El empresario que hizo de los juegos de niños un negocio serio
Hoy se conmemora un año de la partida del emprendedor porteño Fernando Toro Abray, dedicado desde la década de los 80 al rubro de la entretención, fundando las empresas familiares Samoa Video Game y Entretenimientos KidToys.
Samoa Video Game es sinónimo de entretención en la Región de Valparaíso y el nombre es idea de su fundador y gerente general, Fernando Toro Abray, tras ver una foto de la paradisiaca isla polinésica homónima, porque evocaba vida y diversión. El empresario porteño, fallecido exactamente hace un año, es considerado un visionario del rubro de la entretención, negocio que siempre se tomó muy en serio. La suya es una historia de éxito, pero también de esfuerzo y capacidad de reinventarse ante los cambios de la industria, convirtiéndose en el primer fabricante en Chile de los juegos infantiles kiddies con su empresa Entretenimientos KidToys.
En una de las tantas entrevistas que le hicieron, tanto en medios locales como nacionales, Fernando Toro, quien se tituló de Ingeniero Electrónico en la Universidad Santa María, contó que "yo hice la práctica en Santiago y, como no conocía a nadie, todos los días iba al local de juegos que quedaba al frente de mi casa en República. Y ahí nació la idea de poder congeniar lo que había estudiado con el asunto de la entretención".
El futuro empresario partió con juegos electrónicos y el capital lo obtuvo vendiendo la camioneta de su padre, cuyo dinero destinó a comprar cinco máquinas y arrendar en 1979 un local en Cerro Placeres, que fue todo un éxito, inaugurando así el boom por los videojuegos en los 80.
Los buenos resultados animaron a Fernando Toro, convencido de que en Chile se podían realizar buenas cosas, a fabricar sus propias máquinas de videojuegos, importando sólo los softwares. De esta manera la empresa comenzó a crecer, con locales en Valparaíso, Viña del Mar y Quilpué.
Sin embargo, con la llegada de la tecnología a los hogares, el negocio de los videojuegos comenzó a perder terreno, entrando en crisis en 1995 con la aparición de Nintendo, Play Station e Internet. Fue en ese momento en que el empresario porteño buscó alternativas, y así llegó a la fabricación de los ya clásicos kiddies, los autitos para niños hechos de madera y con sonido y movimiento, convirtiéndose en la principal área de negocios de Samoa Video Game, con modelos en distintos supermercados y centros comerciales de la región, bajo la marca Entretenimientos KidToys.
PIONERO EN CHILE
Toro fue pionero en Chile en la fabricación de estos juegos, que hasta entonces eran importados y fabricados en fibra de vidrio. El éxito llevó al empresario a participar, en 1995, en la Feria de Entretención Salex, en Sao Paulo (Brasil), con apoyo de ProChile, donde llevó 16 unidades de sus productos. Además, siempre que viajaba al extranjero traía ideas para su empresa y participó en varias ocasiones en la Expo IAAPA, la feria comercial más grande de la industria del entretenimiento, que se realiza en Orlando.
Actualmente Samoa Video Game cuenta con un local de videojuegos en Viña del Mar (Quinta 246), y la empresa Entretenimientos KidToys está a cargo de Pamela Toro, hija mayor del empresario, a quien le siguen Fernanda, Fernando, Daniel y Sebastián.
Entretenimientos KidToys Limitada, con su nombre de fantasía Samoa Video Game, es definida por sus herederos como una empresa familiar que busca resguardar el legado de su fundador, quien fue una persona muy preocupada por el bienestar de sus trabajadores, algunos de los cuales llevan décadas trabajando en esta empresa, como es el caso de Carlos Carrasco, quien cumplió 36 años como empleado de Samoa Video Game y recuerda a su fallecido jefe con cariño y respeto, al tiempo que destaca su espíritu visionario.
PUBLIRREPORTAJES
"En los tiempos modernos el éxito, en cualquier circunstancia o actividad, no es una mera casualidad, sino más bien producto de un esfuerzo que involucra creatividad, perseverancia, dedicación y, sobre todo, Decisiones tomadas en el momento oportuno".
Fernando Toro