Correo
Zona de sacrificio
Nuevamente es portada de un diario local un episodio masivo de contaminación en la comuna de Quintero, perteneciente al eje crítico de nuestra región. Se señala al cordón industrial como responsable de estos casos de intoxicación. Según la información, fueron cerca de cien estudiantes los que presentaron sintomatología aguda por intoxicación. Parece una noticia impactante si no fuera porque es sólo el enésimo caso de negligencia tanto en los procesos productivos como en la prevención y fiscalización y monitoreo de contaminación ambiental.
¿Pero cuál es la causa, el origen de esta catástrofe ambiental? En una rápida encuesta puede que un alto porcentaje apunte directa y únicamente a las empresas de la zona. Y en una mirada cortoplacista, seguramente nadie dudaría en validar el resultado de esa consulta. Pero miremos el problema desde lejos. Cuando se asentaron las primeras industrias en la zona, ¿estaban ya los miles de habitantes que actualmente residen allí? ¿Por qué se permitió la construcción de viviendas y colegios en áreas de alto riesgo ambiental? Se dice que de los conflictos ambientales que pueden existir, nuestra Región de Valparaíso los tiene prácticamente todos. Pero del origen de casi todos ellos nunca se habla y menos aún se toma en serio. La ausencia absoluta de ordenamiento territorial es el villano encubierto en nuestra realidad.
Vivir en una zona de sacrificio no es sólo sufrir episodios agudos de contaminación, es afectar la calidad y esperanza de vida. Y, quizás lo más grave, se está afectando el legado genético de las futuras generaciones.
Arnaldo Arancibia Ramognini
Vergüenza ambiental
Dicen que la vergüenza es el camino a la rectitud. Algo de esto debiese hacernos sentido. Es una vergüenza nacional que nuevamente (ya pasó en 2022) se suspendan las clases en colegios y jardines infantiles de las comunas de Quintero y Puchuncaví, debido a episodios de contaminación atmosférica. Sin un ambiente sano y limpio, no hay educación. Quizás para la próxima vez lo que debiésemos cerrar no son las escuelas, sino los modelos productivos anacrónicos y altamente dañinos para la salud humana.
Felipe Kong Académico Pedagogía en Educación General Básica UDP
Liderazgo y compromiso
A pesar de su gran potencial, Valparaíso se enfrenta a numerosos desafíos que requieren un liderazgo comprometido y visionario. La necesidad de tener un alcalde verdaderamente preocupado por su ciudad se ha convertido en una prioridad apremiante.
En los últimos años, Valparaíso ha enfrentado una serie de problemas que han afectado significativamente su desarrollo y calidad de vida. Uno de los desafíos más urgentes es la necesidad de revitalizar su infraestructura. Aunque se han realizado esfuerzos de reconstrucción, restauración, aún queda mucho por hacer para garantizar la seguridad de los habitantes y preservar el patrimonio arquitectónico único de Valparaíso.
Otro tema crítico es el transporte y la movilidad urbana. Valparaíso se enfrenta a problemas de congestión vehicular y deficiencias en el transporte público, lo que dificulta la vida diaria de los residentes y el flujo turístico. Valparaíso requiere con urgencia un alcalde verdaderamente comprometido y capaz de implementar soluciones eficientes que mejoren la movilidad y promuevan el uso de medios de transporte de la zona.
Además, Valparaíso necesita un liderazgo decidido para abordar los desafíos sociales y económicos que enfrenta. La ciudad ha experimentado un deterioro en la calidad de vida de algunos sectores de la población, con altos índices de pobreza y delincuencia. Valparaíso necesita un alcalde preocupado por su ciudad, un alcalde que genere oportunidades de empleo y mejore la atención médica para todos los habitantes de Valparaíso.
Estefanía Donoso Johnson
Patrimonio porteño
Este fin de semana celebramos un nuevo Día de los Patrimonios; sin embargo, en Valparaíso no tenemos mucho que celebrar. Desde hace un tiempo que nuestra comuna ya no se destaca por su patrimonio cultural, sino al contrario, por estar en riesgo de ser declarado un patrimonio en peligro. Para salir de esta triste situación se requiere de manera urgente de políticas públicas del Estado, pero también de una sociedad civil activa, que involucre a las personas, las familias y las comunidades en el cuidado y la protección de nuestras fachadas, arquitecturas y monumentos.
Nadie se puede restar de esta noble tarea y gran desafío, ni mucho menos tirarse la pelota sobre quién tiene la responsabilidad de su conservación. Acá todos podemos aportar.
Samira Chahuán Akle Directora Valparaíso Fundación Pacto Social
Día del Relacionador Público
Cada 26 de mayo se celebra el Día del Relacionador Público. Y es en este ambiente crispado que vive hoy nuestro país que se hace imperioso reflexionar precisamente sobre el valor de las relaciones. Si bien el término "relaciones" es ampliamente utilizado en diversos discursos que día a día escuchamos y leemos, es importante precisar que ya no se trata de transmitir información ni usar grandes frases rimbombantes, sino de insistir y volver a conectar sistemáticamente a uno o más actores con sus públicos de interés.
Las relaciones, y donde el rol del relacionador público cumple un papel fundamental tanto para públicos internos como externos, se construyen, transforman y persisten en el tiempo sólo en la medida que el actor (organización o persona) logra establecer un lazo que va más allá de una sola interacción y releva su acción desde el ámbito de su reputación y su verdadero compromiso con el quehacer.
La contingencia de nuestro país, con un sentido de urgencia desbordante, donde la efectividad es uno de los primeros objetivos a alcanzar, nos aleja completamente del periodo que toma la construcción de relaciones para que perduren en el tiempo. Hoy ya no basta con promesas y grandes declaraciones, hoy las instituciones necesitan de un especialista en comunicación que logre tender los puentes suficientes para que se sostenga una relación de largo aliento, donde la credibilidad, reputación, consistencia y la confianza se vuelven pilares fundamentales para este gran puente.
Es tiempo de relaciones, no de verdades únicas e inobjetables, sino de diálogos que se sostengan en el tiempo, propiciando vínculos profundos y significativos para cada uno de los actores que componen este gran ecosistema.
Heidi Brokordt U. Directora Carrera Relaciones Públicas, Duoc UC Viña del Mar