La urgencia de más camas críticas
El incremento de hospitalizaciones en los últimos días reveló el déficit estructural de cupos que tiene el sistema sanitario regional.
Una de las proezas que cumplió el sistema público de salud durante la pandemia fue la ampliación de las camas disponibles para enfermos críticos. El plan de reconversión aplicado por el Ministerio de Salud significó el incremento progresivo de cupos hasta que en abril de 2021 alcanzó los 4.491 catres acondicionados para enfrentar casos graves de covid-19, un hito del sistema sanitario chileno, que antes de la emergencia no contaba con más de mil camas de este tipo. El fin de la pandemia provocó la desmovilización de todos esos recursos y la devolución de los espacios en hospitales, clínicas y servicios para la atención de otras patologías, muchas de ellas postergadas por demasiado tiempo.
La actual alza en las consultas e internaciones por enfermedades respiratorias, especialmente en los niños, pone a prueba la capacidad del sistema para recuperar algunas de esas camas críticas que fueron vitales en pandemia. Junto a la habilidad para incrementar la dotación de especialistas y la de suministrar equipamiento adecuado, la autoridad regional en el ámbito debe mostrar sentido de urgencia para adoptar lo antes posible las medidas que necesita la población para evitar la crisis de 2020, cuando muchos pacientes eran puestos en los pasillos de un hospital debido a la falta de espacios adecuados para atenderlos.
El Colegio Médico advirtió esta semana que en la Región de Valparaíso las camas hospitalarias pediátricas tienen un 95% de ocupación, con algunos recintos casi al tope de su capacidad, en lo que a todas luces es un adelanto del peak de enfermedades invernales. Consciente de que el esfuerzo que pueda hacer el Minsal es sólo una parte de la solución, el presidente regional del Colmed, Ignacio de la Torre, hizo un llamado a que la población retome algunas de las reglas de la era covid: ventilar los espacios cerrados, utilizar mascarillas del tipo N95 o KN-95 en el transporte público, evitar los lugares cerrados y con mala ventilación, lavado frecuente de manos y la disposición a vacunarse.
Más allá del resultado que den estas medidas, la estrechez de camas críticas respiratorias en cada invierno habla de un problema estructural del sistema sanitario regional, uno que las autoridades deben abordar, también, con sentido de urgencia.