El caso del empresario Raúl Schüler -quien en su fundo de San Francisco de Mostazal tenía cerca de 20 piezas de interés histórico reportadas como robadas, y entre las que se encontraba la estatua de fierro fundido de 180 kilos confeccionada por la fundición Val Dosne, denominada La República, y que estaba en Valparaíso-, puso en primera plana el trabajo que realiza la Brigada Investigadora de Delitos contra el Medio Ambiente y Patrimonio Cultural (Bidema).

Nacida en 2002, con el fin de anteponerse a delitos emergentes y de alta complejidad que pudieran presentarse en estas áreas, actualmente cuenta a nivel nacional con ocho brigadas y una sección en Rapa Nui.

Sin embargo, "consciente de la permanente evolución de las actividades e intereses humanos, la Policía de Investigaciones de Chile se ha ocupado, desde su creación hace 90 años, de investigar los hechos que atentan contra el medio ambiente y el patrimonio cultural", asegura el prefecto Henrik Argüedas, jefe de la Brigada Investigadora de Delitos Medioambientales y Patrimonio Cultural Valparaíso (Bidemavpo).

Por ejemplo, la Policía de Investigaciones, en el marco de otra investigación, detuvo en 2000 a un individuo que saqueó por cerca de 36 años cementerios de culturas prehispánicas del interior de Arica, desde donde extrajo cerca de 1.600 bienes culturales precolombinos, entre los que se encontraban joyas de oro y plata, cerámicas y textiles, los que fueron avaluados en aproximadamente 5 mil millones de pesos.

El nuevo hallazgo

En el ámbito patrimonial, la Brigada se centra en aquellos elementos tangibles, intangibles y naturales que están bajo la protección de la Ley 17.288 de Monumentos Nacionales, por lo que cualquier daño o menoscabo e incluso su apropiación ilícita constituye un delito.

Pero no sólo eso, ya que cuando existen acciones en contra de bienes culturales que no están categorizados como Monumento Nacional, pero que por su valor artístico, histórico y material componen el Patrimonio Cultural chileno, aunque sean afectos a delitos comunes, las Bidemas abordan el esclarecimiento de los hechos.

El prefecto Henrik Argüedas comenta que la unidad que él dirige "ha desarrollado varias investigaciones relacionadas con la persecución de hechos relacionados con los delitos de Daño a Monumentos Nacionales, y Apropiación de Monumentos Nacionales, situaciones que atentan en contra del patrimonio nacional, considerando que el establecimiento de la identidad cultural del Estado es un tema fundamental".

"En ese sentido, se ha logrado esclarecer investigaciones relacionadas con daños en Zona Típicas y Santuarios de la Naturaleza, así como también, recuperar bienes arqueológicos de culturas precolombinas nacionales e internacionales, como vasijas cerámicas, artefactos líticos, piezas bioantropológicas y materiales paleontológicos", añade.

Un ejemplo de ello es que la Bidemavpo, en 2019, incautó 540 piezas arqueológicas e históricas que permanecían en poder de un particular en la comuna de Quintero. En aquella ocasión se encontraron especies de las culturas Bato y Rapa Nui, además de un libro de acta del proceso de creación del tren a Quintero, entre otras. A esto se suma la recuperación de especies sustraídas desde el Monumento Histórico Nacional Iglesia y Convento de Curimón de San Felipe, que además permitió la detención de una persona por el delito.

La última de estas acciones es la recuperación del "Álbum Gráfico Militar de Chile, Campaña del Pacífico 1879-1884, Tomo I", del autor J. Antonio Bisama Cuevas, editado por primera vez en el año 1909.

La Brigada "realiza, entre otras funciones, un constantemente monitoreo y análisis de redes sociales y páginas de internet, con la finalidad de detectar comercialización ilegal de especies protegidas por la Ley de Monumentos Nacionales", dice el jefe de la Bidemavpo.

"En este caso puntual, el oficial de caso ubicó a una persona que había adquirido dicho álbum a través de una página web de ventas de productos, quien al percatarse de que se trataba de un objeto de carácter patrimonial que presentaba timbres de propiedad de la Biblioteca Pública Santiago Severin de Valparaíso, accedió a hacer entrega voluntaria del documento", cuenta.

Y agrega: "Dentro de las pericias realizadas, dicho libro fue analizado por personal experto de la biblioteca, corroborando que se trata de un ejemplar bastante escaso, y que contaba con las características adecuadas para establecer que era un ejemplar verídico".

Para este libro, Bisama Cuevas recolectó casi todas las fotografías de la Guerra del Pacífico tomadas por Eduardo Spencer, fotógrafo de origen norteamericano avecindado en Chile desde 1870 y quien hacia 1875 se trasladó a Valparaíso. Con el inicio de la Guerra del Pacífico, Spencer fue al frente de batalla como fotógrafo, enviado por el Gobierno de Pinto. El autor, a su vez, aprovechó de incluir los relatos de militares y diplomáticos que participaron directamente en el conflicto.

Tras el hallazgo se tomó contacto con el fiscal de Quillota, Ulises Meneses, quien autorizó que dicho elemento patrimonial fuese devuelto mediante acta a la Biblioteca Pública de Valparaíso, siendo entregado directamente por el jefe de la Bidema, junto a personal de su Brigada, a la directora de la Severin, Francisca Araneda.

Exposición de fotos La actividad se realizó en el marco del Día de los Patrimonios, pero también sirve de antesala para celebrar las nueve décadas que cumple la institución este 19 de junio bajo el lema "90 años en la escena del crimen", y debido a lo cual realizarán diversas actividades durante el mes.

En este contexto, hasta el 11 de junio se podrá visitar en el Museo Baburizza la exposición de la PDI titulada "90 años en la escena del crimen", la cual está compuesta por 27 imágenes realizadas por el Departamento de Fotografía de la Jefatura Nacional de Asuntos Públicos, y también por peritos fotográficos del Laboratorio de Criminalística Valparaíso. 2

Flor Arbulú Aguilera

flor.arbulu@mercuriovalpo.cl