Más flexibilidad en Calles Sin Violencia
El temor de los alcaldes de la zona sobre la movilidad delictual se apoya en los casos que ya exhibe la Región Metropolitana.
Justificadas son las inquietudes de los alcaldes de las comunas colindantes de aquellas donde se está aplicando el plan Calles Sin Violencia, destinado a frenar la marea delictual. Se ha puesto en marcha ya esa iniciativa en Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Cartagena y ante ello los ediles vecinos temen que la delincuencia se desplace a sus localidades. Está a la vista lo ocurrido en la Región Metropolitana, donde la estrategia oficial que implica un reforzamiento policial, ha movilizaado los lugares donde ocurren más delitos, precisamente, hacia las comunas cercanas. La realidad es que la delincuencia no conoce límites territoriales y tiene una extraordinaria y envidiable flexibilidad, tal como ocurre con el comercio ambulante. Los temores ante esa movilidad se basan en cifras dadas a conocer por el Sistema Táctico de Operación Policial de Carabineros. Dichos informes dan cuenta de que las comunas colindantes a aquellas que forman parte del plan en la Región Metropolitana han sufrido un alza en delitos de mayor connotación social. Esta realidad había sido advertida antes por Gustavo Alessandri, alcalde de Zapallar y presidente de la Asociación de Municipalidades de Chile, quien hizo una crítica a la estrategia oficial, bajo el argumento de que "se requiere un plan integral y no por zonas para enfrentar el fuerte incremento de la delincuencia y del crimen organizado en el país". El alcalde de Concón, Freddy Ramírez, postula una mesa de trabajo de la autoridad con comunas colindantes con aquellas objeto del plan, en tanto su par de Limache Daniel Morales, postula la aplicación de un plan integral que abarque regiones y no comunas.
La realidad, expresada en cifras, obliga a dar mayor flexibilidad a la iniciativa oficial contra el delito y el crimen organizado, asumiendo la movilidad de los ilícitos. A la vez, es importante mantener un sistema de análisis basado en las experiencias logradas en la aplicación del plan, insistiendo en integración de todos los actores en la lucha contra el delito -policías, Gendarmería, Ministerio Público y municipalidades-, incorporando a la vez organismos que puedan entregar información sobre los recursos que se extraen con delitos violentos, como Impuestos Internos y Aduanas.
Las inquietudes manifestadas por los alcaldes de la Región de Valparaíso, que comparten otras comunas del país, merecen atención y Calles Sin Violencia debe avanzar hacia un camino de mayor flexibilidad, dando a sus mandos operativos la posibilidad de acometer acciones más allá de los límites comunales autoimpuestos.