"La organización no previó la magnitud de la circulación ni de la tasa de hospitalización"
El doctor Luis Castillo Fuenzalida acumula varios títulos a su haber. Entre ellos, un diplomado de la Universidad de Ginebra por medicina intensiva, el haber sido subsecretario de Redes Asistenciales (2010-2014 y 2018-2019), haber coordinado el aumento de camas críticas en los recitos privados durante la pandemia, exjefe de la Unidad de Paciente Crítico del Hospital Barros Luco y, actualmente, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma.
Con ese bagaje apunta a mejorar la "coordinación" para hacer frente a la actual crisis sanitaria que vive el país ante la alta circulación del virus sincicial -que al cierre de esta edición había provocado la muerte de seis lactantes-, para el cual se espera un segundo peak en julio, y al que se sumará el de la influenza.
"Uno de los temas que es necesario mejorar es la coordinación, primero, de la información y comunicación de riesgo a la comunidad; y segundo, coordinación operacional en la gestión de las camas. Si, por algún motivo, las camas disponibles son cero o están 100% ocupadas, se ratifique en terreno que esa cifra es correcta y no quedarse con el mero hecho de un papel o una planilla Excel de que están todas ocupadas", asegura.
- Hace semana que se venía advirtiendo del colapso en la red sanitaria. ¿Usted cree que se desoyeron las advertencias o que fue peor de lo esperado?
- Esto se fue diciendo en forma progresiva desde diciembre del año pasado, especialmente porque en el hemisferio norte había mucha circulación y emergencias, y como es habitual del hemisferio norte se viene al hemisferio sur. Eso fue dicho por muchas personas, incluyendo colegios profesionales, autoridades, exautoridades, que era necesario reforzar y hacer la Campaña de Invierno distinta a todas, dadas las características de circulación viral que podría haber. (...) Llegó y empezó progresivamente a elevarse hasta que sobrepasamos todo tipo de circulación viral de los últimos años. Entonces, creo que la organización no previó la magnitud de la circulación y tampoco de la tasa de hospitalización. Se adelantó mucho el incremento de la hospitalización versus la disponibilidad de camas, porque no se previó adecuadamente la relación oferta- demanda, producto de que, a lo mejor, la información que se tenía no se procesó en forma razonable.
- Usted en la pandemia se encargó de duplicar las camas en el sistema privado, ¿debería hacerse lo mismo ahora?
- Es que depende. Depende de los estudios y análisis que las autoridades tengan. Si se conoce lo que se llama tasa de conversión, que es el porcentaje de hospitalización de los casos afectados por virus sincicial que se hospitalizan y la tasa de conversión de neumonía grave, uno puede estimar el número de camas necesarias para hacer frente, semana a semana, al aumento en los requerimientos asistenciales de hospitalización de estos niños en particular. Con ese conocimiento y con ese número uno puede equilibrar el crecimiento de camas públicas y de camas privadas, y concentrar en algunos prestadores públicos y privados el crecimiento, la reconversión, en la disponibilidad, en la adición de equipamiento tecnológico -monitores, respiradores-. Pero eso depende única y exclusivamente de la información que predictivamente el Ministerio tiene que usar.
- En su cuenta de Twitter hace unos días tuvo una conversación con el doctor Juan Carlos Said, quien además es consultor en salud pública, sobre la falta de especialistas pediátricos. ¿Cree que esto está siendo un obstáculo para la reconversión de camas?
- Hoy en día en Chile hay más de 140, 150 médicos intensivistas. Tienen una especialidad primaria más una especialidad en la medicina intensiva de adultos. Creo que la principal limitante para crecer en camas críticas pediátricas son las neonatales que requierenun poco más especialización, especialmente por el lado de la enfermería. Pero las de niños mayores, lactantes sobre seis meses, escolares, perfectamente pueden crecer con médicos intensivistas adultos asesorados por intensivistas pediátricos. Los programas de formación de los intensivistas adultos incluyen en sus pasantías por intensivos pediátricos o intensivos neonatales, de manera que para ellos no es algo nuevo conectar a un respirador o intubar un niño. Los respiradores hoy día, por convención internacional, son unos que uno cambia un switch y lo deja con modalidad pediátrica, en modalidad neonatal o en modalidad adulto (...). La cateterización es más especializada, pero yo no veo limitación si estos son asesorados por intensivistas pediátricos, tal como lo hicimos en pandemia.
- Que fue al revés.
- Claro, nosotros poníamos un intensivista adulto a supervisar, a asesorar, a mejorar, a conversar. Y el resultado fue muy bueno.
- La ministra Tohá el lunes dijo que fue un "error" no haber contactado a la Clínica Las Condes en el caso del bebé de San Antonio, Mía, por el fallo del TC. ¿Usted está de acuerdo?
- Creo que este hecho pone en evidencia la nula coordinación que hay en el manejo de este tipo de casos. Porque si hubiese existido una persona responsable de la coordinación adecuada de estas camas en el sector privado y en el sector público, probablemente no hubiese pasado, hubieran tenido camas disponibles. (...). Aquí uno no puede hacer ni manejar una campaña tan delicada de camas críticas, con la alta necesidad de camas de complejidad mayor, sólo en forma teórica. Aquí lo que vale la pena y lo que salva vidas es salir a terreno a mirar a los hospitales, cómo se está produciendo todo este requerimiento asistencial, cómo se está abordando, de qué manera se puede colaborar y equilibrar el crecimiento de estas camas, pero para eso se necesita un gestor, coordinador, de ambos sistemas que colaboren entre sí y sean absolutamente solidarios, sobre todo en estos momentos cuando la circulación viral es extraordinariamente elevada.
- Entre las medidas que se tomaron esta semana está el uso de mascarillas en escolares mayores de 5 años. ¿Deberíamos volver a su uso a todo nivel?
- En lo personal creo que el uso de mascarillas se justifica, primero, en las personas que están enfermas, en las aglomeraciones, transporte público, transporte escolar (...). Creo que es factible que los padres, como una manera de proteger a sus hijos, usen también mascarillas, lavado de manos frecuentes, reduzcan todas las emisiones contaminantes intradomiciliarias, reduzcan los aforos, etc. El segundo aspecto también es mejorar e integrar la atención primaria a la campaña de invierno, pero en forma activa, generando con ellos áreas clínicas nuevas que puedan servir para mantener, medicar o que sea usado por los kinesiólogos y evitar aglomeraciones en los hospitales y en las salas de espera. La atención primaria juega un rol fundamental. Tampoco la he visto participando activamente en este tema y las medidas que se han tomado a ese nivel son producto más de la iniciativa propia de los alcaldes y de las corporaciones, que iniciativas que tienen un plan estratégico en Campaña de Invierno. (...) Y la vacunación, sobre todo de influenza. Creo que debemos acelerar la tasa de vacunación, porque está muy baja, incluyendo en los adultos mayores, no sobrepasa al 60 por ciento, 65, y es una tasa inéditamente baja para todas las campañas de invierno del país que yo recuerdo.
-¿A qué cree se deba esto?
- Es multifactorial. Pienso que adicionalmente a lo que significa la fatiga pandémica respecto a las vacunas, hoy día la emergencia de grupos antivacunas ha ido progresivamente aumentando, y creo que hay mucha gente que no quiere vacunarse por temor, por desconfianza, porque ya está aburrido de tanta vacuna. Pero la vacuna sí salva vidas. (...) Chile ha tenido un plan de vacunación muy exitoso en los últimos 30 años, entonces el llamado a vacunarse es muy importante, sobre todo, cuando hay este nivel de circulación viral.
- ¿Qué debe hacer una madre, un padre, si su hijo tiene un resfrío? ¿Adónde lo debe llevar primero?
- El ideal es que las personas lleven a los niños que están con un cuadro gripal o un cuadro de bronquitis con alza térmica, en primera instancia, a las urgencias de su territorio, de su comuna, de manera que ahí sea valorado. Y a lo mejor el 80, el 90 por ciento de los casos, sólo ahí se resuelven, y que sea el médico del sector el que valore si necesita atención hospitalaria, y de ahí sea transferido a un hospital. ¿Por qué digo esto? Porque las salas de espera de los hospitales están repletas, la circulación viral y el contagio son muy altos, entonces, ojalá lleguen ahí solo los casos que requieren absolutamente atención en términos de complejidad mayor. 2
Aquí lo que vale la pena y lo que salva vidas es salir a terreno a mirar a los hospitales, cómo se está produciendo todo este requerimiento asistencial, cómo se está abordando, de qué manera se puede colaborar y equilibrar el crecimiento de estas camas".
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl
el doctor CASTILLO considera que también es necesario sumar la atención primaria en el diseño.
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