La vertiginosa expansión del chat de IA que obtuvo máximos puntajes en la PAES
El sitio EvoAcademy sometió al ChatGPT a las pruebas de Comprensión Lectora, Historia y Ciencias Sociales, en las que arrasó. Expertas en ciencia y educación analizan sus alcances.
Entre el asombro y la inquietud se mueven las reacciones de muchos de quienes se enteraron del notable desempeño que tuvo en la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) el ChatGPT, software de inteligencia artificial (IA) desarrollado por la compañía OpenAI.
El sitio EvoAcademy realizó el experimento de someterlo a las pruebas de Comprensión Lectora, Historia y Ciencias Sociales. La versión 3.5 del ChatGPT (gratuita) acertó más del 75% de las preguntas en cada examen y sacó 772 puntos, mientras la versión 4.0 (pagada) respondió correctamente más del 93% y logró 917. En el primer examen las dos versiones quedaron en el 1% de los más altos puntajes. Podrían haberse matriculado en las más exigentes carreras humanistas.
Un asombro parecido deben haber experimentado los asistentes a la inauguración del último Congreso Futuro, que fueron testigos de la entrevista -denominada "diálogo del metaverso"- entre la periodista de CNN Paloma Ávila y el célebre naturalista inglés del siglo XIX, Charles Darwin, quien "habló" sobre la ciencia, el cambio climático y la sociedad de hoy, gracias a un equipo de investigadores nacionales que mediante IA lograron procesar y relacionar la producción científica, la línea de pensamiento y el contexto de la época de Darwin para "traerlo" a esta época y al set.
Son dos esbozos de las posibilidades de la inteligencia artificial (IA), que la enciclopedia digital Wikipedia, uno de los sitios más visitados en la Web, define como "una disciplina y un conjunto de capacidades cognoscitivas e intelectuales expresadas por sistemas informáticos o combinaciones de algoritmos cuyo propósito es la creación de máquinas que imitan la inteligencia humana para realizar tareas, y que pueden mejorar conforme recopilan información".
Una definición correcta en opinión de la académica de la Universidad Técnica Federico Santa María, María José Escobar, ingeniera civil, doctora en Ciencias y experta en neurociencia computacional, inteligencia artificial y robótica cognitiva. "Estas máquinas o algoritmos resuelven alguna tarea que nosotros definimos. La gracia es que dentro de la IA está el aprendizaje de máquinas, donde las reglas se aprenden a partir de los datos con los cuales uno alimenta el algoritmo. Por eso se puede decir que aprende constantemente o mejora según su rendimiento".
¿nuevas competencias?
Los alcances de la IA parecen ser infinitos. En una columna publicada la semana pasada en El Mostrador, el académico de la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Chile, Álvaro Salinas, recuerda cómo el debate en esa área incluye la constatación de que, "entre otras cosas, las herramientas de IA ya disponibles posibilitan a los estudiantes entregar sus tareas simplemente preguntando y copiando sus resultados".
Pero, agrega, "la mayoría de las grandes innovaciones han ido acompañadas de períodos de gran incertidumbre, donde se confrontan posturas de un gran optimismo con otras de un pesimismo apocalíptico". Y ejemplifica: "Platón discutía en Fedro cómo la escritura haría a los hombres despreciar la memoria y creer que llegarían a la sabiduría sin maestros".
Al académico viñamarino y columnista de este suplemento, Gonzalo Serrano, el ChatGPT le respondió en sólo un minuto y medio, con la extensión pedida y una argumentación impecable, una consulta que a un estudiante medio le demandaría probablemente horas contestar (ver recuadro en página 5).
María José Escobar, exseremi de Ciencia, comenta que hasta antes de que apareciera ese algoritmo, la IA estaba abocada a tareas específicas, donde se usan datos para resolver un problema particular. "El tema disruptivo con el ChatGPT es que no tan solo está resolviendo una tarea específica, sino interpretando, analizando, información que ya existe en la Web, y tomando acciones con respecto a qué hacer con ella, y eso empieza a tocar mucho más cercanamente nuestras características humanas".
Ella misma pudo constatar cómo las preguntas que preparaba para una tarea destinada a sus alumnos de primer año, una tras otra las resolvía el ChatGPT. "Entonces, ahí viene todo un cuestionamiento de qué tipo de competencias son las que las futuras generaciones van a tener que desarrollar para que herramientas como ésta sean una oportunidad y no constituyan una amenaza a nuestro desarrollo de humanidad".
Integrar o bloquear
La directora del Instituto Data Science de la Universidad del Desarrollo, Loreto Bravo, ingeniera civil y doctora en Ciencias de la Computación, expone asimismo que "herramientas como ChatGPT nos obligan a replantearnos cómo enseñamos, qué enseñamos y cómo evaluamos lo enseñado".
Comenta que en el mundo desarrollado hay colegios que han considerado bloquear el acceso a ellas, "pero eso solo trae brechas de uso entre los que pueden acceder desde la casa y quienes no", en circunstancias que "lo que queremos es que los alumnos hagan un buen uso de las herramientas y tecnologías".
Para eso, detalla, "debemos preguntarnos qué habilidades
Herramientas como ChatGPT nos obligan a replantearnos cómo enseñamos, qué enseñamos y cómo evaluamos".
En educación Jamás se va a perder la relación y el valor que las personas tienen en el proceso educativo".
La historia demuestra que es difícil predecir qué competencias vamos a ganar dados estos cambios tecnológicos".
María José Escobar Académica USM, experta en IA y robótica cognitiva.
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl
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