Atentado contra torre de alta tensión
El inusual hecho ocurrido el último jueves da cuenta de un fenómeno que no debe ser pasado por alto, menos en estos días. Hasta el minuto no hay ninguna señal de conexión entre ambos hechos ni panfletos ni actos reivindicatorios, pero los dos sucesos coinciden en lo oscuro de sus eventuales propósitos.
El supuesto atentado explosivo del último jueves por la noche contra una torre de alta tensión de Chilquinta, en el sector del Fundo Las Cenizas, en Placilla, es actualmente investigado por la Fiscalía y periciado por el Gope de Carabineros en lo que constituiría un inusual hecho de alarma pública en la Región de Valparaíso desde los ignominiosos días del estallido social de fines del año 2019.
Coincidentemente, al día siguiente en el límite entre Cañete y Los Álamos, provincia de Arauco, Región de la Araucanía, un ataque similar sí consiguió derribar una segunda torre, cortando el suministro eléctrico entre Cañete y Tirúa, con la acción comprobada de terceros de acuerdo con el informe de Labocar.
Hasta el minuto no hay ninguna señal de conexión entre ambos hechos ni panfletos ni actos reivindicatorios, pero los dos sucesos coinciden en lo oscuro de sus eventuales propósitos en días en que el Gobierno -tal como la administración anterior- está completamente superado por diversas crisis, tales como las de seguridad, pensiones, económica y, últimamente, sanitaria a las puertas de un crudísimo invierno.
Bien han hecho el Gobierno -a través de la delegada Sofía González- y el alcalde Jorge Sharp en la pronta presentación de querellas ante el Ministerio Público para que se investigue quién está detrás de esto y qué grupos cuentan con esa capacidad de poder fuego. Lo mismo el diputado e integrante de la Comisión de Inteligencia de la Cámara Baja, Jorge Brito, quien también manifestó su preocupación por el poco usual ataque, al menos en esta zona del país.
Para nadie es un misterio que la cobardía comulga con la sombras del anonimato. Pero tampoco es un misterio que la intensidad de los acontecimientos de hoy suelen echar al olvido las preocupaciones de ayer. Esperemos que ello no ocurra en esta ocasión.