"Soy niño": crónica de una transición de género
En salas chilenas se puede ver por estos días el documental de Lorena Zilleruelo, retrato íntimo y sensible del primo de la cineasta, que una noche de Navidad anunció a su familia que buscaría su identidad.
El cine, probablemente el arte más permeable a su época, está retratando las transformaciones sociales y políticas de nuestro país con un imparable entusiasmo. Digamos que si alguien reuniera los últimos documentales realizados en Chile podría tener una idea bastante acotada de las problemáticas y debates de nuestros tiempos. Lo importante es que a la discusión no se llega desde la arenga altisonante, sino desde la intimidad de las pequeñas historias. Lo público se alcanza a través de lo privado.
Este trayecto retrata acaso el proceso de "Soy niño", documental de Lorena Zilleruelo (se puede ver en salas del país) que comienza con la contemplación de videos de registros familiares. En los primeros minutos, la directora -que vive en Francia- se entrega a la nostalgia ante tomas de naturaleza y pájaros de un lugar preciado para ella. "Es el refugio al que voy cada vez que vuelvo a mi país", comparte. Los registros fueron hechos por su padre, videísta aficionado que ha encontrado en la imagen en movimiento un medio vivo para comunicarse con sus hijos. Lo que hasta ahora podría ser un documental sobre la melancolía por el hogar va progresivamente enfocándose en su objetivo.
A Andrea, la prima menor de la familia, primero la vemos enviando un saludo tímido frente a la cámara aficionada. Luego, recibiendo regalos alrededor del árbol de Navidad, ofreciendo un discurso en su graduación y llorando al cerrar la etapa escolar. En todas las imágenes, la preadolescente parece desencajada, apesadumbrada. El primer alivio llega cuando encuentra su verdadera identidad.
"Esa noche, un 24 de diciembre del 2014, en la cocina de mis padres, solemnemente me anuncias que eres un niño y que te llamas David. Ese mismo anuncio lo habías hecho con cada uno de los miembros de la familia. Me dices que quisieras decírselo al mundo entero. Yo tengo mi cámara y juntos decidimos que te filmaré hasta que te vuelvas adulto", señala con un tono confesional Zilleruelo. Su voz en off está siempre dirigida a su retratado. El documental funciona como homenaje y acompañamiento al proceso físico y psicológico de la transición de género. Una historia mínima que, sin embargo, puede identificar a muchos.
"Soy niño" está realizado con sensibilidad y afecto. Es un seguimiento a David en el tiempo (realizado durante las visitas anuales de la directora a Chile), pero también funciona como una película sobre el proceso cultural de una familia que pasa del prejuicio al activismo, las burocracias del sistema y la lucha por los avances legislativos. A pesar de la oposición y la resistencia de un sector de la sociedad nacional, hoy existe la ley chilena N° 21.120 que reconoce y da protección al derecho y a la identidad de género. "Soy niño" humaniza esta información dura a través de una aproximación empática y delicada a las emociones -sufrimientos, esperanzas y alegrías- que trae la transición de género en un niño entrañable. Estamos frente a una película sensible para ampliar un diálogo necesario.
El documental tuvo su estreno mundial en el Festival de Toulouse, Francia.
En resumen
"Soy niño" se filmó en cada viaje que Lorena Zilleruelo hizo a Chile.
Por Andrés Nazarala R.
fotograma