Más allá de la mitad del recorrido
Dos años de administración y un año y medio para la renovación municipal en las cinco comunas frenteamplistas del Gran Valparaíso. Con las elecciones a la vuelta de la esquina, ya no queda tiempo para los discursos: lo que hagan en ese plazo será lo que termine siendo escrito en los libros de historia comunales.
Afines del próximo mes se cumplen dos años exactos del arribo de dos alcaldes del Frente Amplio y otros tres filoFA (al menos en sus orígenes) a las cinco comunas que componen el Gran Valparaíso, la principal conurbación y zona metropolitana de nuestra región y, por consiguiente una de las más importantes del país.
El balance, si puede hacerse, es dispar y se ve condicionado, obviamente, por la segunda etapa de la pandemia, la cual incluso obligó a que los anteriores jefes comunales extendieran sus periodos y se mantuvieran en el cargo por casi seis meses más, la extraña relación que los cinco han mantenido con el gobierno central, la nueva y difusa figura del gobernador regional y la crisis de la migración y la seguridad en todo el país.
Con todo, hay bastante cosas que rescatar (y también criticar) de los cuatro alcaldes debutantes (Freddy Ramírez (independiente), en Concón; Valeria Melipillán (Convergencia Social), en Quilpué; Javiera Toledo (independiente), en Villa Alemana; y Macarena Ripamonti, (Revolución Democrática), en Viña del Mar; y de quien ya está en su segunda administración (Jorge Sharp, (independiente), en Valparaíso).
Quizás el más hábil sea el único que contaba con experiencia municipal, como es el caso de Ramírez, quien fue secpla de El Tabo, y el que entendió mejor que nadie que la consecución de logros iba más de la mano del trabajo conjunto y de la proyección de la comuna a largo plazo que del conflicto y las agendas propias y minoritarias a las cuales apostaron Toledo y Sharp. Melipillán, en tanto, optó por distanciarse también del extremismo y se le han visto grandes aciertos como son su cruzada junto a Valentina Correa, la hija del empresario asesinado por un sicario hace dos años. Ripamonti, por su parte, fue corrigiendo la marcha en el camino aún aferrada -aunque en menor medida- a banderas ambientalistas y feministas que parecieron condicionar artificialmente sus primeros dos años.
Más allá de la mitad del camino (las municipales son el 27 de octubre del próximo año), ya no queda tiempo para los discursos: lo que hagan en ese plazo será lo que termine siendo escrito en los libros de historia comunales.