La capacidad del Estado en la crisis
Bajo la alerta sanitaria, que rige hasta el 31 de agosto, el Ministerio de Salud tiene atribuciones extraordinarias para enfrentar la emergencia.
En la antesala del periodo más complejo por contagios de enfermedades respiratorias, en marzo de este año, el Ministerio de Salud prorrogó hasta el 31 de agosto la alerta sanitaria que regía en el país por la epidemia de covid-19, pero incluyó el dicho decreto otras enfermedades, precisamente aquellas que en este periodo circulan con mayor intensidad. La alerta sanitaria permite que las subsecretarías de Salud Pública y Redes Asistenciales, seremis, servicios de salud, ISP, Cenabast y otros organismos competentes, tengan facultades extraordinarias para contratar personal sanitario, adquirir bienes o equipamiento para el manejo de la urgencia, disponer de trabajo fuera de horas para el personal y contratar estudiantes de sexto año en adelante de la carrera de Medicina o a funcionarios acogidos al incentivo al retiro.
Ante las dudas sobre las atribuciones operativas de esta normativa, el ministro de Justicia, Luis Cordero, dijo hace algunos días que no hay nada más fuerte en el ordenamiento que el respeto al Código Sanitario cuando funciona bajo régimen de emergencia. Es tan así, que la Ley 19.886, que impide al Estado a contratar servicios de la Clínica Las Condes por incumplimientos con sus trabajadores, tiene una excepción: "Cuando circunstancias excepcionales lo hagan necesario, los órganos y empresas referidos en el inciso cuarto podrán celebrar dichos contratos". Bastaba informar a Contraloría y la Cámara de Diputados.
La conclusión es simple y preocupante: las autoridades del Ministerio de Salud han tenido desde marzo de este año todas las herramientas jurídicas para armar adecuadamente el sistema de atención hospitalaria con todos aquellos elementos necesarios para enfrentar la actual crisis. La pregunta que permanece es por qué no se hizo, cuando había evidencia del colapso hospitalario que provocaron los virus respiratorios en varios países de Europa durante el último invierno del hemisferio norte -esos mismos luego llegan a nuestro continente-, y estaban las advertencias del Colegio Médico sobre la necesidad de reforzar con anticipación la red de atención para evitar las muertes de menores que se están produciendo actualmente.
Por alguna razón, la ministra Ximena Aguilera y su equipo no ha usado toda la capacidad del Estado, algo desconcertante dados los lineamientos teóricos del Gobierno.