En política el que pestañea, pierde
Los tempestuosos días que vive Revolución Democrática tendrán fuertes repercusiones en el acontecer nacional y regional.
La fragilidad de todo lo rodee, se parezca o huela a Revolución Democrática (RD) será puesta a prueba desde esta semana, con una nueva dirigencia partidista que deberá afrontar la que quizás sea la gran megacrisis de la tienda oficialista en sus once años de historia y que gatilló durante este primer semestre -en plena explosión del Caso Convenios- la renuncia de decenas de sus casi 27 mil militantes, a la espera de lo que ocurra y siga ocurriendo con las posibles formalizaciones del Ministerio Público en las próximas semanas.
Afortunadamente para las autoridades locales y comunales del partido, la Región de Valparaíso es una de las pocas en las cuales no se han abierto investigaciones por parte de la Fiscalía sobre eventuales hechos de traspasos de dineros y eventual corrupción en el mencionado caso, lo que de alguna forma parece aliviar a algunos (no a todos) de los que detentan cargos de representación popular en la zona, léanse los alcaldes de Viña del Mar y Casablanca, Macarena Ripamonti y Francisco Riquelme; los consejeros regionales Jorge Mora, Sebastián Balbontín y Tania Valenzuela; el diputado Jorge Brito; y el senador y todavía presidente del partido, Juan Ignacio Latorre.
Así, la razzia iniciada en RD parece ser una crueldad pocas veces vista, aun cuando asome completamente justificada y necesaria. Al destierro de la diputada Catalina Pérez, se suman otras tantas en la zona (Janna Sakalha por su patibulario comportamiento en Viña del Mar, por ejemplo; tal vez el propio y errático senador Latorre tras las elecciones de ayer) y la definición de Brito de alejar del partido a "ciertos grupos de interés" que buscan "cooptar" a sus militantes.
Algo así como apartar a la tentación para que sus jóvenes, incautos y, finalmente, tan humanos correligionarios no caigan en el pecado. Otro tema a despejar será la posición que tomarán respecto de las reelecciones del citado senador y del gobernador Rodrigo Mundaca, ayer tan cercano a la tienda oficialista y quizás hoy en las máxima antípodas de la misma.
Por último, ¿qué pasará si caen Giorgio Jackson, Miguel Crispi o los dos? ¿Atenderá el partido los consejos de "capacitación básica (tamaña indirecta del ministro Luis Cordero) o conseguirán postergar indefinidamente la creación de un partido único del Frente Amplio?