EL RINCONCITO DE LA CONSENTIDA Glamour en Sausalito
El fútbol y el glamour volvieron con todo al Estadio Sausalito. Con la llegada de la Selección Chilena y su amistoso del pasado viernes ante República Dominicana, el salón VIP y los respectivos palcos se vieron invadidos de personajes que buscaban un lugar destacado, a pesar de que la mayoría llegó atrasada por los tacos y los extraordinarios anillos de seguridad dispuestos por la municipalidad, que buscaban evitar lo que aconteció para el duelo anterior de la Roja, en Concepción, cuando varios automóviles fueron vandalizados. Más de veinte mil personas frente al que quizás sea hoy la mejor cancha del país disfrutaron del show de Ben Brereton, Brunito Barticciotto y compañía.
Entre ellos, la bancada frenteamplista encabezada por el exconvencional Jaime Bassa, su pareja, la directora jurídica Hiam Ayllach, e hija, más los concejales oficialistas Alejandro Aguilera y Nancy Díaz. Al igual que el Presidente Gabriel Boric para la conmemoración del 21 de mayo en Iquique, la alcaldesa Macarena Ripamonti llegó una vez que se habían cantado los himnos nacionales (tal vez el momento más importante y emotivo de la noche), pero su atraso no pasó nada de piola. Probablemente por la obsesión de las asesoras municipales, quienes al inicio del partido exigían que el pasillo que va hasta el palco municipal estuviera completamente despejado para que así, cuando Ripamonti llegara desde el ascensor, pudiera acceder directamente a su asiento sin mayores contratiempos.
El ministro del Deporte, Jaime Pizarro, había llegado muy temprano, sacándose fotos con todas las personas que se lo solicitaban. Quien sí aprovechó de buena forma su minuto de fama fue el seremi de Deportes, Leandro Torres, que las hizo todas y se sentó en el lugar más destacado que encontró, no soltó al ministro Pizarro y, técnicamente, fue la autoridad regional que ofició de anfitrión.
Quien también llegó notoriamente tarde fue el exfutbolista Elías Figueroa con su "pequeño" hijo Ricardito (mide más de dos metros), quien hacía de rompefilas para intentar instalarse en primera fila a pesar de que el partido ya había empezado hace rato y que el palco estaba lleno.
El diputado Tomás de Rementería, con la tricota de Everton, gozó como cabro chico junto a su pequeño vástago, vestido con la divisa del Olympique de Marsella que usa Alexis Sánchez.
No fueron los únicos ataviados para la gran noche, la familia del exconcejal Jaime Varas también llegó en pleno vestida de rojo, con el propio Varas luciendo una parka de la Selección y la camiseta número 10 de Chile con su nombre en la espalda. Su padre, el exadministrador de Jorge Castro en Valparaíso, Jaime Varas I, destacó con una vistosa barba de náufrago, en tanto su hijo, Jaimito III, gritó como energúmeno cada gol marcado por Brereton y el feliz debutante Barti Jr.
Para el cóctel, que es de lo mejor que se ha visto por Sausalito en años y muchos dicen que fue un acierto de Enrique Gaete, el jefe de gabinete del ausente presidente de la ANFP, Pablo Milad, muchos se pararon incluso antes de finalizado el primer tiempo para hacerle empeño a los tapaditos, crudos, ceviches, minipasteles de jaiba y otras exquisiteces proporcionadas por la organización. Se vio al director de El Mercurio de Valparaíso, Carlos Vergara, conversando muy animadamente con el jefe de Comunicaciones de la Municipalidad de Viña, Patricio Rojo (¿hicieron las pases esos dos?), al team Hollywood, compuesto por el diligente presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Viña, Rodrigo Rozas, el empresario Claudio Ferrada y su delfín, Pedro Paulo Meza, luciendo este último una atractiva boina de cuero europeo estilo "Chómpiras".
Entre tanto, estrellas como el profesor Jorge Garcés Rojas saludaban muy amablemente a su exjefe Andrés Sánchez, presidente de Santiago Wanderers; al subdirector de la Escuela Naval, Rodrigo Feldstedt; al presidente mexicano de Everton, Pedro Cedillo, o al pelirrojo Michael Boys, director ejecutivo de la postulación conjunta de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay como sede del mundial de Fútbol del año 2030.
Ripamonti compartió en todo momento con el ministro Pizarro y la subsecretaria de Salud, Andrea Albagli (quien andaba por estos lares estimulando la alicaída campaña de vacunación), ante la atenta mirada de Rojo y su par ministerial, Diego Figueroa, mano derecha de la exministra Izkia Siches.
Un poco más abajo, sin saber nada de política, Marcelo Pablo Barticciotto, con su parka tan blanca como la camiseta de Colo Colo 91 con la publicidad de Lada, gritaba con el alma los goles de su hijo, Brunito.
Treinta y dos años después, será MG quien vista a su hijo.