Tal como ha sucedido con otros edificios, a inicios de los '90 vecinos de Valparaíso buscaron proteger el llamado Edificio Cousiño de una posible demolición y construcción de una torre de 15 pisos, a través de que se le declarase Monumento Nacional, lo que se logró el 19 de julio de 1994.

Dos años después, un incendio provocó la destrucción total de sus cuatro pisos, y sólo se logró mantener la fachada del recinto construido entre 1881 y 1883, en terrenos que se habían ganado al mar en 1870. El lugar -que asemeja un crucero y se ubica entre Blanco y Avda. Errázuriz-, pasó a estar en el abandono total. Numerosos incendios posteriores terminaron con gran parte de la cornisa y mansarda, y durante años fue ocupado por personas en situación de calle y roedores.

Esto implicó la demolición de su estructura secundaria, la que luego se retiró casi en su totalidad. Sin embargo, su estructura primaria aún estaba en condiciones estructurales sanas, con revestimientos exteriores en regular estado, constituida por figuras de la época, balcones y balaustras.

Es así como en 2007 el DuocUC tomó la decisión de embarcarse en la ambiciosa iniciativa de recuperar y restaurar el lugar. No fue un camino fácil, ya que recién en 2009 lo pudo adquirir a la Municipalidad de Valparaíso, y comenzó un trabajo que se inauguró oficialmente el 25 de abril de 2011.

Con una inversión de 10 millones de dólares, se trata de una construcción de 5 mil metros cuadrados y cinco niveles, con un teatro para 270 butacas, un café y una oficia de informaciones turística que reabrirá prontamente.

Un caso exitoso

En estos 12 años, el lugar se ha convertido no sólo en un ejemplo de restauración, sino también en un punto de fuerte actividad cultural para la ciudad. Ello porque en el recinto conviven las carreras de Gastronomía, Turismo y Técnico en Restauración de Bienes Patrimoniales, así como el Centro de Extensión que ha desarrollado ciclos de teatro, cine, música y otros.

Para Claudio Salas, director DuocUC Sede Valparaíso, el Centro de Extensión Edificio Cousiño "es un proyecto y caso de éxito, que ha servido de ejemplo para otras instituciones", no sólo por la reconstrucción del inmueble, sino también porque se la ha dado valor "a través de una cartelera cultura 100% gratuita y a disposición de la comunidad en general".

"Considero que nuestro principal logro va más allá de la recuperación física del inmueble, sino que, gracias a la infraestructura de nuestro edificio, hemos dado vida a un nuevo lugar de encuentro, abriendo nuestras puertas para acercar la cultura y el arte a toda la comunidad", sostiene.

En este aspecto es fundamental el programa A Puertas Abiertas. Éste "es un proyecto de DuocUC que se ejecuta a través de sus sedes a lo largo de Chile, el cual busca impactar a través de las culturas, las artes y el patrimonio a las comunidades de la que es parte, siendo el Centro de Extensión DuocUC Sede Valparaíso, mediante su cartelera mensual de actividades, un testimonio de ello", comenta Salas, acotando que "desde nuestra institución creemos firmemente que una comunidad educativa tiene que estar abierta a su entorno y buscar desarrollos conjuntos y virtuosos de acuerdo a las posibilidades que podemos entregar".

¿Y cómo se vinculan las carreras que se imparten en el Edificio Cousiño con las actividades que se generan para la comunidad? "Le dan vida a gran parte de las actividades de la cartelera a través de, por ejemplo, las tertulias y catas gastronómicas, el taller de maderas o los trekking culturales que son ejecutados por docentes y alumnos, abiertos a la comunidad, generándose el circulo virtuoso de la vinculación con el medio que impacta tanto en la comunidad como en la formación y el perfil de egreso de nuestros alumnos que tienen la oportunidad de aprender a través de la experiencia y el aporte de valor de lo que significa este proyecto", sostiene.

Puesta en valor cultural

Ubicado en el plan de Valparaíso, el lugar también es objeto de rayados como otros edificios, aunque no de forma frecuente. "Sentimos que hay un cariño y cuidado especial por parte de la comunidad para con nuestro edificio", dice al respecto Claudio Salas.

"No obstante lo anterior, contamos con un protocolo de mantención y reacondicionamiento el cual contempla pintar el edificio de forma inmediata tras cualquier rayado, lo que lo hace que sea poco atractivo para quienes realizan estas acciones", acota.

"Creemos que el cuidado de nuestro edificio entrega dignidad a quienes habitamos y transitamos diariamente por ahí y por ende, queremos aportar con un sentido estético que agregue valor a nuestra ciudad", agrega el director de la sede Valparaíso del DuocUC.

Pero quizás lo más complejo que ha vivido el lugar en estos 12 años de convivencia con la ciudad son el estallido social de 2019 y la pandemia. El primero "significó la suspensión de todas las actividades que significaban aglomeración de personas y luego, con la pandemia, la suspensión de todas las actividades presenciales. Lo anterior generó la reconversión de nuestras actividades al formato digital, lo que fue un desafío, un aprendizaje y también una oportunidad que nos permitió llegar a otras audiencias que de manera tradicional no habíamos logrado llegar", manifiesta Salas.

"Desde la perspectiva del tiempo -continúa-, la pandemia impactó en forma importante los ambientes educativos y culturales. No obstante, nuestro Centro de Extensión y su cartelera reconvirtieron rápidamente sus contenidos y actividades al formato digital, cambiando los hábitos de consumo cultural de nuestros públicos, quienes al día de hoy gozan de actividades presenciales y online. De esa experiencia y aprendizaje seguiremos construyendo una cartelera cultural que mezcle lo mejor de ambas experiencias".

En 2022 más 17.000 personas participaron de las actividades organizadas por el Centro de Extensión Edificio Cousiño, "lo que nos anima a continuar en los esfuerzos por ofrecer actividades culturales presenciales y online del mejor nivel con acceso gratuito a la comunidad en general, siempre adaptándonos a los desafíos que se nos vayan presentando".

En este contexto, esta semana -por ejemplo- se presentó el pianista Roberto Bravo y están prontos a dar a conocer el calendario de mayo. Para asistir a cada una de las actividades basta inscribirse 48 horas antes de la fecha indicada en un formulario que se cuelga en la página web. Ahora, el recinto también cuenta con un café que permite poder conocer parte del primer piso, donde se puede apreciar el interior de la fachada que se conserva.

Pero hay más: "Tenemos por delante la celebración de los 20 años del Festival Puerto de Colores que también nos tiene muy desafiados para el año 2024", finaliza Claudio Salas. 2

Flor Arbulú Aguilera

flor.arbulu@mercuriovalpo.cl

En el decreto del Consejo de Monumentos Nacionales que nombra al recinto Monumento Histórico aparece sin nombre. Es más se le indica como "Edificio que se levanta entre Avenida Errázuriz y calle Blanco, enfrentando al crucero de Pasaje Ross", aunque en su descripción en la página web se dice que Isidora Goyenechea ordenó la construcción de un lugar en memoria de su difunto marido Luis Cousiño Squella, destacado empresario porteño que generó una enorme fortuna gracias a la industria del carbón. El inmueble se construyó entre 1881 y 1883 con el objetivo de acoger las oficinas de la Compañía Explotadora Carbonífera de Lota y Coronel, perteneciente a la familia.

Una historia repetida una y otra vez, hasta que en 2019 se dio a conocer que en realidad el paño de terreno fue adquirido por el empresario textil Luis Guevara Arias, quien pidió la autorización para construir en esos terrenos con fecha del 16 de septiembre de 1881. En el libro "Impresiones de la República de Chile en el Siglo XX: Valparaíso" se da a conocer que la empresa de Guevara "es propietaria de un gran edificio de cuatro pisos en la calle Blanco, conocido con el nombre de 'Crucero Guevara'". Incluso el monograma inscrito no son las de "LC", sino que "LG". A pesar de ello, popularmente se le sigue llamando Edificio Cousiño, ex Ratonera.