"Se necesita más control para facilitar el trabajo en emergencias"
El Cuerpo de Bomberos de Valparaíso cumple hoy 172 años. Fue la primera institución de su tipo en constituirse a nivel nacional y una de las más antiguas de Sudamérica. Con un total de 16 compañías operativas -algunas en lugares estratégicos como Placilla, Laguna Verde, Rodelillo y Placeres-, su visión de la ciudad es clave para organizar la forma en que se enfrentan las recurrentes emergencias que afectan al Puerto.
Para el comandante Vicente Maggiolo Oyarzún, jefe del Cuerpo de Bomberos porteño, el trabajo de los voluntarios debe enfrentar muchos obstáculos, como la existencia de inmuebles añosos, proliferación de asentamientos irregulares, basura en las quebradas y falta de fiscalización.
- ¿Cuál es el desafío inmediato?
- Hoy estamos insertos en procesos de acreditación con el sistema nacional de operaciones (...) en temas forestales, de materiales peligrosos y de búsqueda y rescate son de suma importancia, porque nos da la posibilidad de poder movilizarnos a nivel local, nacional e internacional para dar una respuesta más profesional.
Visión de ciudad
- ¿Qué complicaciones ven en la comuna para trabajar?
- Valparaíso es una ciudad que no escapa a lo que sucede a nivel nacional con la economía, ha crecido demográficamente hacia la parte alta, el centro de Valparaíso hoy día, de verdad, es complicado transitar desde el punto de vista de emergencia porque tenemos una explosión de crecimiento automotriz por la pandemia, hay problemas de estacionamientos, hay autos estacionados en grifos. Creo que hoy Valparaíso necesita un poco más de control para facilitar el trabajo en emergencias, ahí la autoridad nos puede ayudar a hacer que nuestro trabajo sea mucho más expedito y me refiero a todo tipo de autoridad, policías, comunal y regional. Todo para ayudar más rápido y responder a la comunidad. Además, en la parte alta tenemos un territorio que es la famosa interfase urbano-rural y eso nos ha hecho, también, replantear los ataques a las emergencias. Nos encontramos que en esos sectores, muchas veces son construcciones del tipo irregular, que están emplazadas en quebradas, en caminos de difícil acceso; por lo tanto, hemos tenido que optimizar.
- Además de la población, ¿qué otro problema hay en quebradas?
- Tenemos muchas quebradas en Valparaíso tapadas con basura, tenemos colchones, neumáticos; por lo tanto, es una carga de combustible que se junta con la carga de combustible natural. Hay mucha sequedad en la parte alta que con estas lluvias nos va a producir un efecto donde la vegetación va a tender a crecer y, obviamente, nos va a dificultar más el trabajo. Necesitamos que haya realmente una consciencia desde el punto de vista de que las quebradas no son vertederos.
- ¿Hay otros factores complejos?
- Hoy la ciudad nos depara un montón de sorpresas y algunas sorpresas que se vienen dando hace mucho tiempo. Vemos mucha construcción añosa que hoy día está súper subdividida interiormente y esa subdivisión se genera para dar mayor habitabilidad. Nos genera complicaciones del punto de vista eléctrico porque (...) pueden generar una sobrecarga que resulte en un incendio. El llamado es a preocuparse de regularizar porque, a veces, nos vemos enfrentados con verdaderos laberintos al interior con las delimitaciones.
- ¿Ven una falta de fiscalización?
- Indudablemente, pero apelo a la conciencia, porque en el fondo es mi seguridad. El mejor prevencionista de algún tipo de riesgo soy yo mismo. Si eso no pasa, el único está expuesto a una emergencia soy yo. Se apela al criterio del ciudadano de Valparaíso, es tiempo de empezar a romper el paradigma y comenzar a creer que podemos hacer cambios.
Financiamiento
- ¿Falta más apoyo a Bomberos?
- Siempre va a faltar. En una institución como está hay que pensar que somos alrededor de mil bomberos, tenemos una planta de colaboradores, hay conductores que mantienen la operatividad de los carros, hay personal administrativo y contable. Somos una empresa sin fines de lucro, por lo que siempre el recurso va a faltar para poder mejorar el servicio, tener mejor infraestructura en material rodante y en material menor, que son nuestros uniformes. Sí, hemos tenido ayuda municipal y estábamos muy esperanzados con los parquímetros donde estuvimos hasta el último minuto, no se dio, pero hay un agradecimiento al alcalde porque el administrador municipal dijo que la subvención de $100 millones se doblaría. Quedamos con una sensación agradable y se agradece. También vemos la participación de proyectos en el Gobierno Regional, tenemos subvención del Estado y nuestra rifa anual, la que es fundamental para renovaciones de equipos. Un uniforme de bomberos con toda la seguridad hoy está en el orden de más de $2 millones.
- ¿El acento está en la renovación?
- Sí, Valparaíso es un Cuerpo de Bomberos que tiene una salida a emergencias importante; por lo tanto, todo su material se va deteriorando mucho más rápido. La misma situación geográfica hace que el material rodante, los carros, sufran un desgaste mayor. Por eso en ese aspecto siempre hemos apelado al tema de los recursos, todo esto va en estricta relación con el servicio que se presta a la comunidad. Hemos renovado parte de nuestro material rodante con inversión propia cercana a los $2 mil millones, básicamente, de la rifa y estamos en vía de renovar material de más de 30 años. Además, estamos en campaña contra el cáncer e invertimos en equipos para eso y queremos nuestro campo de entrenamiento.
"Se apela al criterio del ciudadano de Valparaíso, es tiempo de empezar a romper el paradigma y comenzar a creer que podemos hacer cambios".