Semana de refriega antes de la batalla
Los comicios del domingo han obligado al Gobierno y a los partidos a mostrar sus cartas. La Región es un atractivo coto de caza.
La Región de Valparaíso, como coto de caza político a la mano de Santiago, ha probado esta semana -ad portas de las elecciones para el Consejo Constitucional del día domingo- ser la carnada perfecta para el intervencionismo legal de lado y lado en la carrera por instalar candidatos en la pole position para los comicios que decidirán quiénes participarán de la redacción de una nueva Carta Magna, pero también la última configuración de fuerzas de cara a las próximas municipales, parlamentarias, presidenciales y regionales (gobernadores y cores) con voto obligatorio.
Por lo mismo, tampoco es gran novedad que el alcalde La Florida, Rodolfo Carter, se pasee por la zona apoyando a su candidato Edmundo Eluchans, ni que se dedique a criticar a los alcaldes del Frente Amplio presentes en todo el Gran Valparaíso por las propias falencias de la coalición que él representa, pero sí lo fue que hiciera una certera autocrítica respecto de la desconexión de las élites centroderechistas que lideraron Viña del Mar y Valparaíso durante buena parte de las últimas tres décadas.
Precisamente, y en el mismo juego de caretas y avivadas de último minuto, la alcaldesa Macarena Ripamonti pisó ingenuamente el palito del diputado comunista Luis Cuello y su candidata Carolina Fernández cuando éste volvió a la carga con una propuesta en la cual lleva insistiendo desde que llegó a la Cámara, pero esta vez a 4 días de una elección: cambiar el histórico nombre de la calle Quillota por el del expresidente Salvador Allende, cuyos restos reposaron durante años en el Cementerio Santa Inés. Así, la jefa comunal propuso realizar una consulta ciudadana, abriendo la puerta a una división sociopolítica que poco aporta en la antesala de la actividad cívica de pasado mañana y que ya comienza a incomodar.
Entretanto, y con el Presidente Gabriel Boric escondido y sin dar declaraciones a la prensa hace más de 20 días, acaso en un peregrino intento por desacoplarse de un posible desastre oficialista en las elecciones, la ministra Jeannette Jara -improvisada vocera ante el viaje de Camila Vallejo a Nueva York- pidió no mezclar temas como los de la reforma a las pensiones y el CAE con lo que ocurra el domingo. En eso tiene toda la razón. Empero, ¿lo aceptará la población?