Demandas de la calle y las urgencias pendientes
Manifestaciones y recriminaciones en Quilpué, Santiago y Concepción exigen voluntad política en la lucha por la seguridad. Ha llegado el momento de avanzar. Hay luces rojas de alerta y la única consigna válida es ganar ahora la batalla por la seguridad, partiendo por dar seguridad, medios, facultades y protección a quienes están en la primera línea de combate.
Mientras la clase política condenaba y anunciaba la aceleración de medidas para abordar la crisis de seguridad, cuya última expresión ha sido el asesinato de una meritoria sargento de Carabineros, la calle, la gente, también se manifestaba. Manifestaciones emotivas, velatones, justificadas recriminaciones de familiares en El Belloto, Quilpué, Santiago y Concepción, demostraban dolor por el asesinato de Rita Olivares y también exigían, de una vez por todas, poner fuerza y voluntad en la lucha por la seguridad, en este momento la madre de todas las batallas.
Junto al dolor de los manifestantes también se condenaba la sistemática campaña contra Carabineros realizada en los últimos tiempos, campaña que ha buscado desacreditar y debilitar a la institución y también ha llamado a la eliminación física de los efectivos policiales. Los resultados están a la vista: insultos, consignas, falsas imputaciones y ataques a cuarteles, vehículos y al personal.
Significativo es el Twitter, uno de tantos, del urbanista Iván Poduje, director de Atisba, quien tras el brutal crimen de El Belloto afirmó que "la sargento Rita Olivares no podrá ser velada en la Iglesia de Carabineros porque la Primera Línea la quemó. También atacaron el memorial de los Mártires de Carabineros. Lo rayaron, lo apedrearon y le tiraron bombas incendiarias. En plena Alameda". Se alude a los actos vandálico de octubre de 2019, un antecedente de la licitud que aparece en las posteriores agresiones a la policía uniformada.
Muchos de los que hoy condenan tienen alguna cuota de responsabilidad en la complacencia o en la incitación de acciones que nos llevan a la situación que afecta no sólo a Carabineros, sino que a la seguridad de la sociedad en su conjunto. Hay presiones para la acción desde de la calle, con ese cortejo emocionado que ayer recorrió distintas arterias, y desde el interior de la clase política, que no ha estado a la altura de la realidad, en particular grupos del oficialismo.
Haciéndose eco de la presión de los hechos, los senadores de la oposición, UDI, RN, Evópoli y Republicanos, enviaron una carta al Presidente Gabriel Boric pidiendo urgencia para 20 proyectos sobre seguridad que esperan años, semanas y meses y no logran discusión inmediata. Uno de ellos refiere, precisamente, a atentados contra policías y otro establece protección al personal policial. Es facultad del Ejecutivo disponer esa urgencia. ¿Por qué no se ha dispuesto?
Ha llegado el momento de avanzar. Hay luces rojas de alerta por todos lados y la única consigna válida es ganar ahora la batalla por la seguridad, partiendo por dar seguridad, medios, facultades y protección a quienes están en la primera línea de combate. Los efectivos de Carabineros e Investigaciones en primera línea, y tras ellos la calle, la gente, que los apoya y demanda acciones consistentes en seguridad, bien básico en el Estado de derecho.