyecto, Vialidad ya tiene incorporada en su cartera de inversiones la licitación del Enlace Quintero, "que es una zona importante de conexión que une la ruta F216 Valle Alegre, la Ruta F30 E y la salida de Quintero. Se construirá un enlace con todos los movimientos correspondientes en un sector de alto nivel de accidentabilidad y tránsito", obra que no requiere ingreso al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.
"no podemos volar"
La congestión en la Rotonda Concón ha sido complicada para miles de usuarios, entre los que se cuentan los conductores de buses que cubren el recorrido entre Valparaíso y la costa norte.
Cristian Lambruschini, presidente del gremio en Sol del Pacífico, con 26 años de oficio, tiene claro cómo ha cambiado la vida en las rutas. "La diferencia entre antes y ahora es que las calles eran horribles, llenas de hoyos. Ahora las calles están buenas pero la congestión es lo peor, porque es mucho mayor la cantidad de vehículos, y también hay más gente y departamentos, sobre todo en Concón".
Los conductores que van hacia Ventanas, Puchuncaví, Maitencillo y más al norte no tienen otra opción que la Rotonda de Concón, a la ida y a la vuelta. "El bus que sale a las 7 de la mañana de Valparaíso hacia Quintero-Horcón, pasa más o menos a las 8 por la rotonda; esa misma máquina se devuelve a las 4 ó 5 de la tarde y se encuentra con el mismo taco. Nosotros tenemos horarios para llegar a destino, pero no queda tiempo para tomar desayuno o ir al baño" antes de volver a salir, relata.
Todo eso conspira para que la línea pueda ver alterada la frecuencia de sus buses y que los conductores pierdan servicios. "A veces la gente lleva esperando 20 minutos en un paradero, más los escolares, y obviamente se queja. Llegan los reclamos al seremi y nosotros no tenemos nada que hacer, no podemos volar".
Lambruschini no ve otra solución que un nudo vial en distintos niveles. "Lo otro es ampliar el puente Las Gaviotas y dar solución al cruce de la vía férrea, que tiene un disco Pare que dificulta el paso de los vehículos". En su gremio, asegura, "están todos estresados".
Movimiento turístico sin daño
El director de la Asociación Gremial de Gastronomía y Turismo (Asetug) de Concón, Mauricio Ramírez, comenta que "el tema que empezó años atrás con este proyecto tan ambicioso del Ministerio de Obras Públicas, que buscaba mitigar las congestiones y aumentar la seguridad, al final fue para peor. Se ampliaron las pistas de la rotonda, se mejoraron algunos accesos, calles laterales, se pusieron luces nuevas, paraderos, pero los tacos no pararon. Y efectivamente, hay gente que se demora hasta dos horas en llegar a destino, lo que complica mucho".
Pero en esta época, agrega, ya la congestión va a la baja. "Yo circulo todos los días por ahí, y no hay, salvo los fines de semana o feriados largos, pero de todas maneras, lo que se trató de hacer no funcionó, aunque vino el exministro de Obras Públicas y dispuso fondos para los planes de mitigación", entre los que destaca el desvío que salvará de la rotonda a quienes buscan subir a Concón antiguo.
A la hora de medir el impacto de la congestión en el movimiento turístico conconino, comenta que si bien "existió molestia porque los vehículos demoraban mucho en pasar", eso no se tradujo en una mala temporada, ya que los resultados fueron promisorios.
"En enero, el turismo nacional y también en nuestra zona estuvo un poco lento, pero llegaron muchos autos argentinos. Y en febrero el turismo interno fue mucho. Conversé con varios locatarios, dueños de restaurantes, y me comentaron que esta temporada fue la mejor que han tenido desde antes de la pandemia", agrega, aun cuando los negocios del sector Higuerillas siguieron afectados por las obras del camino costero.
"El MOP comunicó que de aquí a junio estarán terminadas varias de las obras de la rotonda. Esperamos que en el segundo semestre y el próximo verano, con las obras terminadas en el sector de Higuerillas más las de mitigación, podamos tener un periodo incluso más auspicioso", señala esperanzado.
"debió hacerse un distribuidor de tráfico"
Dos miradas de expertos coinciden en un punto: en el área geográfica de influencia de este proyecto vial, rotonda incluida, solo es dable esperar que la población y los vehículos aumenten.
"Las rotondas siempre son un problema porque concentran el tráfico en un punto; de hecho, en ingeniería de tráfico se denominan nudos. En este caso, tenemos varios caminos de mucho tránsito, no solo en el verano. También en las horas peak, cuando la gente sale de las oficinas, esa rotonda es un infierno", dice el ingeniero civil, doctor en la especialidad y académico de la Universidad de Valparaíso, René Espinoza.
Subraya que en ese lugar "no se debió haber hecho una rotonda, sino un distribuidor de tráfico, que es muy diferente, porque divide, separa a los usuarios por la dirección en la que van yendo. En cambio, en la rotonda uno tiene que elegir la salida o la entrada y eso genera los tacos que se forman ahí, que tantas veces nos han hecho enojar a muchos de nosotros".
El experto no cree que las obras complementarias al nudo vial que faltan por ejecutar vayan a mejorar la situación en él, porque van a llegar más vehículos, parque que crece cada año. Piensa que se requiere "un distribuidor en varios niveles, de manera que no haya interacción entre los vehículos que van a Viña con los que se dirigen a Concón, o entre estos últimos y los que circulan hacia Quintero, ni entre los que proceden de esa dirección y quieren tomar el Camino Internacional, Borgoño o Concón".
La presión sobre el borde costero
La arquitecta Marcela Soto, máster en Arquitectura y Cultura Urbana, y docente de la escuela del ramo en la Universidad Técnica Federico Santa María, donde es encargada del área Territorio y Gestión, aborda el tema desde la perspectiva de la planificación urbana, materia fuertemente vinculada con el transporte.
Plantea que en este contexto una de las claves es considerar que las intervenciones en transporte, ya sea una rotonda, un área de estacionamiento u otras, implican generar una oferta que va a derivar en mayor demanda. Como de hecho ocurrió con la construcción del par Viana-Alvarez de Viña del Mar, que no tardó en quedar estrecho.
"Hay un crecimiento sostenido de áreas residenciales entre Quintero y Concón, de tal manera que la F30 E, que conecta esas comunas, hace tiempo que dejó de ser una ruta turística y se ha transformado en una vía residencial para mucha gente". Y con el aumento de la población -derivado también del teletrabajo que favoreció la mudanza a la costa- "no hay rotonda que resista".
La académica hace notar que existen conflictos en todo sentido, "porque el borde costero ya no es para el fin de semana solamente, es de primeras viviendas; es decir, la presión sobre esa área no somos nosotros, sino millones de habitantes de Santiago".
Cree que las obras de mitigación que se realizan en la rotonda van a paliar algunos problemas, "pero pienso que a la larga esto va a ir en aumento porque hay una demanda fuerte con respecto a residencias en el borde costero", además del efecto del trabajo a distancia y de la jornada laboral de 40 horas que va a permitir mayor tiempo libre. En esa línea, valora las intervenciones que se han ejecutado en rutas alternativas, estableciendo una red que busca bajar la presión sobre la F30 E. 2