"Cuando existen situaciones irreversibles, amerita indemnizar, no medidas paliativas"
"Desde mi punto de vista, la situación de Puchuncaví no tiene solución. No pueden coexistir empresas energéticas, mineras y de combustibles de esas magnitudes, y localidades agrícolas y pesqueras", sostiene el académico del Instituto de Química de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Waldo Quiroz Venegas.
Químico industrial con doctorados en Ciencias mención Química, y en Química y Microbiología del Agua, acusa una inexcusable falla de planificación cuando se permitió que el otrora pequeño asentamiento agrícola creciera hasta superar los 15 mil habitantes junto a una industria de alto impacto.
Tras las últimas dos semanas de episodios críticos en Quintero-Puchuncaví, Waldo Quiroz, co encargado desde 2007 del Laboratorio de Química Analítica y Ambiental de la unidad académica, se plantea tambien sobre las opciones.
"Me imagino que si se cerraran las empresas, el daño que se generaría por cesantía sería enorme. Entonces, dónde está el punto de equilibrio, es difícil de determinar, pero en esa discusión la que sale perjudicada es la gente de la zona", señala.
Y subraya que "en otros países donde han pasado cosas parecidas, se entregan indemnizaciones y la gente se va de ahí. O se va la empresa o se va la gente, es incompatible la coexistencia entre ambos".
BENCENO Y TOLUENO
- La seremi y la Superintendencia del Medio Ambiente coinciden en que hubo alza de contaminantes benceno y tolueno. Y hay más de 700 afectados por episodios de contaminación en el año. ¿Qué causan esos compuestos?
- Además de causar efectos en el corto plazo, a largo plazo generan cáncer. De hecho, están prohibidos como solventes en casi todas partes del mundo. Generalmente las personas que respiran hidrocarburos, más allá de la molestia del olor, rara vez van a parar al hospital. Si lo que pasó ahora fue por hidrocarburos, la fuga debe haber sido bastante grande y grave para afectar a tantas personas.
- Tras el primer episodio de la semana del 22 de mayo, la SMA dictó medidas provisionales de restricción de operaciones a siete empresas, pero usted mismo ha señalado que determinar la fuente de emisión es muy complejo.
- Son tres cosas las que hacen complejo detectar la fuente. Primero, el número de sustancias orgánicas volátiles es enorme y se monitorean sólo las más comunes. Segundo, la cantidad de potenciales fuentes en el área, es decir, industrias que manejan directa o indirectamente derivados del petróleo: aunque encontremos contaminantes hidrocarburos volátiles a través del monitoreo, hay que hallar evidencias para ver quién violó la ley. Tercero, es una zona costera y la dinámica gaseosa es muy activa, lo cual es bueno porque los contaminantes se disipan rápido, pero por eso mismo hallar a los responsables es difícil si no se monitorean en el momento.
DAÑO IRREPARABLE
- La Corte Suprema ordenó al Ministerio del Medio Ambiente incorporar una serie de medidas complementarias al Plan de Descontaminación.
- Hay un plan de descontaminación, hay esfuerzos para monitorear con más instrumentos, más equipos; hay planes de mitigación que tienen que ver por ejemplo con limpiar el suelo a través de cultivos. Pero desde mi punto de vista -y no soy el único de mi área que opina igual-, la situación de Puchuncaví no tiene solución. No pueden coexistir empresas energéticas, mineras y de combustibles de esas magnitudes -porque no son empresas chicas, son gigantes-, y localidades agrícolas y pesqueras.
- ¿Por qué no pueden?
- Porque Chile no tiene el desarrollo para contar con una tecnología de tal eficiencia que lleve estas fugas a cero. Todo esto que se está haciendo en términos legales es paliativo. En otras partes del mundo, cuando hay situaciones que son irreversibles -y a mi juicio lo que pasa en Puchuncaví ya no es reversible- lo que amerita son indemnizaciones, no medidas paliativas. Aquí, cuando instalan más instrumentos, lo que consiguen es retratar con mayor resolución la contaminación, pero ésta sigue ocurriendo, igual que cuando se fijan más multas. Las normas más estrictas surgen en la medida que la tecnología va progresando. El mismo Gobierno sabe que si aplicara las normas de la OMS, tendrían que cerrar las empresas porque no hay tecnología que las pueda cumplir.
- ¿Visualiza alguna solución?
- A mucha gente no le gusta, pero lo vengo diciendo desde 2008. Cuando afirmé que el problema no tenía solución en esta generación, es porque no conozco tecnologías ni casos donde situaciones de esta magnitud se hayan resuelto más que a través de indemnizaciones por un daño irreparable, dinero con el que la gente pueda mejorar su calidad de vida tomando sus propias decisiones. De 2008 a 2023 está a punto de pasar una generación, así que lamentablemente el tiempo me da la razón.
EN CHILE Y EN EL MUNDO
- Una de las medidas de la Corte Suprema es que se fije "un calendario de adecuación paulatina de las emisiones de material particulado" hasta los límites de la OMS.
- ¿Por qué no se hace inmediatamente? Tiene que ver con cómo evoluciona la tecnología, se hace más barata y adquirible por las empresas sin obligar a su cierre. Por eso hacen un calendario, y eso no pasa sólo en Chile, sino en todo el mundo. Las normas atmosféricas de estos mismos contaminantes, dióxido de azufre, material particulado, en Santiago y en ciudades donde no hay empresas cercanas, tampoco son las de la OMS. Porque si las aplicaran, no podrían circular los autos, literalmente. Las normas se hacen más rígidas en ciudades como Santiago cuando empiezan a llegar autos con mejor tecnología, mejores convertidores, y se comienza a hacer todo más aplicable.
- Usted dijo que "no hay forma de sacar del suelo la contaminación acumulada desde el año 60" y que los niveles de arsénico lo hacen incompatible con la salud humana.
- Arsénico y cobre son los dos elementos más concentrados, a pesar de que también está contaminado con plomo y mercurio. La diferencia que tiene la contaminación por metales respecto de la atmosférica, es que la primera no se disipa, porque los metales se arrojan en estado sólido y se acumulan en el suelo, que también es sólido y tiene una dinámica lentísima. Deben pasar varias estaciones para que el suelo comience a regenerarse, en el sentido de que los metales se van disolviendo de a poco, pasando a las napas subterráneas. Asumiendo que nadie está arrojando metal, que se empiecen a alcanzar los valores basales toma de décadas a siglos, según está descrito en la literatura. Los estudios que se han hecho para 20 centímetros abajo indican que el suelo en Puchuncaví sigue estando contaminado. No digo que no hay tecnologías para esto, pero son lentas, caras, no resuelven el tema para todos los metales y se aplican a escalas pequeñas, no de una ciudad completa.
- También dijo que no hay una solución perfecta porque si las empresas se van, se trasladaría el problema a otra parte, pero si se mueven, que sea a un lugar donde no haya asentamientos humanos.
- Tienen que quedar alejadas de los asentamientos humanos. Porque van a decir "tenemos la tecnología para controlar esto". Efectivamente, mientras los procesos están bajo control no deberían ocurrir episodios como estos. Pero ocurren porque las empresas tienen procesos tan complejos, que las chances de que se les escape de control por una falla, un imponderable, es enorme. Y esas pequeñas fallitas de una o dos horas generan situaciones como éstas.
- ¿A cuánta distancia de los asentamientos humanos deberían estar las empresas?
- Los estudios muestran que lo ideal sería que no hubiera asentamientos humanos a 20 kilómetros a la redonda más o menos. Los niveles de contaminación empiezan a bajar llegando a Maitencillo y se aproximan a los niveles naturales. Eso, para tener un medio ambiente libre de contaminación, como dice la Constitución. 2
Mientras los procesos están bajo control no deberían ocurrir episodios como estos. Pero ocurren porque las empresas tienen procesos tan complejos, que las chances de que se les escape de control por una falla, un imponderable, es enorme".
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl
"Los estudios que se han hecho indican que el suelo en Puchuncaví sigue estando contaminado".
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