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El intenso frío de los últimos días no apaga el ánimo de Francisco Palladino. El técnico de Wanderers dice que el miércoles encontraron la cancha absolutamente escarchada cuando llegaron a trabajar en Mantagua, "pero aun así las temperaturas creo que son aun más bajas donde vivimos en Uruguay, estamos acostumbrados".
De esa manera, siempre tratando de capear el temporal con optimismo, el entrenador caturro enfrenta lo que le toca vivir en Valparaíso. Reconoce que no se ubican en el lugar que esperaban a esta altura del torneo; sin embargo, ni por un minuto el uruguayo duda en que conseguirán el ascenso este año.
- ¿Cómo resume lo que ha sido su experiencia en Valparaíso en estos seis meses que ya lleva en Wanderers?
- No me gusta mucho hablar de mí, pero ya que lo pregunta, ha sido completamente positivo, de mucho crecimiento, mucho descubrimiento de una sociedad diferente, de una cultura diferente, pese a que compartimos muchas cosas. Me he encontrado además con un grupo de personas extraordinarias, las cuales tienen a Santiago Wanderers muy presente en el día a día, eso hace que la pasión esté siempre sobre la mesa.
- ¿Se ubica su equipo a esta altura del torneo en la posición que usted esperaba cuando partió la temporada?
- Claramente no, en cuanto a nivel numérico estamos por debajo de lo que esperábamos, sin lugar a dudas. El análisis que hacemos no va solamente desde lo numérico, sino también desde otros aspectos, el funcionamiento del equipo, el rendimiento individual y colectivo, en esa línea la relación del rendimiento con los puntos obtenidos no son correlativos. En varios partidos merecimos más de lo obtenido, no obstante lo que vale es el resultado final y en ese sentido estamos claramente en deuda y bajo las expectativas. La tendencia que se marca en esta última parte es que el equipo viene aceitándose mejor, entendiéndose de mejor forma, aunque aún no ha dado. El sentir del hincha es el mismo que el nuestro, hacemos el esfuerzo, pero hay todavía cuestiones que no alcanzan y ese es nuestro desafío, ajustar lo que hay que ajustar, afinar detalles que están definiendo puntos.
- Cuando llegó al club señaló que el único objetivo era lograr el ascenso. ¿Sigue pensando eso, pese a los resultados?
- Sin duda, no nos ha cambiado en nada la línea, el objetivo, ni la fe de que lo conseguiremos.
- ¿Cuánto lo afectó no conocer el medio chileno?
- Dentro del equipo de trabajo hay gente que conoce bien el medio y nos brindaba información. Pero todos necesitan adaptación, no sólo yo llegué a este medio nuevo, sino que el plantel que se conformó tuvo muchas incorporaciones y encajar las piezas lleva tiempo. Si eso afectó en la primera rueda, ya en la segunda no debe hacerlo, hay que capitalizar la experiencia.
- ¿Es posible lograr pasajes directos a Primera División, considerando el rendimiento que muestran hasta ahora?
- Hay equipos que tomaron cierta distancia, en esta segunda rueda no empezamos en igualdad de condiciones, pero sin duda que matemáticamente y a nivel de rendimiento estamos en condiciones de poder ascender directamente. El objetivo en todo caso es el ascenso y para hacerlo la única forma no es salir campeón. Sin embargo, por lo grande que es la institución y las condiciones que tenemos, se nos exige siempre apuntar a lo más alto y el máximo es ascender. Pero también sabemos que hay dos maneras de conseguir ese objetivo.
- Una de las virtudes de esta institución que mencionó cuando llegó fue la identificación con la gente; sin embargo, en los últimos dos partidos como locales se han ido bajo una silbatina de los hinchas. ¿Qué le dice eso?
- Lo veo de una manera normal, natural, teniendo en cuenta que es el sentir que todos tenemos, porque nosotros tampoco estamos contentos con los resultados ni la posición que tenemos. Sabemos que estamos en deuda y que la gente tiene sus mecanismos para poder expresarse. Soy muy respetuoso al dirigirme al sentir de la gente, pues es genuino, visceral y auténtico, y es el mismo que tenemos nosotros. Sabemos que estamos en deuda y sabemos que podemos dar mucho más a nivel de resultados, no así a nivel de esfuerzo, de profesionalismo y de integridad.
- Usted prefiere hablar de responsabilidad en lugar de presión; sin embargo, le pregunto de todos modos si ha sentido presión en Wanderers. Al menos una mayor a la que tuvo durante su etapa en Deportivo Maldonado. Este equipo está llevando un promedio de siete mil personas a sus partidos como local.
- A riesgo de ser demagógico, emociona ver a la gente. Vuelvo a insistir, el sentimiento de ellos es el mismo nuestro. Para nosotros es altamente motivante jugar con toda esa gente empujando hacia el mismo lado que empujamos nosotros. Cuando las cosas no salen, es natural que demuestren su molestia, eso es legítimo. La presencia de la gente es un motor para el equipo.
- ¿No ha sentido rechazo de los porteños por los resultados?
- Lo que siento es que el puesto en que uno está es de responsabilidad y eso no se puede evadir. La presentación del equipo es responsabilidad del entrenador y esa situación la asumo. Soy la cara visible y como tal debo tener la hombría, la valentía y el compromiso para asumirlo. Por supuesto cuando las cosas no salen hay un responsable directo y ese soy yo.
- ¿De qué manera lo han afectado los cuestionamientos públicos que han realizado los dirigentes? ¿Sintió que podía salir anticipadamente del puesto?
- La evaluación hacia nuestro trabajo está presente todo el tiempo, forma parte de mi responsabilidad y son las reglas del juego. Con la dirigencia mantengo una relación muy profesional y cordial, el diálogo ha estado presente todo el tiempo. No nos afecta mayormente esa situación de la que habla, porque la conocemos, la sentimos lógica, normal, hay un proceso de evaluación permanente. Eso se genera en instituciones como Wanderers, que tiene altos niveles de exigencia, todos los que estamos acá sabemos las reglas con las que jugamos.
- Le cuesta mucho llegar al gol a su equipo. Han marcado apenas 17 veces, son el undécimo equipo de la división en tantos anotados.
- Eso se suma a la cantidad de chances de gol que generamos por partido, sin embargo la conversión sigue siendo baja. Tenemos jugadores de jerarquía para aumentar ese número y elevar los niveles de efectividad. Confío en que elevaremos en la segunda rueda en ese rubro.
- ¿Por qué los delanteros centros Carlos Muñoz y Joaquín Zeballos prácticamente no salen del equipo, considerando que cada uno lleva apenas 3 anotaciones en el torneo? ¿No es el momento de probar con otras alternativas?
- Sabemos que contamos con un plantel amplio que nos brinda alternativas. Más allá de que los nombres que usted plantea han tenido hartos minutos, se han buscado alternativas y se siguen buscando. Por supuesto que no nos cerramos a ninguna situación, pero los goleadores son así, hay momentos en que se les abre el arco y las que no entraban empiezan a entrar.
- Usted menciona el caso de los goleadores y lo difícil que es lograr que agarren una racha. Sin embargo, cuenta con Juan Ignacio Duma, el máximo artillero de la división en 2022, y da la impresión que no ha sido aprovechado. ¿Por qué pasa esto?
- Los periodos de adaptación son para todos, Juan Ignacio (Duma) tuvo un gran año 2022 en un equipo distinto a éste, tuvo una muy buena preparación y después una lesión lo alejó más de la cuenta y lo complicó. Hoy estamos volviendo a ver su mejor versión, la calidad está ahí. Los esfuerzos que hizo la institución para contar con él y otros jugadores tenemos que capitalizarlos y sacarles provecho.
- El caso de Marcelo Cañete es similar. No se ha visto su aporte.
- Marcelo (Cañete) llegó en un momento irregular del equipo, asumió la responsabilidad que debe asumir un jugador de su jerarquía, pero las lesiones no le han permitido tener continuidad. Estoy convencido que será el aporte que todos queremos en esta segunda parte.
- La dirigencia cerró la opción de fichar refuerzos para la segunda rueda. ¿Qué le parece esa determinación?
- Hemos hecho hincapié en cuanto a la fortaleza del equipo y nuestro mayor refuerzo es seguir todos juntos. Estamos tranquilos con esa posición que se tiene conjuntamente con la dirigencia.
- El único refuerzo que le llegó es Jorge Luis Siviero, pero ya no hace goles.
- Ja, ja, ha generado su aporte, lo hemos recibido de buena manera, ha encajado bien en el equipo de trabajo.
- ¿Lo complicó esta figura del asesor, que más parecía un interventor?
- No. Wanderers está por encima de todos nosotros, empezando por mí. Los egos y la soberbia deben dejarse de lado, hay que trabajar con humildad. En ningún momento se tomó de esa manera.
- Después de seis meses en Valparaíso, ¿es Wanderers como se lo habían pintado?
- Hoy conocemos mejor la institución y estamos felices de estar acá, con una responsabilidad grande que nos quema. Hay que responderle a la gente, a la pasión, sabemos que no sólo representamos a la gran Quinta Región, sino a todos los wanderinos que están desperdigados por todo Chile. Hay un sentimiento de deuda genuina y permanente. Estamos convencidos que vamos a poder darles una alegría al final de este campeonato.