Resolución del Comité de Ministros
Tras recibir los detalles de la decisión que adoptó la instancia, ILS podrá avanzar en sus planes de limpieza en Viña. La decisión permite avanzar en la recuperación de un predio que se ha convertido en un sitio eriazo ubicado en una de las zonas más turísticas de Viña.
Nueve meses demoró el Comité de Ministros en remitir a la Inmobiliaria Las Salinas (ILS) la resolución exenta con los detalles de la decisión que permitirá a la firma del holding Copec avanzar en la remediación del extenso terreno ubicado entre las calles Jorge Montt y 18 Norte, en Viña del Mar. El proceso de saneamiento ha sido un largo galimatías jurídico y administrativo, que no ha contado con el apoyo del municipio viñamarino, ni de algunas organizaciones y vecinos que, sin argumentos técnicos o científicos precisos, se oponen a la utilización de un sistema de biorremediación ambiental de poco impacto para limpiar las 16 hectáreas de suelo usadas como zona de almacenaje de combustibles por más de 70 años. La resolución emitida esta semana permite a ILS avanzar en la licitación internacional de la biorremediación, pero también le exige instalar un sitio web con información de cada fase de la iniciativa, para que cualquier ciudadano interesado pueda hacer consultas, cuya respuesta no puede demorar más de 20 días. Además, antes de iniciar la ejecución del proyecto, la empresa deberá presentar un plan de monitoreo participativo de variables ambientales como suelo, aguas subterráneas, aire, benceno, material particulado y compuestos orgánicos volátiles. En este punto, el Comité de Ministros exige la participación activa del municipio viñamarino, incluida la conformación de una mesa de trabajo, cuya misión será "facilitar el diálogo y el intercambio de información". La decisión del Comité es adecuada para avanzar en la recuperación de un predio que se ha convertido en un sitio eriazo de 16 hectáreas, pero el saneamiento sólo puede ser el primer paso de un proceso mayor, que defina los usos futuros de dicho terreno privado. El horizonte de este camino no puede ser otro que el beneficio de la comunidad de Viña del Mar en su conjunto, pero su contenido debe alejarse de las fantasías irrealizables y los cálculos mezquinos, para aterrizar en ideas concretas, creativas y capaces de multiplicar los beneficios más allá del barrio donde se instalen.