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perfecto de polarización y radicalidad", más allá de que hoy haya en la Comisión Experta "visiones bastante dispares, por ejemplo, sobre la coexistencia del estado subsidiario y el estado social de derecho".
Piensa que si existe un predominio de "las tres derechas" y consiguen 30 o más consejeros "podría haber grupos que cayeran en la tentación de pasar máquina, como ocurrió desde la izquierda con la derecha en la Convención", pero es escéptico en que elijan esa cifra, "porque la izquierda tradicional que era concertacionista, particularmente el PS y el PPD, tienen redes territoriales potentes".
"Si lo consiguiera, sería un éxito histórico que la derecha jamás ha logrado, tanto antes como después del 73. Entonces, si eso ocurriera, las consecuencias irían mucho más allá de la mera elección del Consejo. Y cabría comenzar a preguntarse si realmente la administración Boric tiene apoyo para llevar a cabo sus grandes transformaciones", expone.
Desempeño republicano
Los proyectados buenos resultados que obtendría el Partido Republicano, por otra parte, también implican alcances políticos diversos en el Gobierno y al interior de Chile Vamos.
Mario Herrera observa que ese escenario "le podría dar a la colectividad un argumento para cuestionar las políticas de los acuerdos que ha tratado de generar ChileVamos, y en ese sentido le haría una especie de favor a la coalición, tratando de posicionarla hacia el centro", considerando que en el plebiscito de salida se impusieron las posiciones moderadas.
Pero también instalaría la idea de la polarización, de que en sistemas electorales proporcionales como el vigente "las elecciones no hay que ganarlas desde el centro, sino más bien desde los extremos".
"Es evidente que se va a constituir como el principal partido individualmente hablando, pero es altamente probable, por lo menos mi proyección así lo dice, que Chile Vamos sea el primero", plantea Pepe Auth, quien no cree "que esta elección influya de manera muy relevante en el comportamiento y en el camino del Gobierno".
El experto electoral sostiene que "el drama ya ocurrió, fue el fracaso de la Convención y por añadidura de las reformas estructurales que, según Giorgio Jackson, necesitaban que se aprobara la propuesta constitucional". Dice que las prioridades del Gobierno cambiaron hasta el punto que "está haciendo cosas que nunca pensó hacer y celebrando cosas que jamás pensó celebrar, como la presencia de militares en la frontera, la suscripción del TPP11 o la extensión por vigésima vez del estado de excepción en la Araucanía".
"Yo creo que el Gobierno ya hizo el duelo por las reformas estructurales y está viendo cuáles son los consensos posibles. En lo tributario está buscando acuerdos con los empresarios y la derecha, para ver qué aumento de impuestos puede generarse, sobre todo para la reforma previsional", argumenta.
Fernando Wilson señala que "al Partido Republicano le puede ir muy bien en votos", pero, agrega, eso no necesariamente se va a traducir en una equivalencia directa en materia de escaños, en que Chile Vamos va a conseguir superioridad . "Lo que Republicanos podría reclamar es que va a tener más votos que cualquier partido individual de la lista Chile Seguro, y particularmente de la UDI, que es de donde ellos se derivan".
"En esa situación, tiendo a creer que se puede producir una competencia interna. Pero seamos sinceros: en este momento el Gobierno está teniendo serios problemas para negociar en el Congreso, como quedó claro con la derrota de la reforma tributaria, pero porque su capacidad de negociación, no con la derecha, sino que con sus propios partidos, es extremadamente baja", remarca.
Más que el Partido Republicano, plantea Wilson, "el problema es lo que se va a hacer dentro de las propias coaliciones y las dos almas del Gobierno, en términos de que con la derecha se ha podido negociar y las dificultades han estado en forma permanente al interior de Apruebo Dignidad".
Reforzar la ruta
El escenario de un posible fortalecimiento de la coalición Apruebo Dignidad sobre Socialismo Democrático ¿podría gatillar eventualmente un nuevo cambio de gabinete?
Para Pepe Auth eso tendría sentido si se incorporara a la DC. "Si no, francamente lo más probable es que la elección sea la confirmación solamente de lo que ocurrió en el plebiscito. No tiene por qué sorprendernos. Claro, puede bajar 2 ó 3 puntos, pero eso no es el drama que te produjo haber creído que ibas a ganar y perdiste 38 a 62. Ese es el terremoto, esto es una pequeña réplica".
Sostiene que "las decisiones que se tomaron después del plebiscito, de ampliar la coalición, de socialdemocratizar al Gobierno en la práctica, recentrarlo en las prioridades de la gente, se tienen que ver reforzadas". El Gobierno, añade, no puede retroceder en su preocupación por la restauración del orden público y el control del flujo migratorio, "menos con un resultado favorable para Republicanos que crece por eso, entre otras cosas; por lo tanto, si quiere detener el alza de la derecha, debe reforzar el camino iniciado después del plebiscito".
Fernando Wilson tampoco ve cambio de gabinete en el horizonte. "Es un recurso que el Presidente ha utilizado en dos ocasiones y ya no hay candidatos; el gabinete de Gabriel Boric comienza a convertirse en una papa caliente que no tiene demasiados voluntarios". En tercer lugar, agrega, esa opción no resolvería nada, "porque el problema central hoy día es básicamente uno de eficiencia. El Gobierno no está pudiendo proveer resultados en áreas que ciertamente le son difíciles, como seguridad pública y otros".
El fin de semana pasado, señala, "nuevamente hubo seis muertos en distintos incidentes delictuales. Es súper injusto pretender resultados inmediatos en materias de alta complejidad que no han sido abordadas en serio por los últimos seis gobiernos. Pero lamentablemente, nadie dijo que la vida fuera justa, a Gabriel Boric le tocó enfrentar el tema y en el Gobierno no lo están haciendo bien, o al menos no transmiten un mensaje creíble y aceptable para la ciudadanía. En un escenario así, hacer otro cambio de gabinete es seguir revolviendo la misma taza del café. Ya no basta con seguir preparándose para gobernar, hoy están gobernando, produzcan resultados".
Mario Herrera opina que probablemente el equilibrio de fuerzas tras la elección no se dé inmediatamente, "a menos que sea un resultado desastroso para alguna de las dos coaliciones de Gobierno", caso en el cual la situación "sí podría forzar un cambio de gabinete como lo hizo efectivamente el plebiscito de salida".
"Pero si más bien se aseguran el piso del 30%, lo que deberíamos esperar es que ese ajuste ministerial del equilibrio de fuerzas se realice con posterioridad. Lo que vimos tras el último plebiscito es que mientras los ciudadanos valoraban las tendencias moderadas, lo que hizo el Presidente fue precisamente fortalecer esas posiciones dentro de su gabinete, incorporando más ministros del Socialismo Democrático en contraste con Apruebo Dignidad". 2