Construir unidad. La consigna resonó el último fin de semana de mayo en el arco político que va desde la DC hasta el Partido Comunista, tras los correspondientes análisis de la derrota del oficialismo el domingo 7 y del arrollador triunfo de Republicanos, que ya se prepara para las elecciones municipales, antesala de la carrera a La Moneda.

El sábado 27 la Democracia Cristiana y el Partido por la Democracia realizaron sus respectivos consejos nacionales, y resolvieron proponer una lista única para los comicios municipales y de gobernadores regionales, que incluya a Apruebo Dignidad, al Socialismo Democrático y la Falange.

También se celebró el XIII Pleno del Comité Central del Partido Comunista, tras el cual su secretario general, Lautaro Carmona, subrayó que la colectividad "llama a la unidad para responder con un proyecto político amplio y transformador".

"La respuesta partidaria acordada en este pleno es compartir esto con la impresión más amplia de unidad entre todas las fuerzas democráticas, de izquierda, progresista, que incluya a la Democracia Cristiana y a todos los partidos que tenemos presencia y participación en el Gobierno, pero también con los sectores de izquierda que no forman parte de él", complementó Carmona.

¿La sincronía de propósitos entre fuerzas que han tenido públicas desavenencias apunta a lo que se ha interpretado como el retorno de la idea de una federación de partidos de izquierda y centroizquierda? ¿Esta mancomunión semeja a la antigua Nueva Mayoría, que por cierto no integró el Frente Amplio? Cuatro analistas examinan la viabilidad de esta apuesta política post eleccionaria.

Acuerdos y dudas

Para Raúl Burgos, doctor en Historia y director ejecutivo del Observatorio de Historia y Política (OHP) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, la decisión de los consejos DC y PPD "es una buena declaración de intenciones", pero le surgen varias dudas sobre la viabilidad de la propuesta, como el interés de Apruebo Dignidad por una alianza de estas características, considerando especialmente la relación distante entre los partidos de la ex Concertación y las colectividades miembros del Frente Amplio.

A eso agrega la incertidumbre sobre la posición de los militantes de base del PPD y la DC, "ya que son ellos quienes le dan vida a estos acuerdos"; las discusiones programáticas que puedan surgir en caso de alianza; cómo se negociarían los cupos disponibles y la política en aquellos lugares donde hay concejales, alcaldes o gobernadores que van a la reelección.

Julieta Suarez-Cao, subdirectora del Instituto de Ciencia Política de la Pontificia Universidad Católica de Chile, piensa que los resultados de las últimas elecciones "hacen que la viabilidad de una lista única sea más alta" desde la perspectiva de la estrategia electoral. "¿Cuál es la viabilidad programática de llegar a acuerdos? Supongo que van a ser más superficiales, en menos áreas, para poder acordar desde la centroizquierda hasta la izquierda", señala.

"Creo que probablemente las fuerzas progresistas deban evaluar las ventajas y la necesidad de mostrar un frente unido, en especial teniendo en cuenta la buena votación que tuvo la ultra derecha en las últimas elecciones", agrega la académica y doctora en Ciencia Política.

Reagrupación y proezas

Miguel Ángel Fernández, doctor en Ciencia Política, docente investigador del Núcleo Humanidades y Ciencias Sociales Faro de la Universidad del Desarrollo, plantea que "la dura realidad electoral de la ex Concertación, después del 7 de mayo, fuerza a los actores políticos a pensar en nuevas estrategias para disminuir los riesgos que enfrentan".

En ese sentido, cree que "una alianza electoral pareciese ser la única oportunidad de mantener sus posiciones de poder en gobernaciones y municipios a lo largo del país. Ello es especialmente relevante para la DC que, dado su rendimiento electoral, requerirá de una real proeza para mantener las 45 alcaldías que controla y las cuatro regiones que preside".

Daniela Campos Letelier, periodista, magíster en Ciencia Política de la Universidad de Chile, miembro de la Red de Politólogas y académica de la Universidad Andrés Bello, opina que los acuerdos del fin de semana en el arco político comprendido entre la DC y el PC "tienen mucha viabilidad", validez y son políticamente correctos, ya que "lo mejor que pueden hacer la centroizquierda y la izquierda es reagruparse, reunir sus fuerzas para contrarrestar el avance de la extrema derecha, de la derecha más conservadora".

"Tienen que jugar con la misma correlación de fuerzas, y en este momento no la tienen porque están divididos", complementa. "Es una apuesta bien pensada, tanto desde la DC hasta el PC, que incluso quiere incluir más fuerzas de izquierda que no estén dentro de Apruebo Dignidad. Así van a tener mayor potencialidad para sacar candidatos en las elecciones municipales y de gobernadores".

Hegemonía y contexto

Tras estos acuerdos hay conjeturas que apuntan a un posible resurgimiento de lo que fue la Nueva Mayoría , donde la incógnita está dada por lo que ocurra en el plebiscito constitucional de diciembre.

Daniela Campos Letelier hacer ver que "en política, cada día tiene su afán y todos los días las cosas cambian", y piensa que la propuesta sería como una NM, pero advierte que nadie sabe hacia dónde se inclinará la ciudadanía en el plebiscito. "Indistintamente de ese resultado, la apuesta de ir en una sola lista es la correcta para la izquierda, sobre todo si queda la Constitución escrita en dictadura por Pinochet", escenario en el cual le parece que "con mayor razón, la izquierda debería ir unida", sumando fuerzas y militantes.

Para Miguel Ángel Fernández, un pacto con Apruebo Dignidad iría aún más allá de lo que fue la Nueva Mayoría. "Si bien

Para que prospere esta idea, tienen que mejorar las relaciones. Y en eso, van a tener que hacer un trabajo profundo".

El problema de fondo es la consolidación de un relato y un proyecto político que le haga sentido a la ciudadanía".

Rosa Zamora Cabrera

rosa.zamora@mercuriovalpo.cl

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